La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), la Coordinadora de Padres y Apoderados por el Derecho a la Educación (Corpade), Asociación de Académicos de la Universidad de Chile, entre otras, llamaron a rechazar la idea de legislar el proyecto de ley de Aula Segura para las universidades.

Este fue calificado de "panfletario" y "demagógico" por los y las distintas representantes de los diversos colectivos, quienes establecieron que esta medida no busca solucionar el problema de la violencia, sino que por el contrario, viene a criminalizar a los y las estudiantes, quitando beneficios y generando un ambiente propenso al desarrollo de conflictos dentro de los espacios educacionales.

Emilia Schneider, presidenta de la FECH, señala que existe una maniobra política para favorecer la implementación de programas que vayan acorde a la agenda del gobierno. “Criticamos el aprovechamiento político de Chile Vamos justamente de colgarse de estos hechos violentos para instalar su agenda de criminalización y contra la educación pública, a la vez que ignora la violencia contra las mujeres y la diversidad sexual", dice la dirigenta.

"Respecto al actuar de la ministra Cubillos, valoramos que haya cierto grado de racionalidad del ministerio de educación, ya que hay facultades para sancionar e investigar este tipo de hechos en los establecimientos. Pero nos parece oportunista de parte de una ministra que promovió el debate de Aula Segura en los colegios, donde también habían facultades para sancionar y donde se ha radicalizado el conflicto a raíz de estas políticas", sostiene Schneider.

Por su parte, la vocera de la Confech, Belén Larrondo, emplaza a Chile Vamos "a reflexionar de forma más profunda y a entender la educación chilena, no sólo se trata de instalar Aula Segura sino que se trata de mejorar la calidad de la educación para todos en nuestro país".

Dafne Concha Ferrando, presidenta de Corpade, también tuvo palabras de rechazo en nombre de las madres, padres, apoderados y apoderadas de estudiantes, para un plan que ya mostró sus falencias en la educación secundaria. "Se ha planteado un proyecto de criminalización, represión y quitar recursos a los estudiantes. Es decir, una política de terror. Los estudiantes secundarios están viviendo el fracaso de la política de Aula Segura y hoy tenemos los mismos conflictos. La represión no va generar cambios en esa conducta, sino agudizarla”, dice Concha.

Por último, la Asociación de Académicos de la Universidad de Chile también se manifestó en contra de este proyecto. Fue Jorge Martínez Ulloa el vocero de este colectivo, que mostró preocupación principalmente por la presencia permanente de Carabineros en la institución educacional, con o sin provocación desde el interior. "La única solución para este problema es más democracia y, en nuestro caso, la triestamentalidad”, concluye el docente.