Mauricio Soto Paillalef, escultor mapuche: "Que hayan quemado el tótem solo hizo que ardiera la materia, pero no lo que simboliza"
Era una noche más en Plaza Dignidad, la cual desde el viernes 6 de diciembre del 2019, en plenitud del estallido social, había sido coronada con tres tótems indígenas que aparecieron por un acto de resistencia, según cuenta Mauricio Soto Paillalef, integrante del Colectivo Originario, taller de tallado en madera dirigido por el escultor mapuche Antonio Paillafil. “Nos tardamos algo así como dos semanas en hacer las esculturas”, nos sigue relatando Mauricio, quien colaboró en esta obra escultórica que, al igual que la del Negro Matapacos, fue vandalizada por desconocidos, quemando su figura central.
Cada una de estos son tótems protectores y representan un territorio del país y su respectiva cultura amerindia: Petroglif, chamán diaguita de Tilama ; Domomamüll, o mujer de madera en mapudungún, escultura chemamüll mapuche; y Espíritu Selk´Nam, encarnación de los pueblos de Tierra del Fuego. “Las esculturas se hicieron para visibilizar a los pueblos originarios que han habitado de norte a sur, para que así se hable de un Estado plurinacional que permita descentralizar la toma de decisiones”, nos relata Soto con mucha calma en sus palabras. Para la realización de las esculturas, cuenta que usaron materiales que tenían a mano, por eso solo pudieron representar a solo tres pueblos indígenas. “Hicimos de tripas corazón”, se excusa con nostalgia.
[caption id="attachment_341884" align="aligncenter" width="640"] @jaejounsin[/caption]
La idea principal de estos trabajos era concientizar y resaltar la propuesta sobre la autonomía en las regiones. En su opinión, sería resolver los problemas particulares que se viven y, desde esa experiencia, encontrar soluciones, no tan solo desde la zona central, donde se tiene solo una idea de lo que sucede. “Hay que tener claridad sobre la existencia de problemas medioambientales, con los árboles, las materias primas, los cultivos y tantos problemas que requieren solución. Con esa cierta autonomía, esto pasaría a ser un Estado plurinacional, que de cierta forma si se trabajasen como estados federales, se podría llegar a soluciones concretas y mejores”.
Mauricio opina que, desde la autonomía, se debería entender que los pueblos originarios deberían hablar por ellos mismos, ya que son parte de la sociedad tanto indígena como mestiza que hay en Chile. Él, es mapuche por parte de su madre y también tiene ascendencia mestiza por su padre, y dice que “merecemos ser parte activa del Estado, más cuando el conocimiento central esta en pro del equilibrio de la vida y la naturaleza, y eso cobra relevancia porque nuestro planeta se encuentra en crisis, por los cambios climáticos severos y que debemos ser parte de la solución, para una nueva convivencia con la naturaleza y entre nosotros mismos”. Es por esas razones que, según nos detalla, “se decidió hacer esas escultoras totémicas protectoras“.
El corazón de fuego
La madrugada del pasado miércoles 5 de febrero, la figura central de la serie de esculturas comenzó a incinerarse. Se trata del Chamán de Tilama, el petroglifo diaguita del Norte Chico, tótem que está compuesto de tres elementos centrales: su cabeza que representa la deidad del sol Inti, su corazón que es el portal espiritual, y su vientre, la flor que habla de la fertilidad.
“Nosotros pensábamos que las esculturas podían durar dos días máximo, pues ya nos había pasado con un letrero de madera – que también hicimos en el taller– que habíamos instalado en pleno estallido y desapareció rápido. Entonces, nunca tuvimos la idea que los tótems fueran a durar mucho, pero sí sabíamos que la gente los cuidaba y hacían ceremonias de forma espontánea. Eso era maravilloso”, puntualiza Mauricio.
Sobre la quema, nos confiesa –apenado– que tenían claro que llegaría el día en que intentarían incendiarlas, pues ya se lo habían advertido. En la interna, siente que “se unieron más las fuerzas, porque cada persona le da un significado a cada tótem, quizás muchos sin siquiera saber quiénes son o qué representan, y eso es parte de lo que hay que cambiar y fortalecer en la educación”.
[caption id="attachment_341883" align="aligncenter" width="649"] Felipe Marín @angulos_dispersos[/caption]
“El hecho que lo hayan quemado solo hizo que ardiera la materia, pero no lo que simboliza, ya que –aquellos que la quemaron– ni siquiera saben lo que representa. La materia se recupera, ni siquiera deberíamos tener apego a ella porque hay cosas más importantes, como la dignidad, la vida, la unión, la salud, el respeto, la educación, la solidaridad, la convivencia, el deseo de ser mejores y tener un mundo mejor, esa la idea, y aunque con este acto de quemarlas solo se intensifica esta búsqueda, no es algo que debería afectar a las personas”, se expresa el escultor, quien piensa y recalca que la gente sabe esto y muestra, en cada manifestación que ha salido, en cada acto solidario, aquel manifiesto sobre la búsqueda de la espiritualidad (por sobre lo material). Mauricio destaca entre ellos al personal de salud, “que está para quien los necesita, siendo fiel a su trabajo al igual que los bomberos”.
Pero más resignado, el artista comenta que, en las últimas semanas, les habían llegado unos posts de unas personas de extrema derecha que se hacen llamar Patria y Libertad, que se comunican por un grupo de mensajería online donde habrían “adelantado” las intenciones violentistas. Además, sabían que “en la derecha, se había instalado la idea absurda que nosotros financiábamos a la “Primera Línea”, nos cuenta riéndose por lo rebuscado de la idea. Por lo mismo, desde entonces ha mantenido reserva de su lugar de trabajo, ya que además es territorio administrado por un representante de la UDI.
“La primera vez que se quemó, los amigos de la “Primera Línea” nos avisaron y uno de ellos les tiró agua y logró controlar el fuego. Luego, desde Galería Cima vieron todo lo que pasó y a las cuatro de la madrugada definitivamente se quemó. Antes, se habían acercado un grupo de personas, no se sabe si eran Carabineros o Seguridad Ciudadana, pero se ven las cabezas de dos o tres individuos quemando al chamán, porque en esa madera era más probable que el fuego prendiera”.
Gigantes del sur
Soto Paillalef hace una acotación sobre la figura que alude a los pueblos australes de Tierra del Fuego. “Espíritu Selk’Nam no es un tótem originario, pero se incluyó como una forma de representar a los pueblos del extremo sur y para visualizar el genocidio al que fueron sometidos”, dice. Agrega que son “parte de la historia que no se puede olvidar, porque la invisibilizarían de los pueblos originarios responde a negarnos como sociedad, a no reconocer nuestros orígenes y que eso es lo que se debe cambiar desde la educación”.
[caption id="attachment_341885" align="aligncenter" width="750"] Claudia Aranda[/caption]
“Otra cosa que deberíamos rescatar es notar que los símbolos son importantes para nuestros pueblos originarios y que tienen significados profundos, que hablan de una cosmovisión del mundo, entregando una sabiduría ancestral que debemos rescatar y divulgar”, dice.
Ejemplo de aquello es la otra figura que completa la obra, el tótem que representa a la cultura mapuche. Al respecto, Mauricio expone que “es una domomamüll –domo: mujer y mamüll: madera–, que rescata la esencia femenina, que se vincula a la naturaleza y el cultivo. Esa es la profundidad de su significado, no es solo la traducción literal de “mujer” del diccionario, sino que hay una profundidad y una esencia femenina, que hoy ha tomado tanta fuerza y ha visibilizado los abusos que se habían normalizado y que no deberían estarlo; es esa energía que nos conecta con la naturaleza y nos permite vivir en equilibrio con ella, que nos permite renacer y ser más como familia y mejores persona. Ese simbolismo es el que importa”.