El tema político del momento en Brasil desde la noche del martes (25/2) es el uso del whatsapp por parte del presidente Jair Bolsonaro para difundir videos que convocan al acto del día 15 de marzo, el que está siendo preparado por una docena de grupos de extrema-derecha para pedir el cierre del Congreso Nacional brasileño y del Supremo Tribunal Federal (STF), instancia máxima del Poder Judicial de ese país.

La información fue pública a través de un reporte de la periodista Vera Magalhães, del diario Estadão, uno de los más conservadores de Brasil, y fue el asunto más comentado durante todo el miércoles (26/2). Razón por la cual no sorprendió tanto que el rechazo a lo ocurrido haya partido sobre todo desde la oposición de centro derecha a su gobierno, y menos desde la izquierda.

Uno de los que pegó el primer grito fue el expresidente Fernando Henrique Cardoso, líder de la derecha más tradicional. Según el sociólogo y amigo personal del expresidente chileno Ricardo Lagos, “de ser verdad, como parece, que o propio presidente tuiteó convocando a una manifestación en contra del Congreso (la democracia) es porque estamos ante una crisis institucional de consecuencias gravísimas. Callar sería concordar. Mejor gritar mientras se tiene voz, aunque sea en el Carnaval, con pocos escuchando” – recordando que el carnaval brasileño, que dura cinco días, terminó este mismo miércoles.

https://twitter.com/FHC/status/1232444359011786752

Mientras tanto, en el Congreso brasileño, el diputado Rodrigo Maia, presidente de la Cámara, pidió “respeto a las instituciones democráticas”, pero su iniciativa de hacer un encuentro con el presidente del Senado Davi Alcolumbre, se vio frustrada por la negativa de este segundo en acudir a la cita, e incluso a comentar el tema.

La situación es aun más rara si se tiene en cuenta que Maia y Alcolumbre son del mismo partido, el Demócratas, otro de los referentes más tradicionales de la derecha brasileña. Ante eso, no son pocos los parlamentarios acusando al presidente del Senado de acobardarse ante las amenazas.

Además, también ya hay un frente dentro del Congreso, no se sabe aún si mayoritario, estudiando la posibilidad de acusar constitucionalmente al presidente por atentar contra los demás poderes. La iniciativa es del diputado Alexandre Frota, un ex actor porno elegido con el apoyo de Bolsonaro, pero que se alejó de él y luego se sumó al PSDB (el partido del expresidente Cardoso, que tiene socialdemócrata en el nombre, pero que es neoliberal en sus ideas). Si la idea avanza, el mandatario enfrentaría un juicio político similar al que destituyó a Dilma Rousseff en el 2016.

 Curiosamente, la izquierda ha tenido menos ímpetu que la derecha tradicional al lidiar con la actitud de Bolsonaro. Al menos hasta ahora, la respuesta no fue más allá de algunos Twitter de figuras como el expresidente Luis Inácio Lula da Silva y otros líderes de partidos.

En su Twitter, Lula publicó un hilo en el que pide “de forma urgente, que el Congreso Nacional, las instituciones y la sociedad se posicionen para defender a la democracia ante otro ataque más”, y luego completó: “Bolsonaro no es compatible con la democracia. Es un falso patriota que entrega nuestra soberanía a los EUA y condena el pueblo a la pobreza. Un falso moralista que encubre a Queiróz (exasesor del mandatario prófugo por sospecha de corrupción) y otros criminales”.

https://twitter.com/LulaOficial/status/1232483264964825088

Otros que reaccionaron fueron los magistrados de la Suprema Corte, como Gilmar Mendes y Celso de Mello. Para Mendes, el país pasa por un “momento peligroso”, donde, según él, es necesario reforzar la importancia del respeto entre los tres poderes de la república. El magistrado no mencionó directamente a Bolsonaro, pero dijo que “debemos honrar a nuestras instituciones, es un deber de todos, sobre todo de los que tienen el deber constitucional de hacerlo”.

Por su parte, el ministro Celso de Mello fue bastante más directo, y afirmó que el apoyo del presidente al acto por el cierre del Congreso y del STF es “una visión indigna de quien no está a la altura del altísimo cargo que ejerce”. Luego, completo diciendo que los que promueven el acto por el cierre de instituciones “desconocen el valor del orden constitucional e ignoran el sentido fundamental de la separación de poderes”.

Ante todo eso, la respuesta de Jair Bolsonaro fue a través de su Twitter, con dos mensajes. Uno alegando que lo que publica en su whatsapp es de ámbito personal y no puede configurar crimen, y un segundo con citaciones bíblicas para acusar a la prensa de querer atacarlo.

https://twitter.com/jairbolsonaro/status/1232649214905212930

https://twitter.com/jairbolsonaro/status/1232791206662459392