Con guiños autoritarios: Brasil prepara la investidura de Bolsonaro como su nuevo presidente
Este 1 de enero de 2019 será el día en que el ultraderechista Jair Bolsonaro asumirá oficialmente como presidente de Brasil, y por eso, durante esta jornada se preparan los últimos detalles para la ceremonia de cambio de mando.
Para el evento, que se llevará a cabo en la ciudad de Brasilia, el Ejército y la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) se han encargado de preparar un inédito plan de seguridad para la defensa del nuevo presidente, que contará con artillería militar pesada, más de 12 mil efectivos, y se consolida como el mayor esquema de seguridad ya montado para un evento de este tipo en el país.
Lo anterior debido a que Bolsonaro ha sufrido diversas amenazas, entre ellos, la de un grupo autodenominado "Maldición Ancestral", quienes a través de un comunicado indicaron que tienen "armas y explosivos distribuidos por Brasilia, y que Bolsonaro -que sobrevivió a una puñalada- podrá ser sorprendido en cualquier momento".
La misma ceremonia ya es la primera muestra del gobierno que se viene y con tintes autoritarios: Por primera vez desde el retorno de la democracia, el evento no permitirá que periodistas y fotógrafos transiten por los alrededores de la Plaza de los Tres Poderes, donde están las sedes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, además de la Cancillería y los edificios de todos los ministerios.
Al menos no podrán hacerlo acreditados, aunque también al público en general que pretenda asistir al evento habrá la prohibición de portar celular y registrar imágenes. Por otra parte, tampoco está programado el desfile en carro abierto del presidente tras vestir la banda presidencial, como hicieron sus cuatro antecesores post dictadura.
Entre los asistentes a la ceremonia no se encuentra el Partido de los Trabajores (PT), la coalición de Lula Da Silva, que descartó asistir al cambio de mando.
En tanto, se espera la presencia de por lo menos doce jefes de estado y de gobierno, entre ellos, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.