"Me casé con un comunista", la obra de Philip Roth (1933-2018) que retrata el maccarthismo en el EEUU de los '50
Una insuficiencia cardíaca congestiva en un hospital de New York, la noche del martes 22 de mayo de 2018. Así es como dejó de existir Philip Milton Roth, reconocido novelista y considerado un tesoro americano por su extenso trabajo literaria, donde profundizó como nadie la identidad americana y judía posterior a la Segunda Guerra Mundial.
En su obituario, The New Yorker -medio donde Roth colaboraba- ha recordado los temas preferidos del autor: “la familia judía, el sexo, los ideales americanos, la traición de los ideales americanos, el fanatismo político y la identidad personal”.
Publicó 27 novelas -una cada dos años- hasta 2012, año en que anunció que dejaría de escribir. En una de las últimas entrevistas que concedió, publicada en The New York Times en enero, el autor decía que se pasaba el día leyendo, actividad que había sustituído a la escritura: “En pocos meses dejaré la vejez para adentrarme en la vejez profunda [cumplirá 85 años el 19 de marzo]. Me parece asombroso seguir aquí al final de cada día. Al acostarme sonrío y pienso: ‘He vivido un día más’. Y me fascina despertarme ocho horas más tarde y seguir aquí: ‘He sobrevivido otra noche”.
Ganador de casi todos los más prestigiosos premios literarios -incluido el Pulitzer-, Roth es recordado por obras como "Goodbye, Columbus" (1959), "El lamento de Portnoy" (1969) y "El teatro de Sabbath" (1995), pero sobre todo por su laureada "trilogía americana", la cual está compuesta por las novelas "Pastoral americana" (1997), "Me casé con un comunista" (1998) y "La mancha humana" (2000).
El amor en tiempos del anticomunismo
Justamente una de estas obras, "Me casé con un comunista", retrata uno de los periodos más oscuros de la historia norteamericana del siglo XX a fines de los '40 y principios de los '50: la época del maccarthismo. Inspirada en el nombre del senador republicano Joseph Raymond McCarthy, quienes durante 10 años, y en plena Guerra Fría, se hizo famoso por la cacería anticomunista que llevó contra cualquier sospechoso de ser agente soviético o simpatizante de las ideas de izquierda.
Escrita en 1998 y galardonada con el Ambassador Book Award, la historia trata sobre Ira Ringold, un célebre actor de un programa radiofónico casado con una estrella del cine mudo de los '20 y también actriz radiofónica, quien luego de un quiebre amoroso escribe un libro llamado "Me casé con un comunista", lo cual hace aparecer al actor en varias listas de sospechosos de pertenecer al Partido Comunista y acaba con la ascendente carrera de Ringold.
El crítico José Antonio Gurpegui, en un texto publicado en El Cultural, desmenuza la importancia de esta obra, la cual está inspirada también en la vida del mismo autor: Roth estuvo casado con la actriz Claire Bloom, quien, tras el divorcio, publicó un libro de memorias en el que Roth no salía bien parado. Así se refiere Gurpegui a esta icónica obra del escritor judío:
"Me casé con un comunista" responde a todas las características que encontramos en el corpus literario de Roth: una estructura sólidamente construida; un desarrollo argumental nítido y realista, un diseño de los personajes coherente y verosímil, y un estilo elegante, y todo ello magistralmente acompañado de la dosis correcta de ironía, política y antisemitismo que dotan a su narrativa de un sabor irrepetible.
Aunque el título, y el contenido, tienen a la “caza de brujas” de McCarthy como centro argumental, lo cierto es que el trasfondo político funciona más como el referente temporal, por supuesto que con todas sus implicaciones fundamentales, que como esencia temática. Nada tiene que ver esta novela, por ejemplo, con aquella Our Gang (1971, La pandilla) donde se ridiculizaba el gobierno Nixon.
Se trata más bien de profundizar en la realidad norteamericana tomando como modelos a personajes concretos en situaciones determinadas. Algo similar, si no idéntico, a lo que encontramos en Pastoral Americana, si bien en aquella novela se trataba del conflicto generacional y el sueño americano. Las novelas de Roth alcanzan plena significación cuando se entienden dentro del contexto general de su producción narrativa. Pero ello no es un impedimento para que podamos disfrutar cada una de ellas de forma aislada, y gocemos de un autor tan irónico como ingenioso.