Luego de 22 años fuera del país, tras protagonizar la cinematográfico huida de la Cárcel de Alta Seguridad, el frentista Patricio Ortiz regresó a Chile. Durante años vivió en Suiza, donde ha realizado diversos trabajos para sobrevivir, desde cuidador de ancianos a instructor de mujeres agredidas.

En su retorno al país, Ortiz aseguró que buscaba un "reencuentro con mi gente, con mi historia”. En este sentido, explicó a Interferencia que "he estado afuera no solo en términos de distancia física, sino que en una distancia también cultural y emotiva. Que tiene que ver por un lado con la cosa física, pero también con la parte simbólica".

El ex frentista se mantiene crítico de lo ocurrido con la transición tras la dictadura de Pinochet y cuestionó el presente del bloque de izquierda.  "Esta nueva izquierda, el Frente Amplio, es una izquierda que no cuestiona al capitalismo en su esencia. No cuestiona la invasión, no cuestiona el neocolonialismo y al final dice, por ejemplo, que hay una dictadura en Venezuela. Todo es parte de una incapacidad nuestra también", sostuvo.

Ortiz también habló sobre la reacción de la UDI tras su llegada a Chile, señalando que "hay que entender que la UDI es un partido que surge en la dictadura, con los sectores más recalcitrantes, con su mentor ideológico, Jaime Guzmán. Históricamente ha tenido inserción pluriclasista, pero en su esencia es un partido de neofascistas, de neopinochetistas, que ha vehiculado la esencia de la dictadura. El legado fundamental de la dictadura cívico militar es la UDI".