Durante el pasado 23 de abril comenzó el proceso de regularización migratoria del Ministerio del Interior, que tiene como objetivo, en palabras de La Moneda "ordenar la casa".

Según estimaciones del ejecutivo, cerca de 1.119.000 extranjeros residen hoy en Chile y 300 mil de ellos estarían en una situación irregular, por que lo cual deberían actualizar su información o inscribirse. Una de las promesas realizadas por Piñera es que podrían quedarse todos los que no tengan antecedentes penales en su país de origen o estén cumpliendo alguna condena en Chile, pero regularizando su situación para recibir una visa.

Además también se buscará expulsar del país a quienes sí tengan antecedentes. El proceso ya está en marcha y se produce de una coordinación entre el Ministerio del Interior y la PDI: "Producto de todo este esfuerzo que está haciendo el Ministerio del Interior con la PDI, vamos a pasar las dos mil expulsiones este año. Esa es una señal clara e inequívoca de que nos tomamos en serio el concepto de ordenar la casa", recalcó el subsecretario Rodrigo Ubilla.

El proceso consta de tres etapa: La primera consiste en identificar a los extranjeros que ya cumplieron su condena en Chile y, por ley, deben ser expulsados. Luego identificarán a aquellos que son infractores de la ley migratoria porque están en el país en una situación irregular, aunque sin antecedentes penales.

Por último a partir del 23 de julio, último día después del cierre de la inscripción en el proceso de regularización, se sancionará a los extranjeros que no se registraron dentro del plazo indicado por el Gobierno.