INDH presenta querella contra Carabineros por torturas a joven lesbiana en comisaría de Coronel

INDH presenta querella contra Carabineros por torturas a joven lesbiana en comisaría de Coronel

Por: El Desconcierto | 31.03.2020
La joven denuncia que efectivos policiales la ahorcaron, la golpearon en la cabeza con puño y pie, la rociaron con gas pimienta en boca y ojos, la amenazaron con “tirarla al río”, la obligaron a desnudarse y hacer sentadillas, entre otras torturas. Todo esto, luego de ser detenida tras una manifestación el pasado 12 de marzo.

El pasado fin de semana, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de la región del Bío Bío presentó una querella criminal en el Juzgado de Garantía de Coronel, contra quienes resulten responsables del delito de torturas del que fueron víctimas dos jóvenes lesbianas el pasado 12 de marzo, al ser detenidas de forma arbitraria, recibiendo violentas agresiones de carácter político sexual, tanto en la vía pública como dentro del carro y comisaría policial, por parte de efectivos policiales hombres y mujeres de Fuerzas Especiales, de las comunas de Coronel y Concepción.

Las afectadas son Monserrat P y Priscila P, quienes denuncian haber sido ahorcadas, golpeadas en la cabeza con puño y pie, rociadas con gas pimienta en boca y ojos, forzadas a desnudarse y hacer sentadillas, entre otras vejaciones.

Estas agresiones resultaron con una fractura de dedo en el caso de Monserrat, una amenaza con “tirarla al río”, además de los evidentes daños psicológicos.

Los ataques

Según denunció la Colectiva Feminista La Zarzamora, el día 11 de marzo en la noche, tras una jornada de grandes movilizaciones estudiantiles, las víctimas, Monserrat y Priscila decidieron salir a dar una vuelta cuando las manifestaciones habían terminado.

Tras unos minutos, las jóvenes vieron a una gran cantidad de contingente policial que se encontraba rodeando a un grupo de “señoras, niños y unos adolescentes”, ante lo que deciden acercarse y conversar con las personas. En ese momento, Priscila comenzó a grabar con su celular, lo que alteró a un funcionario de fuerzas especiales, que comenzó a hostigarla y seguirla mientras ella registraba al grupo de personas que estaban rodeadas.

“Después de eso nos sentamos y de repente de la nada se comienzan a llevar detenido a un loco. Les dije ¿porque se lo están llevando? y una paca me contesta insultándome al igual que otro paco. Entonces me acerco para grabar a la paca que me insultó y viene otra que me pega una patada en la vagina”, relató Priscila.

En ese momento, un grupo de efectivos rodeó a Priscila y comenzó a golpearla, quedando en medio de un círculo de puñetazos, lumazos y patadas que posteriormente la dejaron con un dedo fracturado.

Tras esto, Monserrat intenta acudir a su rescate, y es también agredida.

“Cuando empezó la detención del chico, nosotras estábamos sentadas y preguntamos por qué se lo llevaban, si no estaba haciendo nada. Luego de eso, veo que están pegándole a Priscila, yo me metí a sacarla y le dije a una paca ¡“oye hermana si somos mujeres! Ella no respondió nada. No me di cuenta cómo, pero en un momento tenía a todo el choclón de pacos pegándome en la cabeza, en el cuerpo y me tenían contra el carro blindado que tienen”, narró la víctima.

En ese momento, Monserrat es subida al carro, donde denuncia que le metieron los dedos en los ojos, la asfixiaron, recibió insultos lesbofóbicos y golpes en la cabeza. Luego, un “paco alto” es el que da comienzo a las agresiones dentro del carro policial.

Detención y torturas

“Él me tira al suelo y me empieza a asfixiar a ahorcar con ambas manos, aún me duele el cuello para girarlo hacia ambos lados. En un momento lo único que sentí era que me iba a morir, porque ya no me entraba aire y no podía hacer nada”, relató la joven, que agregó que momentos más tarde el mismo victimario la toma del pelo e intenta estrellarla contra el carro policial, momento en el cual Monserrat se desmaya.

Tras el desvanecimiento, dos funcionarias la sientan y comienzan a golpearla. Monserrat, quien sufre de asma crónica y ansiedad, pidió que dejaran de golpearla porque no podía respirar, sin embargo, según narra, sus peticiones fueron ignoradas.

Cuando minutos más tarde, el carro policial llevó a un centro asistencial para constatar lesiones, Monserrat relata que fue amenazada constantemente. “Te vamos a sacar la conchetumare adentro”, le dijeron. Monserrat pidió ayuda a un funcionario del hospital, con solo el movimiento de sus labios, pero la funcionaria que la custodiaba se dio cuenta y le gritó “qué wea estai hablando mierda”. Otra de las efectivas policiales en ese momento le dijo, “pobre de vo’ que digai que te pegamo, sino te va a ir feo, no hagai tierra y te voy a dejar que salgai antes”.

Luego, cuando llegó el médico a atenderla, “me preguntó si tenía lesiones y yo dije que no sabía, porque estaba con la paca al lado. El médico puso sin lesiones, frente a mí, con la nariz sangrante y mi rostro hinchado de golpes. Tampoco quiso inhalarme”, narró la víctima.

Cuando volvieron a la comisaría, dos carabineras la llevaron a una habitación sin cámaras, donde le exigieron desnudarse. La obligaron primero a levantarse la polera, luego a hacer sentadillas desnuda, “les tuve que mostrar los pechos, tuve que sacudirme los pechos, después me dijo ¡ya bájate los pantalones! Me bajé los pantalones y me pidió que me bajara los calzones. Yo andaba con bóxer y me quedó mirando con cara de sé que no es un calzón, y me dijo: ya, ¡haceme 3 sentadillas! Pórtate bien y no hagai tierra porque si no esta se te va a devolver peor”, relató la víctima.

Finalmente, antes de ser liberada, Monserrat fue obligada a firmar dos documentos donde aparecen su dirección y las de otros familiares. Su constatación de lesiones en tanto, nunca le fue entregada.