Ítalo, ganador de Pasapalabra, pide justicia para Nicole Saavedra: "Hay gente impune ante crímenes homofóbicos”
Llegó sin mayores expectativas y terminó ganando en uno de los capítulos más icónicos de Pasapalabra. Hablamos de Ítalo Tamburrino, el biólogo ambiental, que obtuvo el premio de 36 millones de pesos junto a cientos de aplausos por su contundente respuesta al final del programa.
“Nos siguen matando”, le dijo el joven de 25 años a Julián Elfenbein, después de que el conductor le preguntara si pensaba casarse con su pareja homosexual, luego de que ambos se dieran un espontáneo beso delante de las cámaras como celebración de la victoria junto a Sujey Jara.
“Es increíble que uno pueda tener la libertad de decir quién es, a quién ama, sin vergüenza ni miedo, en TV porque es muy importante que los que somos parte de la comunidad de la diversidad sexual y tengamos la oportunidad, lo hagamos”, comenta Ítalo en conversación con El Desconcierto.
Para el egresado de la Universidad de Chile, hacer esto en televisión era también un acto político, ya que visibilizar la diversidad sexual “ayuda a muchos niños y a quienes tienen prejuicios a entender quiénes son, a quitarse las ideas erróneas y eso nos hace bien a todos. Se da el mensaje a la gente de que no hay nada de malo en ser homosexual, lesbiana o trans, sino que estamos en todas partes y somos igual que el resto y eso es lo bueno de la visibilización”.
En su intervención al final del programa, el segundo más visto del fin de semana y solo superado por “Efecto Mariposa”, entregó uno de los momentos más comentados en redes sociales. Y es que es difícil que en un show de entretenimiento, donde todo suele estar cronometrado al detalle para no incomodar a nadie, se puedan poner sobre la mesa estos temas.
“El matrimonio igualitario es muy importante y el hecho de que exista en el parlamento la noción de que el matrimonio entre dos personas del mismo sexo es igual de válido que el heterosexual, sienta un precedente”, profundiza el joven ganador, sin embargo, reitera que “no podemos quedarnos en que nos podemos casar y adoptar, porque hay gente que se queda impune ante crímenes homofóbicos”.
Y es este punto el que marca la diferencia para él en las prioridades de la agenda legislativa en materia de diversidad sexual y de género. Ítalo recuerda a Nicole Saavedra, la joven que fue asesinada por ser lesbiana hace dos años y cuyo caso aún no está resuelto: “No puede ser que aún existan crímenes de odio y nadie se está haciendo cargo de esta situación”.
Para Tamburrino el problema social es mucho más profundo. “Vivimos en un sistema basado en el patriarcado que aún hace sentir que los hombres son superiores a las mujeres y que sigue perpetuando las desigualdades de género, los estereotipos”, argumenta a la hora explicar por qué la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género van por buen camino, pero son insuficientes. ¿La batalla principal? Para él es una sola: La educación.