“Hemos intentado descansar lo más que podemos, porque se vienen los proyectos para este año, estamos viendo el nuevo libreto y las nuevas fechas en teatro”, nos cuenta al teléfono Bodoque. Ya han pasado algunos días desde la noche del jueves 26 de febrero, donde junto a Fusión Humor, conquistaron a la Quinta Vergara –y la teleaudiencia, alcanzando un peak de 47 puntos de rating– con una rutina que rompía el canon de lo establecido en cuanto a propuesta humorística que se ha tomado el festival, rescatando no solo el humor callejero sino grupal, además de llevarlo a un siguiente nivel.

– ¿Cómo se han sentido estos días, ya mirando con detención lo que lograron arriba del escenario de la Quinta Vergara?
– León: Hemos ido poco a poco asimilando lo que fue nuestro paso por Viña, porque lo que pasó se arrancó de todos nuestros pronósticos. A medida que van pasando los días vamos bajando la información, vamos decantando y asimilando todo. El hecho también de tener el interés mediático de lo que fue nuestra rutina también nos va poniendo más atención respecto de lo que fue nuestra presentación.

– A pesar de diversas declaraciones de ustedes y organizadores del Festival, aún queda en el ambiente la sensación de que cortaron su presentación. ¿Cómo vivieron ese instante entre que los despiden y la gente los pide incansablemente?
– Cebolla: Fue todo muy rápido la verdad. Nosotros estábamos en el escenario con el jolgorio de que la gente estaba gritando y recién entendiendo que estaban pidiendo los premios. Nos entregaron los dos premios súper rápido y en ese momento no teníamos el conocimiento de que nos habíamos pasado del tiempo. Cuando salimos nos dijeron que ya habíamos hecho 70 minutos, de los cuales en nuestro contrato decía 60 (50 de rutina más un bis de 10), entonces ya no nos quedaba tiempo porque venía la competencia. Nosotros nos dimos por pagados hechos los 70 minutos. Ahora, claro, en ese momento con tanta energía que la gente nos estaba entregando, se nos fue de las manos el tiempo y algunas cosas que dije, pero como lo hemos mencionado también, no hubo censura, no hubo corte, nada. Solo fue una cosa de contrato.
– Rulo: La percepción que tenemos todos es que con lo que nos entregó el público en el escenario quedamos felices. También en cómo nos trató la producción, que se portaron el descueve con nosotros. Estamos súper conformes con el trabajo y esperemos que la gente mantenga esta intención de vernos en el tiempo para que puedan disfrutar de lo que haremos durante el año.

Al igual que en la música, en el humor se pasó de una era de dúos o tríos cómicos a los “solistas”, con la llegaba en bloque del stand-up comedy como modelo del humor imperante de nuestros tiempos, quedando en el pasado la propuesta grupal. También cambió el espíritu, modernizando las temáticas y las formas de contar vivencias. En ese punto, Fusión Humor, siendo un cuarteto de comediantes con personajes creados y que rescata el humor callejero y hasta circense, parecía anacrónico. Sin embargo, y con diferencias significativas en relación a lo que mostraron Ernesto Belloni y El Flaco (los otros representantes de esa “vieja escuela”), Fusión demostró una vitalidad potente en esta manera de hacer reír, ante todo pronóstico.

– ¿Cómo perciben y viven ustedes el humor grupal y callejero, en una época donde parece que mucha gente lo quiere ver desaparecido?
– Rulo: Si bien es cierto que nuestra esencia se basa mucho en la calle y tenemos mucha tendencia al trabajo que hacía Dinamita Show, nuestros referentes al igual que el Chavo del 8, y nos criamos en la calle, hoy en día nosotros hemos evolucionado ese humor. Lo que la gente vio en el escenario de la Quinta Vergara no sé si es el fiel reflejo a lo que es el humor callejero, quizás sí en el ritmo, en el fiato entre nosotros, en la constancia, pero en el contenido me parece que no se acerca mucho. Entonces, creo que el humor callejero debiera ponerse un poquito más al día, trabajarse, evolucionar y así también todo el humor que trabaje ya sea en modo stand up, cuenta chistes, dúos, tríos y todo lo que tenga que ver con swingers y todo eso que hacen cuando no nos llaman… no na que ver (risas) Pero eso, creo que nosotros nos despegamos un poquito del humor netamente de la calle que fue el humor de nuestro inicio y porque siento también hemos trabajado en esa evolución de manera muy consciente.

– Ese trabajo se notó en la rutina que presentaron. ¿Cuánto tiempo la trabajaron? Sobre todo, en cuanto a las alusiones sobre el estallido social, al que le dieron una lectura distinta, inteligente y menos obvia.
– Rulo: Mira, tuvimos que cambiar toda la rutina en octubre. Nosotros estábamos confirmados desde septiembre y veníamos trabajando una rutina hace un año, más o menos, pero todo tomó un vuelco distinto después del estallido social. Y claro, como dices, le dimos una vuelta más para que fuera muy apegado a nuestro estilo, para que los personajes mantuvieran siempre su línea y así la gente también pudiera recibir una cosa distinta de tener esa pequeña manifestación desde la comedia, desde lo que sentimos que es nuestro rol en esta sociedad.
– Bodoque: Sumándome a eso, tuvimos menos tiempo de lo habitual en cuanto a trabajar una rutina para un certamen así. Generalmente, un comediante trabaja la rutina mínimo uno o dos años, dándole rodaje para poder llegar a Viña a “matar” esa rutina, como decimos los comediantes. Pero con la contingencia y la actualidad, tuvimos que cambiar un 80% nuestra rutina. Tuvimos que trabajar mucho y darle mucho rodaje en poco tiempo para obtener el resultado que tuvimos.

– ¿Alcanzaron a mostrar esta rutina en algún lado?
– Bodoque: La habíamos presentado en algunos festivales, en algunos eventos que tuvimos en el transcurso del verano. Hicimos un show en el teatro también que se llamaba “La Previa”, que fue como el ensayo general de la rutina del Festival de Viña.
– Rulo: También fuimos probando los bloques en algunas instancias que tuvimos para actuar en actividades sociales de distintas comunas: Puente Alto, Lo Espejo, Santiago, San Bernardo. Ahí probamos lo que la gente quería y vimos cómo poder conectar ciertos temas de la contingencia y que fuera cómodo.

[caption id="attachment_349838" align="aligncenter" width="1024"] Agencia Uno[/caption]

La aplaudida rutina tuvo varias alusiones que hicieron referencias al estallido social y todo lo que ha implicado, desde críticas al actuar del gobierno a la violencia ejercida por Carabineros contra los manifestantes. El 1312 (ACAB) colado de Bodoque y Cebolla, una fábula de animales en relación a la renuncia de Piñera y el gesto de los cuatro integrantes al taparse un ojo, gesto simbólico en contra la brutal represión de Fuerzas Especiales, fueron solo algunas de estos guiños a la coyuntura nacional.

– ¿Ustedes sienten que el humor, así como la música o la gráfica que han estado súper presentes en la movilización social, tiene que tomar posición sobre el momento histórico que estamos viviendo?
– Rulo: Creo que los artistas de por sí tienen que tener alguna posición, pero no están obligados a decirla públicamente, porque es responsabilidad de cada uno. No es algo que se deba hacer solamente por compromiso, por ser popular o porque la gente te quiera. La opción es de cada uno tener una opinión sobre lo que está pasando en Chile. Por lo menos nosotros no podemos quedar ajenos porque estamos insertos en el estallido social.

– Si los llamaran a hacer alguna campaña por el Apruebo, ¿participarían haciendo actos por Chile?
– Rulo: Primero tendríamos que estar en la instancia y, posterior a eso, conversarlo en una reunión y resolverlo en la interna. En consideración: todo lo que nosotros decimos y pensamos claramente se acerca a lo que propone el Apruebo, pero primero tendríamos que estar en esa instancia. Pero no lo descartamos para nada, pero ahora estamos en incertidumbre y especulación, y eso nos pone un poco en jaque. Así como también lo hicimos con el Festival de Viña, donde sí nos hemos hecho cargo desde todas nuestras opiniones, en lo posterior hay que ser muy responsable con todo lo que se ha dicho.