Fue el primer partido de una historia repetida, pero no decepcionó a nadie.

Por cuarta vez consecutiva, los Golden State Warriors y los Cleveland Cavaliers se enfrentan en las finales de la NBA. Y en el primer duelo, jugado en el Oracle Arena de Oakland fue a tono: Triunfo para los locales en la prórroga y con una actuación deslumbrante de quien pasará a la historia como uno de los mejores de todos.

Con 51 puntos, LeBron James agrandó su leyenda y se convirtió en el primero -desde la era Jordan- en superara la marca de la media centena en unas finales. Pero no fue suficiente para el triunfo de los Cavs.

El conjunto de James se farreó la oportunidad de dar el primer golpe. Cuando faltaban solo cuatro segundos para el final y estaban empatados a 107 puntos, tenían un tiro libre para definir todo. Pero George Hill falló, ante las miradas de desesperación de James. Así llegó el tiempo extra.

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En la prórroga, resaltó el trabajo en equipo de los actuales campeones ante el cansancio de la estrella de la noche. Los Warriors se hicieron del talento de Klay Thompson y los descobellantes Stephen Curry y Kevin Durant para fijar la ventaja y cerrar el partido a través de su marca registrada: series de lanzamientos de tres puntos. Y terminaron por hundir a los Cavs por 124-114.

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La acción volverá el domingo por la noche, nuevamente en el Oracle Arena de Oakland.