De fútbol y algo más: La hinchada unida en un solo cántico contra Piñera

De fútbol y algo más: La hinchada unida en un solo cántico contra Piñera

Por: Elisa Montesinos | 21.01.2020
Es difícil aventurar lo que sucederá de ahora en adelante, tanto en la final de la Copa Chile, el retorno del Campeonato Nacional, el inicio de la Copa Libertadores y el proceso de clasificatorias para el mundial de Qatar. Si los llamados al boicot serán efectivos, si seguirán las convocatorias a suspender el fútbol o si por el contrario se llamará a protestar dentro de los estadios, lo único seguro es que como hace muchos años no se habían visto protestas tan masivas en los recintos deportivos y todo hace suponer que no se detendrán.

“Y va a caer, y va a caer” debe ser el último canto político que unió a los hinchas del fútbol. Se cantó en la despedida de Carlos Caszely, en algunos partidos de la selección y en uno que otro partido del campeonato. Si bien resulta imposible establecer que todos los hinchas en ese momento tenían un pensamiento político idéntico, el rechazo a la dictadura terminó por ser tan transversal que dentro del mundo del fútbol no pudo pasar inadvertido.

Desde esos años que no se encontraba en los estadios la intención y necesidad de expresarse políticamente de manera generalizada. Si bien desde esa fecha han existido manifestaciones políticas con canciones o lienzos alusivos a alguna causa, eran generadas por grupos más bien pequeños. Y si resultaban un poco más masivas, no eran respaldadas por mucha más gente que las pertenecientes a las barras más organizadas, como ha sido claro en lo que ha ocurrido en el último tiempo con las movilizaciones en torno al tema mapuche y al feminismo. Pero esto cambió desde que las movilizaciones desatadas a partir del 18 de octubre remecieron al país en su conjunto.

El día viernes 29 de noviembre la ANFP decidió suspender el campeonato de fútbol ya que tenía miedo al rol que jugarían los hinchas, además de no saber gestionar la realización de los partidos faltantes junto a las medidas de seguridad que requieren espectáculos masivos. Todo esto sustentando en gran parte por el llamado a boicot del campeonato 2019 por parte de varias hinchadas a lo largo y ancho del país, lo que alcanzó su máxima expresión cuando en el marco del partido entre Iquique y Unión La Calera el día viernes 22 de noviembre, la Garra Blanca hizo ingreso al estadio Bicentenario de La Florida, lo que determinó la suspensión de ese encuentro en el minuto 65.

Desde que comenzaron las protestas, la autoridad comenzó a suspender las fechas cuando se acercaba el fin de semana, salvo algunos pocos partidos en que por el estadio, los equipos y los horarios en juego, se tomó la determinación de jugarlos. Salvo estas pequeñas excepciones, el fútbol profesional quedó paralizado en su totalidad hasta que se tomó la resolución de hacerlo público de manera oficial y definitiva. A pesar de no tener fútbol, los hinchas se han visibilizado de otras maneras, estando presentes en las manifestaciones desde el día uno y de manera muy notoria. Fundamentalmente en las calles, pues sin partidos oficiales, no era posible utilizar los estadios para protestar. 

Luego de suspendido el campeonato y con la llegada del año 2020, se comenzaron a programar algunos partidos amistosos y la realización de la etapa final de la Copa Chile, por lo que pronto surgió la interrogante de cómo se iba a comportar el mundo del fútbol con el regreso a los estadios. Una primera aproximación, que permitiese tantear el terreno fue posible cuando Colo-Colo jugó contra Godoy Cruz de Argentina y la Universidad Católica jugó contra Curicó Unido para celebrar el campeonato obtenido. En ambos partidos fue posible ver lienzos de protesta como el colgado por la hinchada Universidad Católica que decía: “En la calle y en la cancha la lucha continúa”; así como canciones, ya que “El que no salta es paco” y “Piñera CTM, asesino, igual que Pinochet” fueron cantadas con mucha fuerza y alta participación en ambos partidos. En el partido de semifinales jugado este fin de semana fue posible nuevamente ser testigos de cómo el estadio completo, sin distinción de camisetas, repetía el cántico contra Sebastián Piñera. Un nuevo logro producto de su desaprobación: un estadio lleno de hinchas de dos clubes rivales unidos en un cántico contra la figura del presidente.

Otra cosa que también llamó la atención durante estos últimos días es el rol de la prensa que cubrió los partidos antes señalados. A fines del año pasado, cuando se discutía si el campeonato debía o no suspenderse, no fueron pocos los periodistas que planteaban el error de no aprovechar esa plataforma para protestar. Se hablaba de lo importante de una manifestación en las galerías, de lo valioso de cantar consignas, o manifestar una posición con lienzos alusivos a las movilizaciones que estamos viviendo como país. Pero en el momento en que los hinchas ocuparon el lugar que supuestamente debían utilizar y cantaron y protestaron, la prensa hizo vista gorda. No es que no se dieran cuenta de lo que ocurría en los encuentros antes señalados sino que lo que es peor, se hicieron los desentendidos e intentaron soslayar lo que estaba ocurriendo de manera burda, con silencios incómodos y comentarios nerviosos acerca de otros temas, lo que se notó de manera evidente.

Es difícil aventurar lo que sucederá de ahora en adelante, tanto en la final de la Copa Chile, el retorno del Campeonato Nacional, el inicio de la Copa Libertadores y el proceso de clasificatorias para el mundial de Qatar. Si los llamados al boicot serán efectivos, si seguirán las convocatorias a suspender el fútbol o si por el contrario se llamará a protestar dentro de los estadios, lo único seguro es que como hace muchos años no se habían visto protestas tan masivas en los recintos deportivos y todo hace suponer que no se detendrán.

Es de esperar que las autoridades lo entiendan y no comience una ofensiva represiva por parte de Carabineros ni tampoco que intensifiquen el uso del nefasto derecho de admisión. Al mismo tiempo la prensa no puede seguir siendo cómplice de la represión callando ante los abusos ni tampoco silenciar la legítima protesta social que se hace visible dentro de los estadios. Chile despertó y en los estadios esto se notará, probablemente, de manera importante.