Si alguien pensaba que la criminalización a la homosexualidad era cosa de países musulmanes, es porque todavía no conoce la situación de Brasil tras el golpe de Estado de 2016.

Este martes 27 de marzo, el Consejo de Ética del Congreso brasileño aceptó una denuncia de la llamada “bancada evangélica” en contra del diputado Jean Wyllys, el único parlamentario brasileño abiertamente gay y conocido defensor de la causa.

En el pedido, los evangélicos acusan a Wyllys de “apología a la perversidad sexual y al uso de drogas”. Entre las pruebas presentadas están algunas opiniones publicadas por el diputado en favor de la diversidad sexual y de la despenalización de las drogas (otra de las banderas defendidas por el parlamentario, que pertenece al PSOL de Río, el mismo partido de Marielle Franco, la concejala asesinada hace dos semanas).

Uno de los videos anexados a la denuncia es una entrevista concedida por Wyllys a la periodista Leda Nagle, quien le preguntó: “¿Qué haría si supiera que el mundo está por acabarse?”. La primera respuesta de Wyllys fue: “Pedir perdón a aquellos que hice daño”. Sin embargo, después agregó otras dos cosas: “Consumir todas las drogas ilícitas que todavía no he experimentado, y tener sexo con todos los que quieran, no importa si hombres o mujeres, nosotros vinimos al mundo para dar amor y yo quiero terminar mis días haciendo amor”, respondió el diputado entre fuertes risas, al igual que la periodista.

https://www.youtube.com/watch?v=bxmEgYWjDOM

Para el diputado y pastor evangélico Marco Feliciano, autor de la denuncia, las declaraciones de Wyllys son un “intento de subversión de los valores morales que deben ser defendidos por el Parlamento”. La denuncia fue presentada en noviembre de 2017 pero solamente ahora fue aceptada por el Consejo de Ética, que iniciará una investigación, la que podría determinar sanciones que van desde la suspensión por algunos días hasta la pérdida de mandato.

También cabe recordar que Wyllys ya había recibió una sanción del Consejo de Ética en 2016, tras haber escupido al diputado y ex-militar Jair Bolsonaro durante la votación que determinó el alejamiento de la expresidenta Dilma Rousseff de su cargo, en abril de aquel año. En esa ocasión, Bolsonaro votó justo antes de Wyllys, y en su voto condenatorio a Dilma homenajeó al torturador Carlos Alberto Ustra, a quien llamó “el terror de Rousseff”. Ustra fue conocido por las decenas de procesos por violaciones a prisioneras mujeres durante la dictadura brasileña (1964-1985), pero murió antes de recibir una condena.

En aquel entonces, el Consejo de Ética determinó que Wyllys recibiría una censura formal de la Casa por reaccionar escupiendo a su colega. Curiosamente, no hubo sanción para el diputado que hizo una oda a un torturador y violador en una sesión abierta, resaltando incluso su carácter de abusador de mujeres en el homenaje. El hecho de que Wyllys ya tenga una punición, aunque de menor gravedad, le puede jugar en contra en este nuevo caso, ya que se suma como antecedente.

Además de Wyllys, los evangélicos acusaron a otros dos diputados de izquierda, ambos heterosexuales pero igualmente involucrados en temas de defensa de los derechos humanos. Se trata de Ivan Valente (PSOL de São Paulo) y Érika Kokay (PT de Brasília). Ambos son acusados de criticar a los diputados que votaron en contra de permitir que la Suprema Corte pudiera investigar al presidente Michel Temer en dos denuncias presentadas en su contra.