La “aclaración” de La Tercera, o la vuelta de la DINACOS
En estos agitados días de octubre no sólo el toque de queda, los camiones militares y las violaciones a los DDHH nos han retrotraído a la época de la dictadura. También el rol que ciertos medios están jugando en la criminalización de la protesta social.
En ese sentido, la noticia publicada por el diario La Tercera el lunes 28 de octubre, en la cual se denunciaba la participación de cubanos y venezolanos en estas jornadas de protesta nacional, que actuarían como “agitadores e instigadores” de la violencia, nos devuelve a lo peor de la historia de la prensa chilena: su alianza y connivencia con los organismos de inteligencia de Estado, para difundir información cuyo objetivo principal es desprestigiar y criminalizar la movilización social.
Con esa nota La Tercera retoma una triste y deleznable costumbre que ya practicó durante los 17 años de dictadura y de la cual dan cuenta decenas de sus portadas, como la del 23 de julio de 1975, “El MIR ha asesinado a 60 de sus hombres”. Entonces, la connivencia de La Tercera con DINACOS, la Dirección Nacional de Comunicación Social, organismo estatal encargado del control de la información, era ampliamente conocida. En cambio, de su actual relación con los servicio de inteligencia del Estado (DINE, ANI, otros?) poco se sabe, aunque la nota del 28 de octubre da claras pistas acerca de una aún estrecha relación entre el diario y esos organismos.
No es misterio que se da una rutinaria relación entre el poder y los medios de comunicación. A través de los medios la élite se manda recados, se responde, se interpela, se orienta....y conspira. Efectivamente, la conspiración política tiene, hoy más que nunca, una dimensión fuertemente comunicacional, que a menudo involucra usar los medios en las opacas estrategias que despliega el poder. Sin embargo, lo que La Tercera hizo el lunes 28 rebasó esos límites, ese día el diario le demostró al país que conspira en conjunto con los servicios de inteligencia en su afán por desprestigiar, enlodar y desmovilizar la protesta social.
En una anterior columna acerca del rol de los medios en estos históricos días decíamos que “pronto aparecerá el tópico Venezuela”. No podíamos saber que La Tercera lo sumaría con el de Cuba, que operaría para ello con la inteligencia nacional, y que lo hiciera tan escandalosamente mal que tres días después, ante la inconsistencia, tuviera que publicar una disculpa y una “aclaración”.
Una “aclaración” que además, lo único que aclara es que, igual que en dictadura, La Tercera y los servicios de inteligencia del país operan y conspiran en alianza cuando de orden y patria se trata.