Una Constitución desde cero: El acuerdo histórico de la clase política para dar salida a la crisis

Una Constitución desde cero: El acuerdo histórico de la clase política para dar salida a la crisis

Por: | 15.11.2019
Aunque no firmaron todos los partidos políticos, se consideró un "hecho histórico" por la mayoría de los senadores, diputados y presidentes de las colectividades. La propuesta plantea un plebiscito para que la ciudadanía escoja entre dos opciones que permitirán cambiar la Constitución de 1980.

Por Meritxell Freixas y Natalia Figueroa

Casi a las 2 de la madrugada salió “humo blanco” en el Congreso. Los presidentes de los partidos, senadores y diputados se sentaron a la mesa del salón Pedro León Gallo y anunciaron, a través del presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD), la puesta en marcha de un proceso constituyente que permitirá sustituir la actual Constitución de 1980. La expectación era máxima entre asistentes y periodistas, después de una jornada llena de negociaciones que se intensificaron a última hora. Minutos antes de entregar la versión final del acuerdo, y a la espera de que aparecieran todos los protagonistas, la sala vivía momentos frenéticos entre parlamentarios que ya daban declaraciones a la prensa y los que se felicitaban entre abrazos, independientemente de su sector político. Una imagen que se repitió también al finalizar la comparecencia.

El acuerdo presentado por la oposición –excepto el Partido Comunista, el Partido Progresista, el Partido Humanista y el Partido Regionalista Verde– plantea en su primer punto, suscribir un “acuerdo de restablecimiento de paz y orden público”. En segundo lugar, impulsar un plebiscito que se realizará en abril de 2020 y en el que la ciudadanía responderá a dos preguntas: ¿quiere usted una nueva Constitución? y ¿qué tipo de órgano debiera redactar la Nueva Constitución? Aquí tendrá la posibilidad de elegir entre una Convención Mixta Constitucional –formada en un 50% por ciudadanos y otro 50% por parlamentarios que deberán abandonar su cargo– o una Convención Constitucional. Esto último no es otra cosa que lo que hasta hoy se conocía como Asamblea Constituyente, pero, al parecer, esta denominación incomodaba a los sectores de la derecha, por lo que se optó por bautizarla de otra forma.

Tras la lectura del texto, los presidentes de los partidos que suscribieron el acuerdo hicieron sus respectivos pronunciamientos. El estallido social que Chile vive desde hace un mes fue protagonista de los discursos del Frente Amplio y de la ex Nueva Mayoría. Se recordaron a las personas fallecidas, heridas y a las víctimas de los derechos humanos. “Hoy Gustavo Gatica no puede ver”, partió diciendo Gabriel Boric (Convergencia Social) a su turno. "La gente que hizo posible este acuerdo está siendo fuertemente reprimida". Mientras Catalina Pérez, presidenta de RD decía: "Este acuerdo es mérito de la gente, no de los partidos que estamos aquí sentados", agregó. Natalia Castillo (RD) emocionada, con lágrimas en los ojos, la escuchaba atentamente. A su lado, la presidenta de los gremialistas, Jacqueline van Rysselberghe, no podía esconder su cara de fatalismo: “La UDI hizo un esfuerzo de diálogo en un ambiente donde estaba reinando la violencia, el miedo y la falta de paz en nuestra sociedad”, expresó cuando llegó su turno. 

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Los puntos de tope

A las 12 de la noche, los pasillos del ex Congreso eran un ir y venir de diputados, senadores, representantes políticos y periodistas. Todos tenían una cosa en común: andaban pegados a sus celulares. Las negociaciones estaban a esa hora en su momento clave, con toda la atención puesta en el primer piso, donde un grupo de parlamentarios del oficialismo discutía los últimos detalles de la propuesta de acuerdo. “¡Ahí está la cocina!”, bromeaba el diputado Giorgio Jackson (RD) mientras señalaba la cocina real del edificio.

A esa hora estaban consensuados los principales puntos del acuerdo, como la convocatoria de un plebiscito previo y posterior y lo que se denominó la “hoja en blanco”, es decir, que el texto se redacte desde cero. Esto fue una de las condiciones que la UDI acabó por aceptar.

Para el senador Francisco Huenchumilla (DC) eran relevante los efectos jurídicos y políticos que generaría partir o no de una “hoja en blanco”. “Por ejemplo ­–explicó- las normas que rigen las comisiones mientras se está trabajando la Asamblea y si no hay acuerdo por los quórums, ¿sigue vigente o no la Constitución del 80? Son cosas técnicas pero que producen un tremendo problema si hay un vacío’”, cuestionó.

A la una de la mañana, todavía se esperaba que la derecha saliera de la reunión en el segundo piso del Congreso. El principal obstáculo se centraba en el cuórum requerido para aprobar la carta fundamental. La fracción que se barajaba era la de 2/3, pero el punto crucial sería ese cuórum se aplicaba a cada artículo, a cada capítulo o de forma general a todo el texto. Esa última opción sería la apuesta de la derecha porque de ser así, siendo minoría podrían vetar el texto completo. Finalmente, ese punto no se resolvió y debería de tratarse a través de la ley orgánica que regulará el proceso constituyente.

El diputado democratacristiano Matías Walker, miembro de la comisión de Constitución, opinaba que se ha dado un “buen diálogo entre los sectores” para alcanzar los acuerdos centrales y que lo que quedaba por cerrar eran algunos detalles, como la manera de elegir los delegados de la Convención.

Mientras en interior del Congreso se seguían al detalles las interioridades de la negociación, afuera centenares de personas se congregaron en una especie de protesta improvisada que llevó a los guardias a cerrar el acceso principal. 

“A mí lo que me incomoda es que nos estén todos”, decía la diputada Claudia Mix (Comunes) en una conversa de pasillo. Mix explicó que en la tarde se comunicó con los presidentes de los partidos que se restaron de las negociaciones, pero que le respondieron que no fueron invitados. “Aquí nos hemos autoinvitado todos”, espetó ella, aunque reconoció que ha habido pocos esfuerzos para que la suma de fuerzas fuera completa. Sin embargo, la pregunta que circulaba entre pasillos era cómo afectaría a estas fuerzas el hecho de no haber sido partícipes de la negociación que convirtió la noche de este jueves un hito histórico.

Revisa aquí el acuerdo completo: