Durante este martes fue detenido como sospechoso del crímen de la profesora Laura Luelmo, uno de los vecinos de la víctima, Bernardo Montoya, quien luego de varias horas de interrogatorio terminó confesando el asesinato.

Montoya había salido de la cárcel hace dos meses luego de cumplir una pena de dos años y 10 meses por robo con violencia. Antes de eso, había estado preso por el asesinato de una mujer. El hombre fue detenido por la Guardia Civil luego de intentar escapar al darse cuenta de que era vigilado.

Los primeros antecedentes indicarían que el hombre atacó a la mujer y la introdujo en el maletero de su auto -luego de verla salir de su casa- para trasladarla después a una zona alejada del pueblo. El asesino ha sido puesto a disposición de la justicia y ya han declarado varios de los testigos con el fin de reconstruir los hechos.

Tras la declaración de Montoya, la policía descartó que la joven estuviera retenida durante varios días antes de matarla. En tanto, los primeros resultados de la autopsia indican que Laura Luelmo falleció entre el 14 y el 15 de diciembre, esbozándose la hipótesis de que la mujer permaneciera malherida en el lugar donde fue abandonada.

Víctima y agresor habían llegado hace poco tiempo a vivir a esta localidad. Luelmo recientemente había conseguido un empleo  en el Instituto de Nerva. Los vecinos, por su lado, comentaron que el hombre la observaba y que la joven sentía inseguridad a causa de este hombre.

La policía presume que la profesora fue golpeada "con un objeto contundente" en la frente, lo que según los primeros resultados de la autopsia fue la causa de la muerte.