Las responsabilidades políticas de Blumel: Heridos se duplican durante su mes y medio de gestión
Las violaciones a los derechos humanos tienen responsable: el ex ministro del Interior Andrés Chadwick. Eso es hasta ahora porque desde el mundo civil y parte de la oposición aseguran que no es el único; pese a que apuntan como último responsable político al presidente Sebastián Piñera, también reconocen responsabilidades compartidas con el actual encargado de Orden y Seguridad Pública, Gonzalo Blumel.
“Esperamos que con esto se marque una nueva etapa, porque no ha sido una buena semana”, se le escuchó decir a Blumel el jueves pasado cuando se desechó la acusación contra el Presidente, un día después de que se aprobara la misma acción contra su mano derecha, el ex ministro Andrés Chadwick. Ese día la oposición salió a decir en bloque que era una decisión “injusta” insistiendo en que han “buscado proteger los derechos humanos”, lo que ha sido contrastado con la contundente prueba entregada por tres informes internacionales (Amnistía Internacional, Human Rights Watch y el de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU).
Inevitablemente Blumel carga con el peso de la aprobación contra Chadwick por ser su sucesor desde el 28 de octubre pasado. Si bien el ex ministro es el responsable político de las graves vulneraciones ocurridas durante los diez días de Estado de Emergencia, entre el 19 y el 29 de octubre, desde esa fecha en adelante las medidas que ha tomado Blumel no se han visto reflejadas ni en una disminución ni una estabilización del actuar represivo de Carabineros. Las cifras del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) lo demuestran: cuando Chadwick dejó el cargo había 120 acciones judiciales presentadas, de ellas 76 querellas por torturas, y el número de personas heridas en hospitales ascendía a 1.132 casos. Pero esta última cifra se ha duplicado: en el reporte actualizado hasta el jueves 12 de diciembre, alcanzaba 3.461 personas heridas por distintas armas antidisturbios.
Un antecedente relevante es que la orden de suspender el uso de perdigones, del 19 de noviembre, en la práctica, solo ha generado el cambio del tipo de armas disuasivas, con bombas lacrimógenas lanzadas directamente al cuerpo, pero no la disminución de las víctimas. Más aun, el gobierno estudia incorporar armas de ruido. Patricio Barría, presidente y vocero de los trabajadores de la ex Posta Central, destaca la situación específica del martes 10 de diciembre donde hubo 8 personas con impacto por lacrimógena, dos de ellos con TEC grave. Enfatiza que en estas últimas semanas se ha comenzado a lanzar agua con químicos que provocan quemaduras, según admitió Carabineros. Lo mismo dicen desde la Brigada de Salud Universidad Santo Tomás, que se ubican afuera del Teatro de la Universidad de Chile, al ser consultados por El Desconcierto. “Antes de que comenzó la restricción, nos llegaban personas con perdigones de tórax hacia arriba, fundamentalmente espalda y brazos. Ahora, tenemos personas con lacrimógenas en las piernas, hasta la cabeza y ha sido más grave”, indica una brigadista.
Por el caso de las bombas esta semana se presentará una querella que agrupa cinco casos de víctimas por armas disuasivas: uno ocurrido el 28 de octubre, el 15 de noviembre, el 29 de noviembre, dos el 6 de diciembre. Todos los casos ocurrieron en periodo de Blumel. Con estos datos a mano, es claro que las medidas del gobierno han decantado en el cambio del tipo de armas antidisturbios, pero no en el cese de la violencia descontrolada de Carabineros. Estos hechos complicarían al ministro Blumel.
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La responsabilidad política del Ejecutivo se refuerza al no existir un mecanismo constitucional para acusar al general director de Carabineros, Mario Rozas, a diferencia de otros altos mandos de las Fuerzas Armadas. Hasta ahora, tanto el Presidente, como Chadwick y Blumel le han dado completo respaldo a Rozas.
Algunos asesores legislativos consultados por este medio que participaron de la elaboración del libelo contra Chadwick, sostienen que jurídicamente aplicarían los fundamentos contra Blumel. Pero habría matices técnicos. Algunos creen que se haría extensiva la responsabilidad porque la violencia se mantiene, pero otros también hacen hincapié en que Blumel ha anunciado medidas, como la reforma de Carabineros, aunque a largo plazo, y habría que evaluar si se fundamenta la “omisión”. Pese a eso, coinciden en las responsabilidades compartidas de ambos ministros, sobre todo porque las medidas que han tomado no han sido eficaces para evitar que se sigan sumando más víctimas de violencia policial.
Ahora bien, reconocen que la importancia de que declarara la culpabilidad de Chadwick es que se establece un estándar elevado respecto de la responsabilidad constitucional de ahora en adelante. “Ya no solo basta con abstenerse de vulnerar derechos humanos, sino que se deben adoptar todas las medidas eficaces y conducentes para hacer cesar aquellas vulneraciones de las que tome conocimiento un ministro en el ejercicio de su cargo, en este caso, respecto de las ejecutadas por Carabineros de Chile, en tanto, dependientes del Ministerio del Interior y Seguridad Publica”, señala un asesor consultado.
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La oposición no lo ha discutido
Aunque en la oposición reprochan que los anuncios de Blumel no han provocado un cambio de actitud de la policía uniformada, en el bloque tampoco están coordinándose para presentar una acción en su contra. De hecho, no es un tema que se haya conversado hasta ahora al interior de las bancadas.
Algunos diputados reconocen su responsabilidad, pero ven poco viable acusarlo por el escenario que se configuró tras el rechazo de la acusación contra Piñera, lo que ha generado un clima más bien adverso al interior de la oposición que pondría en duda la capacidad de contar con los votos para alcanzar el quórum para una nueva acción de este tipo. Esto, considerando que ocho parlamentarios radicales y democratacristianos le dieron su respaldo al gobierno para blindar finalmente al mandatario.
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El jefe de bancada del Partido Socialista (PS), Manuel Monsalve, cree que “se debería analizar la gravedad de los hechos" y también las medidas que han tomado. "Pareciera que ha sido más activo que Chadwick”, dice. Desde la bancada del PPD, el diputado Ricardo Celis aclara que no está descartada esta presentación, pero advierte: “Hay que ser súper claros: no se trata de salir todos los días a hacer una acusación si no somos capaces a ponemos de acuerdo, si hay sectores que votan con la derecha”. Mientras que la diputada Carmen Hertz (PC), reconoce que tal como respaldó ambas acusaciones anteriores, haría lo mismo con esta.
En el Frente Amplio, en tanto, señalan que no ha sido un tema de discusión, según indicaron desde Revolución Democrática, el Partido Humanista y en Convergencia Social.
Más allá de esto, el ministro Blumel ha enfrentado las críticas de su propio sector. En la UDI le hicieron saber sus molestias por no haber respaldado suficiente a Chadwick en la acusación constitucional en su contra, y con eso lo interpelaron por no haber sido capaz de “dar vuelta” votos de la oposición. Aunque sus negociaciones con la oposición sí quedaron en evidencia un día después, cuando se le vio salir de una oficina del Congreso donde estaban los diputados radicales que después votaron favoreciendo al gobierno (Fernando Meza y Carlos Jarpa).