El crudo relato de un contagiado con COVID-19:

El crudo relato de un contagiado con COVID-19: "Mi papá, que es médico, me decía que la gente no vuelve del respirador"

Por: Carolina Ceballos | 13.04.2020
Solía correr maratones y ahora, ni siquiera puede cruzar una habitación o subir algunos peldaños de escaleras sin sentir que le falta el aliento. Es el conmovedor testimonio de David Lat, un exitoso abogado al que la vida le cambió en 180 grados tras contraer el virus que ha cobrado miles de muertes alrededor del mundo.

David Lat es un abogado y fundador de Above the Law, un sitio web orientado a su profesión, a lo que suma sus responsabilidades como director general de Lateral Link, una firma de reclutamiento legal. El exitoso ejecutivo pasó varios días internado en la unidad de cuidados intensivos del centro médico Langone, de la Universidad de Nueva York, tras contraer el coronavirus, diagnóstico que lo llevó a relatar su compleja experiencia tratando de derrotar a la pandemia.

“El ventilador se ha convertido en un objeto de fascinación nacional y controversia (...) Muchos pacientes con casos graves de Covid-19 sufren insuficiencia respiratoria y morirán si no pueden conectarse a los ventiladores. Yo lo debería saber. Pasé seis días con un ventilador en estado crítico”, comenta quien hizo ingreso al hospital el 16 de marzo.

En los días previos, Lat había presentado una sintomatología similar a la de la gripe, esto es fiebre, escalofríos, dolores y fatiga, aunque el problema más grave que tuvo en ese período, fue la dificultad respiratoria luego de hacer ejercicios, lo que pudo sobrellevar con la asistencia de un inhalador.

Pero como estos episodios se transformaron en una constante, fue internado en un centro asistencial en el que comenzó a recibir oxígeno suplementario para mantenerse compensado, sin embargo, el 20 de marzo su condición empeoró y se le notificó que tendría que usar un ventilador. Su padre, que es médico, le dejó claro el panorama, “es mejor que no te pongan un respirador, la gente no vuelve de eso”.

El miedo le hizo tener una sensación que le recorrió todo el cuerpo. La muerte era una posibilidad latente. Pensaba en su pareja y en su hijito de dos años, mientras las enfermeras lo intubaban. Su cabeza solo imaginaba las situaciones en las cuales anhelaba y proyectaba ver a su hijo, como en el momento de su graduación, su matrimonio o incluso cuando le otorgara la posibilidad de tener nietos.

“Pasé los siguientes días básicamente dormido, bajo sedación, con el ventilador funcionando como mis pulmones. No recuerdo nada de este período. Desde entonces, supe que algunos pacientes tienen pesadillas o alucinaciones mientras usan ventiladores, por lo que me considero muy afortunado”, contó en una columna que redactó para The Washington Post.

Transcurridos unos días, los especialistas decidieron evaluar su función respiratoria, con posterioridad a que se le informara que si una vez que le sacaran el ventilador, no podía respirar por sí mismo, sería necesario someterlo a una traqueotomía. Finalmente, eso no fue necesario y pudo volver a hacerlo de manera independiente, solo con la ayuda de oxígeno.

Un aspecto muy relevante respecto del uso de ventiladores en pacientes con Covid-19, es que tienen dificultades respiratorias, por lo que muchos de ellos no resisten y mueren. El miedo de Lat estaba plenamente justificado.

Además, de acuerdo al relato de David, quienes pueden quitárselo, padecen secuelas. Algunos presentan problemas físicos, mientras que otros sufren un gran impacto emocional. En su caso, solía correr maratones y ahora ni siquiera puede cruzar una habitación o subir algunos peldaños de escaleras sin sentir que le falta el aliento.

"Estar en el respirador durante casi una semana dañó mis cuerdas vocales y ahora mi voz es extremadamente ronca (...) No me estoy quejando. Estoy increíblemente agradecido de estar vivo. Y por eso, tengo que agradecerle al ventilador”.