El análisis del ministro Teodoro Ribera sobre el estallido social: "El malestar se deriva de la imposibilidad de usar el metro"
Durante su paso por la COP25 celebrada en España, el ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Ribera, conversó con el diario El País sobre el estado actual de Chile, los motivos detrás de la crisis, y las proyecciones económicas y sociales contempladas por el ejecutivo.
Al ser consultado por los motivos que llevaron al país entero a salir a las calles, Ribera hizo un recuento cronológico, primero, por los estudiantes secundarios que saltaron los torniquetes del Metro; y luego, los incendios en las estaciones del mismo sistema de transporte. Finalmente, y a modo de resumen, señaló: "Para entender el fenómeno, hay que tener claro que lo que sucede es solo violencia de grupos anárquicos y que el malestar social se deriva de la imposibilidad de usar el metro. Es con posterioridad cuando surgen las demandas sociales. Son dos temas distintos".
Un punto con el que matizó el estado actual de Chile tuvo que ver con la injerencia que ha tenido un país de "Europa Oriental" en la información que se transmite por redes sociales. Al ser consultado por dicha hipótesis, Ribera señaló: "He dicho que, según informaciones provenientes de Estados Unidos, alrededor del 10% de las comunicaciones por Internet y los tuits enviados desde el día 18 de octubre provienen de un país de Europa Oriental y, de ese porcentaje, una gran mayoría estaban orientados a generar desinformación en Chile y otra parte estaba destinada a crear un clima hostil hacia Chile en el extranjero. Esto es para señalar que el problema en Chile es multifactorial. Primero, el Estado no fue capaz de prevenir el comportamiento de grupos anárquicos y violentos y luego los grupos políticos no fueron capaces de prever un malestar social que no se puede atribuir a este Gobierno, que lleva 18 meses, sino que se viene arrastrando desde hace mucho tiempo. Esto es lo que debe llevar a la reflexión política en Chile: que el crecimiento económico por sí solo no garantiza la estabilidad, sino que se requieren otros elementos como una relación de mayor dignidad entre los ciudadanos, de mayor respeto por parte de las empresas hacia los consumidores y mayor colaboración de los ciudadanos entre sí".
Sobre el proceso Constituyente, el canciller diferenció los efectos que la misma modificación a la Carta Magna podría tener en el día a día de los ciudadanos. Al respecto, señaló: "Lo que va a solucionar los problemas de los que hablamos son las reformas del aparataje social, no la reforma de la Constitución".
Otro de los temas que tuvo que abordar el titular de RR.EE. fueron las violaciones a los derechos humanos, consignadas en al menos tres instituciones internacionales. En un tono negacionista, y contrariando incluso la postura que ha tomado la subsecretaría de Derechos Humanos, indicó: "No eran violaciones, yo también lo entendí así al principio, pero en los cuarteles hay cámaras de vigilancia en todos los sectores donde están los detenidos, salvo en los baños (...) El caso chileno es propio de la posmodernidad, las convocatorias se producen por las redes sociales, no hay líderes prestablecidos, no hay demandas concretas y son los sectores de la clase media los que protestan. No hay con quien negociar".
Finalmente, al explicar las proyecciones económicas que desde el ejecutivo tienen para lo que queda de gobierno, señaló que en 2020 deberán enfrentar un déficit que "se va a pagar en parte con reasignación de recursos y con los ahorros acumulados del Estado en el fondo soberano de Chile, lo que permitirá atenuar el impacto social de las protestas". Para entender el camino a seguir, usó la siguiente analogía: "Chile es un avión con los motores intactos, está volando a velocidad de crucero, hay una discusión entre los pasajeros que vuelan en clase turista y los que viajan en business, la discusión es cómo nos repartimos los bienes entre las dos clases, lo que está haciendo el Gobierno es dictar medidas para que el que no tenga dinero no tenga que bajarse del avión y atenuar las diferencias en los servicios que el avión da a sus pasajeros, todo esto va a contribuir a que se estabilice el avión".
"Si lo hacemos bien, tendremos un largo y feliz vuelo", sentenció.