Los antecedentes del caso de Manuel Álvarez, el oncólogo denunciado por abuso sexual que continuó atendiendo en Magallanes
Hoy en la revista Sábado, apareció la historia de Gloria Montiel (49), la mujer de la ciudad de Punta Arenas que, un mes antes de fallecer de cáncer, denunció en junio de este año - por "actos impropios" - al médico que la atendía por su enfermedad: el oncólogo Manuel Álvarez.
Sin embargo, esta no era la primera denuncia que tenía el médico a su haber. Antes, en enero de este año, la Fiscalía formalizó a Álvarez por "abuso sexual reiterado" entre los años 2016 y 2017, época en la que el especialista trabajaba en la Clínica las Condes. La misma revista que ahora cuenta la historia de Montiel, recopiló los testimonios de cuatro víctimas y familiares de estas, sobre los abusos del doctor en el período señalado. Denuncias por las que el profesional aún sigue siendo investigado.
Manuel Álvarez Zenteno, de 58 años, es casado y tiene cuatro hijos. Estudió medicina en la Universidad de Chile y se especializó como internista en la Universidad Católica. Luego estuvo en el Instituto Nacional del Cáncer de Bethesda (Maryland, Estados Unidos), considerado uno de los mejores centros del mundo en el tema. Este médico que contaba con un gran prestigio, ha formado generaciones de médicos como docente de la PUC y creó el primer centro integrado del cáncer en el país, razones por las cuales es considerado una eminencia en la materia.
Llegó a la Clínica Las Condes en febrero de 2011 como médico adjunto y en 2012 asumió como director del Centro Clínico del cáncer. A fines de noviembre de 2017, personal de la Clínica Las Condes denunció “conductas impropias" del doctor Álvarez. La institución de salud comenzó una investigación que terminó con salida del médico del recinto privado.
Debido a esto, el Ministerio Público formalizó - en enero de 2019 - a Álvarez por “abuso sexual reiterado" entre los años 2016 y 2017. Otras siete denuncias se sumaron a la causa, una de la Clínica Las Condes y otras en el Hospital Clínico de la Universidad Católica, hechos que fueron dando cuenta que los abusos comenzaron mucho antes de su arribo al centro que lo despidió.
Sin embargo, el médico demando a la CLC por despido injustificado, y fue la Corte de Apelaciones la que le dio la razón, pues consideró que se vulneró su “derecho a la honra”. Por esto, se ordenó a la institución indemnizar al profesional por una suma de 250 millones de pesos.
Cabe mencionar que todos los casos por los que se le formalizó tienen un patrón común: pacientes con diagnósticos complicados de cáncer, que ven en la atención del médico su única opción para sobrevivir.
El caso de Magallanes
El médico retomó su labor profesional en el Servicio de Salud de Magallanes, con un cargo a contrata por 44 horas desde junio de 2018.
A mediados de junio, una paciente de 49 años, Gloria Montiel, que se atendía en la unidad de Alivio del Dolor por Cáncer y Cuidados Paliativos del Hospital de Magallanes, acusó de “actos impropios” al médico en su propio hogar. El 18 de julio, Montiel falleció a causa de su padecimiento. No obstante, su denuncia prosiguió.
El hospital de la ciudad inició un sumario interno y la Fiscalía inició una investigación, mientras la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de Servicios de Salud (Fenpruss) advirtió que había alertado de la situación. Mientras, la organización Mujeres de Punta Arenas acusó que no hubo ninguna prevención y, por su parte, la Agrupación de Pacientes Oncológicos aseguró que el Servicio de Salud debe hacerse responsable de los hechos.
En el reportaje de Sábado aparecen testimonios tanto del marido de Montiel como de sus hijas. En un pasaje del artículo se relata cómo Daniela Bórquez (hija) cuenta el sospechoso trato que había desde su madre hacia el profesional, lo que le indicaba que algo sucedía. Una vez, "antes de irse (de la pieza donde estaba Montiel) el doctor le dijo a mi mamá que todo iba a salir bien y que quería que supiera que nunca la iba a dejar sola. Mi mamá estaba callada, eso lo encontré raro". Así también, en uno de sus testimonios, Carlos Bórquez (pareja) dice que había ocasiones en qué el médico le pedía hablar a solas con Montiel, para lo cual le solicitaba que saliera de la pieza y que cerrara la puerta.
En una carta a sus pacientes, el doctor Álvarez se defendió diciendo: "Yo no soy un abusador de mujeres".
Quiénes se han pronunciado y en qué va el caso
La senadora Carolina Goic fue una de las primeras autoridades en pronunciarse al respecto, y lo hizo en La Tercera: “Me parece fundamental normar procedimientos frente a situaciones de acoso sexual, que sean conocidos y den garantías a todas las partes”. Opinó que el hospital de Magallanes debió esperar el fin de la investigación para contratarlo y presentó un proyecto de ley que busca “velar por el respeto de la dignidad y libertad de las personas, procurando evitar y sancionar conductas de acoso sexual en contextos de atención médica”.
Por su parte, el diputado Juan Luis Castro, integrante Comisión Salud, ofició a la Clínica Las Condes para conocer detalles del caso.
Así también la presidenta de la Agrupación de Pacientes Oncológicos de Magallanes, Pamela Ojeda, declaró al medio local El Pingüino que cree "que hay una responsabilidad del Servicio de Salud de haber expuesto a todas las pacientes que son atendidas al riesgo de sufrir un abuso y creo que de eso se deberían hacer responsables”.
También se pronunció al respecto la abogada Laura Albornoz, quien publicó una carta en El Mercurio llamando la atención sobre diferencias entre proceso penal y laboral, y la falencia del sistema judicial que ello supone: por un lado el médico estuvo formalizado por abuso sexual, y por otro fue beneficiado con una indemnización laboral.
Por último, el INDH también indagó sobre el tema y evalúa intervenir en la causa, realizando una denuncia administrativa.
Hoy el doctor Álvarez se encuentra suspendido de sus funciones en Magallanes, aunque algunas fuentes afirman que se rescindió el contrato y otras que él mismo renunció.
Otras fuentes indican que también estaría trabajando en la Clínica Indisa como parte del staff de oncólogos. Se desconoce si continúa ahí y si tiene contacto directo con pacientes. Todo esto mientras la investigación penal aún está en curso y una nueva víctima denunció abusos a la Clínica Las Condes.