Cathy Barriga responde a los cuestionamientos y pide "alto al bullying": "Las personas que me cuestionan, con todo respeto, dan pena"
Fiel al marcado estilo que ha tenido en sus dos años como alcaldesa de Maipú, Cathy Barriga decidió utilizar su Instagram para responder a los cuestionamientos que ha recibido en las últimas semanas, que van desde la entrega de un galardón a su hijo en la fonda oficial de la comuna hasta las llamativas compras de collares para regalo y el gasto de fondos de Educación en los muñecos emblema de su gestión.
"No puedo hacer la vista gorda, tengo que aclararlo porque hay algunos medios de comunicación que dicen cosas que no son ciertas", dice en la grabación, mientras mostraba la transmisión en vivo de un canal de TV que está discutiendo sus polémicas.
Para Barriga, todas las denuncias en su contra tienen el origen en "concejales que representan partidos que distorsionan cualquier realidad" y que los medios, en particular los matinales, "festinan" con su imagen. "Les aclaro que los recursos están asignados para cada ítem, uno no anda sacando de un lado a otro, es administración y si uno es capaz de hacer una administración inteligente, con obsequios interesantes y atractivos para la comunidad, es otro problema", afirmó. Entonces, la alcaldesa toma el collar que tiene en su cuello, las joyas de marca Swarovski en las que gastó $15 millones, para decir que "llevo este sol con mucho orgullo, como muchas vecinas y funcionarias".
"Cuando llegué pregunté cuánto se gastaba en este tipo de regalos. Antes salían entre 40 mil y 50 mil pesos. Este sol que tiene un significado y una connotación para esta gestión, es el sol del Maipú que renace, y sale 15 mil pesos más iva (...) Hemos hecho este reconocimiento a la mujer, es un colgante y se trata de optimizar los recursos. Esto es esperado, anhelado por la comunidad, se entrega a las funcionarias. La verdad es que si les hablo de números, los años anteriores se gastaban 110-120 millones en reconocimientos, yo gasto 50, incluyendo el sol de cristal y otros regalos", continuó.
"Renacín y Smapina"
Entonces, la alcaldesa tomó en sus manos a los peluches "Renacín" y "Smapina", en los que gastó $54 millones con fondos provenientes de la cartera de Educación y los defendió porque transmiten un mensaje de "cuidado del medio ambiente y de reponer las matrículas en los establecimientos educacionales". "Ellos proyectan el agua pura de Maipú y el sol, la energía que nos da vida y que renace en Maipú", dijo.
"Las personas que me cuestionan, con todo el respeto, dan pena. Al hablar tienen que informarse del trasfondo de lo que se hace, yo vengo de la televisión, estuve 20 años y es triste ver cómo los medios dicen lo que quieren, es triste como utilizan esto de forma negativa, con una falta de ética", agregó, argumentando que por esa razón ya no responde a los medios y utiliza su Instagram para comunicarse con sus electores.
Barriga, entonces, continuó con los ataques. "Me he desilusionado de algunas personas en política, yo los llamo parásitos (...) estos concejales diputados, que van a Contraloría todas las semanas para pedir destitución, dejan mucho que desear", señaló.
Para la alcaldesa, las denuncian "son inventos que nacen de medios politizados...estoy cansada. Hay personas que me preguntan 'catita, ¿es cierto que venderá el agua?' y de verdad se me parte el corazón. Una cosa es la política, que sé que es sucia, pero esto es mala intención de dañar, de inventar situaciones que no son. Vengo de familia humilde, sencilla, tradicional, apegada a las normas, a lo correcto, ¿es tan difícil de entender?".
Por último, Barriga se refirió al premio de su hijo, el que dijo que "fue pagado de mi bolsillo porque me anticipé a la mala intención".
"Los concejales están para eso, trabajan paras sus partidos, yo no soy militante, yo trabajo para la gente, esa gente que nunca había recibido beneficios de un partido. Nosotros ayudamos a cada personas que se acerca", aseguró, agregando que "me pueden criticar por mucho, por ser bailarina, por cosas físicas, descalificaciones, lo que quieran, pero jamás ladrona ni mentirosa. Es vergonzoso ver a gente que quiere destruir (...) esto tiene un nombre y es bien conocido: Alto al bullying. Los adultos que promueven el hablar tan mal de la gente, dense el tiempo de averiguar, de tener pruebas antes de llenarse la boca de mugre. La maldad les va a pasar la cuenta el día de mañana", finalizó.