"Rojo": Nostalgia o melancolía la de TVN

Por: Jaime Coloma | 19.04.2018
No sé si Rojo será un éxito, ni siquiera creo que pueda verlo, trabajo en ese horario, lo que si espero es que sea algo realmente nuevo, no se recupera una melancolía tapando lo que se perdió y se quiso con una copia, aunque pensándolo bien no sé si las audiencias tengan ya esa sensibilidad

Hace ya varios años tomé un seminario desarrollado por el ICHPA (Instituto Chileno de Psicoterapia Analítica) dado por el psiquiatra y psicoanalista ya fallecido Gabriel Brudnick donde hablaba de la diferencia entre tristeza, nostalgia y melancolía. Resultaba interesante ver como la nostalgia y la tristeza tienen un espacio recuperable en nuestra psiquis en tanto se acepte la perdida de algo o alguien querido y no se busque necesariamente reemplazarlo o negarlo, por el contrario la melancolía era más compleja ya que el aparato psíquico resolvía la perdida anulando una característica propia (matando un rasgo personal) y reemplazándola de manera artificiosa por aquella perdida que no toleramos y no supimos elaborar. Esto que es aplicable a una persona, también lo es a una institución o empresa y por supuesto a un canal de televisión.

En estos días se ha levantado una pequeña polvareda mediática respecto al retorno de un programa de talentos que nutrió nuestra farándula nacional durante años y posicionó nuevos artistas en nuestro limitado y egocentrado mundo del espectáculo, obviamente me refiero a Rojo, programa del que forme parte de manera casual desde sus inicios hasta que decidí emprender rumbo a otros horizontes/canales de televisión. Mi paso por ahí duro 6 años desde aquella prueba técnica donde sólo participé de relleno hasta que decidí quedarme como jurado junto al querido Edgardo Hartley y varios expertos que ocuparon el tercer lugar de ese podio que elegía o mandaba a la capilla a los noveles artistas.

Desde esos años han pasado muchas cosas, falleció uno de los comunicadores emblemáticos de nuestro mundo farandulero junto a otros importantes personajes del quehacer nacional en un viaje de ayuda a la isla de Juan Fernández, Televisión Nacional de Chile perdió la mística decían y como un deudo que no sabe ni quiere aceptar una perdida, no sólo no hizo el necesario duelo sino que además trato de reemplazar al fallecido animador, también terminó el programa al que hago referencia al inicio de esta columna y, cambio el escenario comunicacional y mediático del mundo.

Televisión Nacional de Chile ha dado desde entonces palos de ciego sin saber cómo resolver y retomar su perdido liderazgo además de nunca haber entendido a nivel de cultura empresarial que el manejo de una perdida se desarrolla desde la aceptación y elaboración de la misma, es entendible considerando que en Chile la salud mental personal y empresarial no son consideradas como algo importante dentro del manejo propio de los quehaceres socio culturales.

Tomando todo esto en cuenta me atrevo a decir que el problema de TVN a nivel interno y que, obviamente se refleja en su pantalla, es una melancolía no resuelta donde no se ha entendido que el tiempo pasó y que hay que, realmente dar vuelta la página.

No sé si es buena o mala idea reflotar un programa de talentos que tuvo su espacio de manera gloriosa durante varios años y que la misma ambición mató, no es el foco que quiero dar acá. Me parece fundamental que se entienda que la alicaída industria de la televisión esta así por soberbia, por no escuchar ni ver, menos leer a sus audiencias, por no entender que es una industria que conlleva en si misma emocionalidad desde los productos que nos impone hasta la relación que establece con las audiencias, que tiene un rol social y que no sólo debe sostenerse en torno a la idea de cómo consumir más y mejor. Sé que mi visión es utópica pero más allá de utopías la idea es que ésta potente industria que efectivamente tiene poder en decisiones, relatos y dinámicas culturales crezca y se mantenga bien y no termine siendo y fomentando la idea del desecho como forma de vida.

Como decía, no sé si Rojo será un éxito, ni siquiera creo que pueda verlo, trabajo en ese horario, lo que si espero es que sea algo realmente nuevo, no se recupera una melancolía tapando lo que se perdió y se quiso con una copia, aunque pensándolo bien no sé si las audiencias tengan ya esa sensibilidad. Quizás el anestesiamiento constante de todos estos años haya surtido efecto y de lo mismo, todo de lo mismo.