Hace pocos días, el hermano de Fernando Karadima, Óscar, dio una entrevista en donde revela el dolor que ha significado para la familia enfrentar los hechos de abuso sexuales que protagonizó el religioso con diversas víctimas.

"La honra de mi familia está en el suelo. Yo he leído en redes sociales 'familia Karadima, familia de degenerados, familia encubridora, pedófila, porque encubren a un pedófilo'. Y con eso yo lloro. Me indigna, porque sé que no somos así. Somos una familia buena, trabajadora. Nunca le hemos hecho daño a nadie (...) mató el apellido, mató nuestra sangre. Fernando nos mató como familia con esto", señaló el hermano menor del sacerdote condenado por el Vaticano.

Óscar Karadima cree que su hermano es culpable de los hechos que se le acusan y lo llamó a pedir perdón. Sin embargo, Santiago Soto, médico personal del religioso, asegura que su paciente está muy lejos de pedir perdón. El especialista lo visitó hace dos semanas y señaló que "nunca ha pedido perdón porque dice que no ha cometido delito alguno" y aseguró que se encuentra en buenas condiciones físicas, pero no psíquicas.

"Está con una depresión y tristeza muy grande y con angustia, porque cree que es una cuestión injusta lo que le está pasando. Tiene una sensación de injusticia y que existe un exceso de castigo sobre él", aseguró Soto.

Óscar fue uno de los laicos que viajó al Vaticano junto al grupo de víctimas, para reunirse con el Papa Francisco. En la instancia, el Pontífice le entregó un mensajes para la familia: "A la familia de Óscar Karadima, con mi bendición y mi dolor por tanto sufrimiento que llevan. A nombre de Fernando, mudo e incapaz de caer en la cuenta, les pido perdón", dijo.

El hecho fue celebrado por las víctimas del ex párroco de El Bosque. De hecho, José Andrés Murillo señaló que "la familia Karadima ha pagado un precio enorme e injusto por lo que hizo Fernando Karadima, pero sobre todo la jerarquía chilena, al darle poder y protegerlo. Todo mi apoyo a Óscar y familia".