El viernes pasado, en medio de un recrudecimiento de las medidas represivas por parte del gobierno, se vivió una nueva jornada de protesta en el marco del estallido social. Y las violaciones a los derechos humanos nuevamente estuvieron presente, pese a que tres informes de organizaciones de derechos humanos ya han dado cuenta de la situación, llamando al gobierno a controlar a la fuerzas policiales.

Tania Venegas, una mujer de 29 años, fue una de las víctimas de esta nueva jornada de represión a la movilización social. Venegas denuncia que fue brutalmente agredida por un carabinero durante las manifestaciones del viernes pasado. Según relata a El Desconcierto, ese día salió con un grupo de amigos a la concentración en la llamada “Plaza de la Dignidad” y, entre las 21:30 y 22:30 aproximadamente, llegando a la intersección de Lira con Diagonal Paraguay, un carabinero la abordó violentamente, la agarró del pelo y la golpeó contra el piso. La joven perdió parte de su dentadura a raíz de esta situación −tres de sus dientes se quebraron−, además de quedar con hematomas en la cara.

“Estuvimos como una hora en ese lugar y [los carabineros] no estaban. Aparecieron de un momento a otro, con el zorrillo y el guanaco. Y los pacos caminando (…) Yo camine entre los autos y apareció desde un lado uno de ellos”, cuenta.

[caption id="attachment_331927" align="alignnone" width="518"] Fotografía: Daniel Barahona[/caption]

Tania dice que algunos de sus recuerdos son vagos, pero que durante estos días ha podido reconstruir la historia porque varias personas se han contactado con ella aportándole detalles. Uno de ellos fue el conserje del edificio ubicado frente a la calle donde la golpearon.

“Él me contuvo en mi estado de shock. Me contó que el paco me golpeó con su escudo en la espalda y me azoté contra un auto en movimiento. Luego de eso caí, me imagino inconsciente, y estuve tirada en el piso un minuto aproximadamente, según su recuerdo. Luego me paré sola sin la ayuda de nadie y llegué a las puertas de entrada del edificio. Fue ahí cuando el paco me siguió (…) Los recuerdos que tengo es que sentí golpes, no sé si de puño o de su luma”, narra a este medio.

Luego de eso, recuerda que mientras el conserje la contenía, vio a brigadistas de la Cruz Roja que la ayudaron, tratando de detener la hemorragia. De ahí, la subieron a una camioneta para llevarla a otro lugar donde llegó una ambulancia y, finalmente, la trasladaron a la Posta Central. “Estas personas por sobre todo fueron bacanes, nunca me dejaron sola y lo agradezco de corazón (…) Lo que ocurrió conmigo no debe pasar, no puede pasar, no más”, expresa la joven.

Por ahora, Tania está recopilando la mayor cantidad de evidencia fotográfica y los videos que registraron las personas que se acercaron a ayudarla y, con esto, presentará una querella contra el funcionario policial responsable de la agresión. Además, está con licencia iniciando un tratamiento dental y en reposo porque asegura que emocionalmente la situación la ha dejado muy dañada.

“Tenemos el derecho de poder manifestarnos y hoy nos están coartando de esta manera, nos están callando, nos están golpeando, violando, matando”, manifiesta.