Crisis ambiental provoca boicot comercial a soya, cuero y carne de Brasil

Crisis ambiental provoca boicot comercial a soya, cuero y carne de Brasil

Por: Victor Farinelli | 01.09.2019
Una de esas empresas es la estadunidense VF Corporation, dueña de más de 15 marcas de ropa como Vans, The North Face, Kipling y Timberland, entre otras, por lo que es una de las más grandes importadoras de cuero brasileño, y que fue más allá de la simple amenaza: aseguró que dejará de comprar de ese país mientras la situación en la Amazonía no se normalice. “Brasil no seguirá siendo nuestro socio comercial mientras no haya la seguridad de que los materiales usados en nuestros productos no estén contribuyendo para el daño ambiental en este país”, expresó la empresa, en una nota a la prensa.

Tras casi un mes entero de incendios en el Norte de Brasil, provocados por terratenientes apoyadores de Jair Bolsonaro, alentados por una política gubernamental de debilitamiento de los órganos de protección ambiental, el país sudamericano empieza a sufrir también las consecuencias comerciales por esa situación, que tiene a todo el mundo preocupado por los efectos que puede tener sobre el calentamiento global y el cambio climático del planeta.

Durante esta última semana, diferentes empresas multinacionales e incluso algunos países afirmaron estar considerando un boicot a la importación de productos que están entre las principales exportaciones de ese país, como la soya, el cuero y la carne.

Una de esas empresas es la estadounidense VF Corporation, dueña de más de 15 marcas de ropa como Vans, The North Face, Kipling y Timberland, entre otras, por lo que es una de las más grandes importadoras de cuero brasileño, y que fue más allá de la simple amenaza: aseguró que dejará de comprar de ese país mientras la situación en la Amazonía no se normalice. “Brasil no seguirá siendo nuestro socio comercial mientras no haya la seguridad de que los materiales usados en nuestros productos no estén contribuyendo para el daño ambiental en este país”, expresó la empresa, en una nota a la prensa.

Otras empresas todavía están en la fase de la amenaza, como la salmonera noruega Mowi, gran compradora de soya brasileña. “La situación en la Amazonía es inaceptable. Mowi está estudiando la posibilidad de tener otras fuentes para abastecer su material, mientras la situación no mejore”, declaró la empresa noruega, en un comunicado.

“Es importante que nosotros y todos los que compran bienes de consumo de Brasil dejen bien en claro que hay que preservar la Floresta Amazónica”, dice otro párrafo del comunicado de Mowi. Según la prensa noruega, la soya representa un 12% de las 350 mil toneladas de ración para los salmones producidas por año en ese país, y la mayor parte de esa soya utilizada proviene de Brasil. Según la Secretaría de Relaciones Comerciales de Brasil, las exportaciones de soya a Noruega rindieron al país sudamericano un total de 111 millones de dólares en el año de 2018.

También está el caso de Nestlé, la gigante transnacional suiza del rubro de los alimentos, que afirmó estar evaluando si seguirá comprando carne y cacao brasileño.

“Estamos profundamente preocupados con el tema de los incendios en la Floresta Amazónica revisando nuestra compra de subproductos de carne y cacao de la región, para garantizar que esté en línea con nuestros patrones de responsabilidad, y tomaremos las acciones correctivas que juzguemos necesarias”, afirmó la empresa, también a través de un comunicado.

También hay amenaza de boicot por parte de países, como es el caso de Finlandia, que pretende no solo dejar de importar la carne brasileña, sino que ha propuesto que esta posición se extienda a toda Europa.

El Ministerio de Finanzas del país nórdico ha expresado en un comunicado que “el ministro Mika Lintila condena fuertemente la destrucción en la Floresta Amazónica, y sugiere que la Unión Europea y el gobierno de Finlandia analicen urgentemente la posibilidad de prohibir la importación de carne brasileña mientras siga vigente esta situación”.

En el 2018, Finlandia gastó 2,26 millones de dólares en la compra de carne brasileña, mientras que la Unión Europea como un todo sumó un total de 476 millones de dólares en compras de ese producto, según números del Ministerio de Economía de Brasil.

Otra empresa que también afirmó querer actuar contra Brasil, pero en el mercado financiero, es el banco Nordea, la institución más grande de su rubro en los países nórdicos, que afirmó que suspenderá las compras de títulos del gobierno brasileño, debido a su preocupación con las respuestas dadas por el gobierno de Jair Bolsonaro hasta el momento, las que consideró “débiles”.