La presidenta de la Cámara de Diputados, Maya Fernández, se comprometió el pasado mes de mayo a impulsar un nuevo protocolo interno en materia de acoso sexual. Precisamente ese ha sido uno de los objetivos de la comisión especial designada por Régimen Interior y liderada por Fernández, ha trabajado el “Protocolo de prevención y sanción del acoso sexual”, el que busca que la Cámara Baja se convierta en un espacio “libre” de estas prácticas y actualizar la normativa. Actualmente, si se presenta una denuncia contra algún parlamentario, esta debe ser canalizada mediante la Comisión de Ética, cuyo código no establece dentro de sus prohibiciones -explícitamente- esa conducta.

Según detalla La Tercera, el borrador del protocolo establece que se aplicará sobre cualquier persona que cumpla funciones dentro o fuera del edificio de la Cámara de Diputados, incluyendo explícitamente “a diputados y diputadas”, quienes hoy no están contemplados bajo el reglamento de Orden, Higiene y Seguridad que rige a los funcionarios de esa Cámara en materia de acoso. Además, podría hacerse extensivo a personas ajenas a la corporación (por ejemplo, periodistas, expositores, visitas).

Un coordinador o coordinadora de Políticas de Género recibirá y canalizará las denuncias para luego derivarlas a quien le corresponda llevar adelante la investigación. Si la denuncia se dirige contra algún parlamentario, será otro diputado, elegido al azar por la Comisión de Régimen Interno y perteneciente a un partido distinto al del acusado o acusada, quien liderará la indagatoria y actuará como relator ante la misma instancia.

El documentos establece también el tipo de sanciones, la derivación al Ministerio Público en caso de comprobarse el delito, una distinción entre el acoso vertical -es decir el que se da en medio de una relación de subordinación, y el horizontal, es decir, el que se da entre pares-, y medidas para la revictimización de las denunciantes.

Los últimos detalles del borrador serán revisados en la próxima sesión de la comisión especial, luego pasarán a la Comisión de Régimen y, finalmente, será la sala la que apruebe o rechace la nueva normativa.

En el caso del Senado, el jueves pasado se dictó la resolución que modifica el Reglamento de Orden, Higiene y Seguridad de esa corporación, en materia de acoso sexual. Al igual que en el Congreso, el nuevo protocolo amplía el alcance de personas que pueden denunciar acoso sexual al interior de la Cámara Alta "a cualquier persona que preste servicios a la Corporación, cualquiera sea su calidad jurídica o forma de contratación de las personas involucradas", dice el texto.