No era su primera batalla decisiva en el parlamento, pero trajo muchas preocupaciones en el bolsonarismo que la Cámara de Diputados aprobara tan rápidamente un proyecto que anula los efectos de la nueva Ley de Acceso a la Información (LAI), un decreto que permitía imponer carácter “secreto” o hasta “ultrasecreto” a documentos públicos y datos de la administración cuando eso sea requerido por las autoridades.

El proyecto de anulación tuvo 296 votos a su favor, de un total de 513. Todavía será votado por el Senado, donde también necesita una mayoría simple (42 votos de un total de 83).

La nueva Ley de Acceso a la Información (LAI)  fue una de las primeras medidas del gobierno de Bolsonaro, y generó sorpresa, por ser una medida que limita el acceso a las informaciones (en contradicción con su nombre, incluso) impulsada por un gobierno elegido por su discurso de combate a la corrupción. Y además con la complicidad de un ministro de la Justicia que no es otro sino Sérgio Moro, el juez alabado por la derecha por haber sido el que dió sentencia de cárcel a Lula da Silva en 2017, en el marco de la Operación Lava Jato. Además, la antigua LAI, que mantenía un sistema de total acceso de a los documentos y datos gubernamentales (justamente lo que posibilitó que existiera la Operación Lava Jato) fue obra del gobierno de Lula.

Tanta polémica hizo que diferentes grupos opositores al gobierno unieran sus fuerzas para presentar un proyecto en carácter de urgencia, para suspender los efectos de esa nueva LAI. Con la unión de fuerzas que incluyó desde los partidos de izquierda, como el PT (Partido de los Trabajadores, de Lula da Silva y Dilma Rousseff) y PSOL (Partido Socialismo y Libertad, de Marielle Franco e Guilherme Boulos), pasando por la centro-izquierda del PDT (Partido Democrático Laborista, de Ciro Gomes, el tercer colocado en los comicios) y de la Red Sostenibilidad (de Marina Silva) e incluyendo también algunas figuras de la centro derecha del PSDB (Partido Social Demócrata Brasileño, del ex-presidente Fernando Henrique Cardoso) y del MDB (el Movimiento Democrático Brasileño, de Michel Temer).

Aunque no se trata de un proyecto emblemático, la derrota demuestra una preocupante señal de debilidad faltando pocos días para la votación que sí será una de las más importantes para el oficialismo: la reforma previsional, que deberá iniciar sus trámites también en esta semana.