Normas y sanciones ante las prácticas machistas. Esa es la principal demanda con que un contingente del Frente Feminista Socialista exigirá desde esta tarde a la Conferencia Nacional del Programa y Organización del Partido Socialista compromisos concretos más allá de declararse simplemente como una colectividad "feminista".

“No contamos con un protocolo contra el abuso y acoso sexual ni nada relacionado con la violencia de género”, dice al respecto la vocera del Frente Feminista, Milenka Toro, quien también apunta que al interior del PS hay arraigada aún una cultura machista.

"El poder en el PS se ha entendido como un poder masculino. La historia de las mujeres feministas se ha desarrollado fuera del partido, porque ahí no hay espacio”, dice en conversación con La Tercera PM, añadiendo que en la tienda que hoy está encabezada por Álvaro Elizalde “las mujeres somos las que tomamos actas en las reuniones, asumimos las labores administrativas, las que preparamos el café, las que compramos los pasajes”.

Toro asegura que dicha "mala costumbre" tuvo una robusta expresión durante la Unidad Popular. “Las generaciones más antiguas han considerado la lucha feminista como algo secundario”, dice la vocera.

"A pesar que Salvador Allende tuvo dirigentas mujeres, eran minoría. Hay una frase de la Julieta Kirkwood (histórica dirigenta feminista) que dice que cuando ganó la UP, el Chicho llamó a los hombres a ir a sus casas a abrazar a sus mujeres, y ella se pregunta: '¿Y las mujeres qué? ¿Cuál es nuestro rol?'. Esa tensión ha existido siempre", apunta.

"Las feministas nos dividimos en esta contradicción de que no hay que juzgar el pasado con los ojos de hoy. Si miramos el pasado, la conducta que había en la Unidad Popular dejaba a la mujer relegada a un segundo plano, a rol clásico de 'labores de apoyo'. Si la miramos con ojos de hoy, había arraigado un machismo, una tradición machista y que quizás hasta hoy la vemos en el PS", finaliza Toro.