Carta abierta a Víctor Chanfreau:

Carta abierta a Víctor Chanfreau: "Tu abuelo es parte de nuestra memoria"

Por: Pablo Varas Pérez | 10.01.2020
Pablo Varas, ex mirista y preso político, envía esta carta abierta a Víctor Chanfreau, vocero de la ACES. En ella recuerda el Chile en el que lucho Alfonso Chanfreau y destaca la urgencia de mantener la lucha social.

CARTA AL VOCERO DE LA ACES

Estimado compañero Chanfreau.

En los tiempos de tu abuelo, Alfonso Chanfreau, las cosas no eran muy diferentes a las de ahora.

Chile tenía menos habitantes, había más analfabetismo, los sueldos eran una miseria y con esas pocas monedas de la quincena no se alcanzaba a llegar al fin de mes. Siempre ha existido la miseria y se constata que son los mismos de siempre los que la generan. Un Chile pobre era una violenta foto de la enorme desnutrición infantil y bajo los puentes del río Mapocho vivía una parte importante de la pobreza con la que cargaban hombres y mujeres.

Fidel estaba vivo y era joven. Hacía pocos años que el Che Guevara había sido asesinado en Camiri. Angela Davis era encarcelada por exigir que los afroamericanos tengan derechos y Bob Dylan era una potente voz en las radios. Allá en África también los asuntos eran muy serios, no era la batalla contra la esclavitud era como romper con el colonialismo con todas las formas de lucha. Era increíble cómo se construía la figura de Casius Clay que después pasó a llamarse de otra manera, pero un potente en esos años.

Deberás comprender que era una enorme responsabilidad y osadía consecuente pararse frente a todo aquello e intentar hacer avanzar las ruedas de la historia.  Así lo entendieron los que salían a las calles para alcanzar la victoria contra el imperialismo norteamericano. Del cobre chileno eran dueños los norteamericanos y celebramos el día que el Chicho Allende dijo que era el sueldo de Chile, esos tiempos los vivió tu abuelo.

Miguel, un dirigente que hablaba certero, el más claro de todos. Desde el campo y las poblaciones se comenzaron a levantar las banderas rojo y negro que tu abuelo las consideró tan indispensables como para entregarse a esa notable causa. En esos tiempos los asuntos eran entre el reformismo y la revolución.

De tu misma edad eran los secundarios del FER que se conocieron protestando contra los experimentos atómicos en el Atolón de Mururoa que practicaba Francia. La consigna era la indispensable unidad obrero estudiantil y también se consideraba a la PAA clasista, enajenante y mercantilista. También se tomaban los liceos para un nuevo modelo educativo más democrático.

Tu abuelo siendo muy joven entonces se sumó a esas voluntades de cambiarlo todo, es que no era posible pasar por el lado de la miseria sin rebelarse. No es un asunto banal el desprecio de la clase dominante porque el hombre tiene derechos y así no son los asuntos fundamentales de la vida. Qué valeroso es rebelarse.

Te pareces a tu abuela Erika te habrán dicho y claro si ella nunca ha cambiado. Sigue buscando la respuesta para saber qué pasó con tu abuelo, qué fue lo último que dijo, en quién pensó cuando posiblemente intuyó que la DINA lo mataba por orden de Manuel Contreras, el mismo que actualmente las Fuerzas Armadas tienen colgada su foto en sus cuarteles.

Todo eso sucedió en Londres 38.

Alfonso, tu abuelo, es un detenido desaparecido como tantos militantes del MIR y de otros partidos de izquierda. Cada día que pasa sentimos que nos hacen falta para seguir en las batallas que hay que dar cada día para alterar el rumbo injusto del actual modelo.

Ustedes secundarios consecuentes nos vuelven a enamorar de la justa rebeldía, nos empujan a seguir para ese proyecto que deberán construir los pobres del campo y la ciudad. Los necesitamos a ustedes para saber que la derrota no es eterna y que la victoria del sistema es corta. Tú sabes que desde el día 18-O la esperanza está tozuda en las calles y legitima ocupada.

No se puede negar que si en esos tiempos todas las formas de lucha eran legítimas no han perdido tampoco legitimidad en los tiempos actuales.

Tu abuelo Alfonso Chanfreau, debes saberlo, está siempre presente cuando hay que recordar a los miristas que nos arrebató la dictadura, es parte de nuestra memoria, nuestra historia. Olvidarlos, como a tantos compañeros, sería posiblemente una forma de rendirse, asunto que está muy lejos.

Abrazos para ti y le mandamos muchos saludos a tu abuela Erika.

Pablo Varas