El gran cambio social que estamos viviendo
Durante casi 50 días estuvimos en nuestra calidad de socialistas y marxistas buscando una explicación a los profundos movimientos sociales que ocurren en nuestro país. Ningún partido político o movimiento social, incluidos el PS y el PC que se declaran marxistas, la ha dado y sólo se han dedicado a participar muy marginalmente en esos movimientos sociales.
En Santiago ocurrieron y mantienen vigencia por lo menos tres grandes movimientos masivos que envolvieron cientos de miles de personas:
*El asalto a las tiendas y Supermercados
*Los atentados incendiarios en el Metro de Santiago y
*La gran manifestación auto convocada del sábado 26 de octubre y las manifestaciones casi diarias en las ciudades principales hasta el presente en que participan manifestantes pacíficos y una minoría de violentistas con caras cubiertas.
Paralelamente se han realizado grandes manifestaciones feministas en Valparaíso con las caras cubiertas contra las agresiones sexuales y en Santiago, en el Estadio Nacional, dos manifestaciones femenina masivas en noviembre contra la violencia de género y el 4 de diciembre la gran manifestación de mujeres senior contra la violencia de género, que no es solo contra las violaciones sino contra toda forma de agresión entre personas. Ese ha sido el panorama de acontecimientos que exigen una explicación a los partidos y movimientos sociales que existen en nuestro país. Conocemos los efectos larvados de una economía calificada como la más ultra liberal en las últimas décadas a nivel del continente, pero no se habían sufrido los efectos acumulados por la poca inversión pública en infraestructura, por lo costosa para el público de las obras concesionadas, por la casi nula inversión en nuevas industrias y en mejorar la igualdad social exigida por una masa estudiantil de más de un millón doscientos mil estudiantes universitarios.
En la información estadística revelada esta semana, se ha informado de la ola de desempleos que ocurrieron en los meses de octubre y noviembre que seguramente se notificaron a los afectados con alguna anticipación. Entre octubre y noviembre se produjeron 100.000 despidos. Esos son los de quienes tenían contrato. Una cantidad tal vez mayor deben ser los despidos de los que tiene trabajos informales, sin contrato, en los que participan mayormente Los trabajadores inmigrantes. O sea, el descontento acumulado, se estaba gestando con anticipación y el gobierno tiene aún ahora sus estadísticas e información atrasadas. Las medidas anunciadas hoy de un gasto de US$5.500 millones para reactivar la economía, debieron ser adoptadas con meses de anticipación, mientras el ex ministro de Hacienda Sr Larraín, estaba viajando al extranjero. No en balde la aceptación en positivo del Presidente Piñera, ha caído al 10%. - ¿Qué tiene que ver con esta crisis la Constitución del 80 redactada durante la dictadura y modificada varias veces por los Gobiernos elegidos en estos treinta años de democracia “protegida”.? Muy poco. Durante su vigencia se han tenido periodos de crecimiento y crisis en varias oportunidades. Incluso un periodo de 20 años con crecimiento anual del 5%. – La puesta en marcha de un proceso de reformas constitucionales y de redacción de una Nueva Constitución es un proceso largamente postergado y correctamente planteado durante el Gobierno de Michelle Bachelet.
Si hoy día lo ha puesto en la agenda el gobierno de Derecha del Sr Piñera, es porque estiman que puede calmar la ola de protestas masivas que hay en el país. Pero se equivocan: el descontento proviene de la crisis económica, del fracasado sistema previsional de las AFP, del desempleo masivo y de los cesantes crónicos que suman más de 500.000 y que son la base del descontento y las manifestaciones callejeras. Ellos crean el ambiente para el pillaje, pero no participan en él como lo demostró la gran manifestación pacífica del 26 de octubre. Lo que hay que enfrentar ahora, es la crisis económica. Para ello es el estado el que debe impulsar los estímulos económicos, la defensa de la pequeña y mediana industria, mejorar la defensa de los desempleados, cambiar el sistema previsional, la defensa de la salud pública y la eliminación del CAE que grava a los ex estudiantes. Son las tareas inmediatas en las que debe concentrarse el debate y las iniciativas públicas.