FOTOS | Barcelona en llamas: El pulso de la segunda jornada de protestas
El lunes por la mañana el Tribunal Supremo español condenó a nueve dirigentes políticos y civiles en el denominado “procés”. Se les imputó los delitos de sedición y malversación de fondos públicos. Las sentencias fueron entre los nueve hasta los trece años. Todo, por el referéndum ilegal efectuado el 1 de octubre de 2017.
Tras conocerse la sentencia, los catalanes se organizaron y respondieron a las convocatorias de Tsunami Democràtic (la mañana del martes el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, confirmó que se está investigando a quienes están detrás de esta plataforma) para dirigirse al aeropuerto de Barcelona (El Prat) y boicotear su funcionamiento. El resultado fueron 110 vuelos cancelados, graves incidentes y agresiones por parte de la policía. 131 personas fueron atendidas por el servicio de emergencias, entre ellas un joven que perdió un ojo. El Hospital de Bellvitge, donde fue atendido el herido, explicó que la herida ocular es “compatible” con el impacto de una bala de goma. Los Mossosd’Esquadra, la policía catalana a cargo del orden público, tienen prohibido utilizar estas balas desde 2015, cuando el Parlament lo ordenó. Pero la Policía Nacional, que estuvo en el aeropuerto, sí pueden utilizarlas. Desde el Ejecutivo elogiaron la coordinación de los cuerpos policiales.
Los vídeos de las golpizas por parte de la policía se viralizaron rápidamente y con ese precedente se hizo la convocatoria para el martes. Los CDR (Comités de Defensa de la República), Ómnium Cultural y la ANC (Asamblea Nacional Catalana) hicieron el llamado para concentrarse a las 19 hrs. a las afueras de la Delegación del Gobierno en Barcelona.
Lo que comenzó como una protesta pacifica terminó en cientos de barricadas e incontables cargas policiales por una de las zonas más turísticas de Barcelona. Paseo de Gracia, una enorme avenida repleta de hoteles de lujo, tiendas de moda y símbolos de la ciudad como la Casa Batlló del arquitecto modernista Antoni Gaudí, fue escenario de una batalla campal entre los manifestantes y la policía catalana que durante muchas horas no logró mitigar a una masa llena de rabia y convicción. Los gritos de protesta iban en contra de la policía y el gobierno central de España, y a favor de la libertad de los presos políticos y de la independencia.
Hubomotos incendiadas, cajeros automáticos destrozados a palos y tiendas vandalizadas (aunque muchos de los asistentes reprocharon estos actos). La situación más curiosa se vivió cuando los bomberos de la ciudad que iban a apagar una enorme barricada fueron interceptados por los manifestantes para que no lo hicieran y estuvieran de su lado. Los bomberos no apagaron el fuego, aplaudieron junto a los manifestantes y luego se fueron a otro sitio.
40.000 personas se concentraron según la Guardia Urbana. Todavía no se sabe el número de detenidos, mientras que 74 personas han tenido que ser atendidas en las diversas manifestaciones que se han producido por toda Cataluña, según el último informe de los servicios médicos. También hubo cortes de carreteras en diversos puntos de la comunidad autónoma.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha tachado de “inaceptables” las barricadas y ha llamado al diálogo. Desde Madrid condenan los hechos, los tildan de “violencia generalizada” y avisan que garantizarán la seguridad. Algunos toman esto como una amenaza implícita para tomar el control si continúan los disturbios, aplicando la Ley de Seguridad Nacional.
Lo concreto es que las manifestaciones están lejos de terminar. Para este jueves, los estudiantes (responsables en gran medida de las movilizaciones), han convocado otra protesta y ya está hecha la convocatoria para un paro general y una gran marcha de trabajadores y estudiantes para este viernes.
El futuro tanto en Cataluña como en el resto de España es incierto. Tras la ausencia de acuerdo, no pudo conformarse un gobierno y habrá nuevas elecciones el próximo 10 de noviembre. El presidente Pedro Sánchez descartó indultar a los condenados y ha endurecido su discurso en contra de los independistas.
Son las 2:45 de la mañana en Barcelona.Los helicópteros que han sonado durante los dos últimos días continúan haciéndolo. Todo hace pensar que esta semana ese será el sonido que acompañe las jornadas de los barceloneses.