Este verano ha tenido complicado al general director de Carabineros, Bruno Villalobos. Uno de los incidentes principales y que lo tuvo como protagonista de portadas de diarios y noticieros centrales fue cuando se le ocurrió tomar sus vacaciones y salir del país para embarcarse en un crucero a Miami, precisamente en los días en que comenzaba a conocerse el escándalo de las irregularidades de la Operación Huracán.

A los pocos días debió devolverse a Chile luego de que el gobierno ordenara su regreso inmediato. Y ante los escandalosos antecedentes que salían a la luz, luego, debió tomar medidas y cortó el hilo por lo más fino: "llamó a retiro" al general Marcelo Teuber, hasta el año pasado jefe de la Unidad de Inteligencia de La Araucanía, al mayor Patricio Marín y el capitán Leonardo Osses, quienes realizaron las pericias vinculadas al polémico operativo.

Pero a pesar de los cuestionamientos que han surgido en su contra, el líder de Carabineros sigue firme en su puesto e incluso fue ratificado por el gobierno. Sin embargo, este viernes aparecieron nuevos antecedentes que lo vinculan de forma más directa con el escándalo.

De acuerdo a una investigación de Ciper Chile, entre agosto y septiembre de 2017, el general director de Carabineros participó en tres reuniones con los fiscales de La Araucanía, en las que validó las pruebas con que se inculpó a los ocho comuneros mapuche en septiembre de 2017 por atentados incendiarios, y que hoy son fuertemente cuestionadas.

La primera se realizó el 10 de agosto, y en ella, Villalobos les señaló que poseían evidencia que podría ayudar a combatir los atentados e incluso anticipó que al día siguiente ocurriría un ataque en la Ruta 5 Sur. Por esos días, el software "Antorcha" ya estaba operativo, y el general de Carabineros aseguró que se trataba de información de Inteligencia, y que él mismo había entregado los antecedentes al Ministerio del Interior y a la Fiscalía Nacional. En ese encuentro llegó acompañado de Teuber y Marín, precisamente los dos uniformados que seis meses más tarde debieron salir de la institución.

Luego, el 3o de agosto, Villalobos llegó nuevamente hasta la Fiscalía Regional de La Araucanía, para informar a los fiscales de las evidencias obtenidas por su unidad de Inteligencia de Temuco. “En esta reunión el general Villalobos nos informó a los concurrentes que poseía importante información de inteligencia sobre los sujetos que habrían participado de los últimos atentados incendiarios de Transportes Calafquen, en Metrenco , y en San José de la Mariquina, que había ocurrido dos días antes. Quería conocer los canales a través de los cuales nos podía entregar la información para que fuera útil en las investigaciones y se pudiera utilizar”, explicó Arroyo posteriormente.

La tercera reunión ocurrió pocos días después, el 6 de septiembre, cuando Villalobos llegó junto Gonzalo Blu, el director nacional de Inteligencia de Carabineros, para reunirse con los fiscales Cristián Paredes, Roberto Garrido, Luis Arroyo y con el jefe de esa unidad jurídica, Felipe Mardones. “Esta vez, el general Villalobos nos mencionó que tenía información concreta sobre los autores de los últimos atentados incendiarios para entregárnosla; consultó sobre la posibilidad de pedir órdenes de detención en contra de estos sujetos si se nos entregaban dichos antecedentes”.

A partir de esa última reunión, se determinó la entrega del oficio N°130, en el cual se presentaron las particulares conversaciones que, de acuerdo a Carabineros, probaban que los dirigentes mapuches habían coordinado los atentados.

Ofensas a Bachelet y Villalobos: Seguimiento a la ACES y a la secretaria de la UDI

Entre otras funciones que también se realizaban al interior de la Unidad de Inteligencia de La Araucanía se encontraba el seguimiento a redes sociales. Cada vez que alguien insultaba al general director de Carabineros a través de ellas, el capitán Leonardo Osses le ordenaba al "profesor" Alex Smith seguir la huella de esos mensajes por Twitter, Facebook o Whatsapp. Así, uno de los datos llamativos es que entre las pericias realizadas se hizo un seguimiento a un panfleto de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES).

“Con su robo y corrupción nos dejan sin educación” se lee junto al rostro de Villalobos. Smith indagó en la cuenta de Twitter de la organización: enumeró a los usuarios que más veces habían retuiteado, sacó pantallazos de sus publicaciones, enlistó las aplicaciones de celular utilizadas para gestionar la cuenta, precisó las horas más frecuentes en que posteaban y geolocalizó dos direcciones desde donde tuiteaban: barrio Toesca y las cercanías del metro Pedro de Valdivia (ambas en Santiago). Ante lo anterior, fijó en la segunda locación a la supuesta autora del panfleto, Sara Robles, la vocera nacional de la ACES en 2017, a pesar de que no explica cómo llegó a esa conclusión.

A partir de un video que circulaba masivamente en redes sociales con la frase "Universidad del paco chileno" y que se burlaba de la institución por el millonario fraude que se conoció en su interior, se identificó al supuesto autor de la pieza audiovisual, el periodista Leo Piagneri, Smith dice en su informe que usó la base de datos de Carabineros para conocer su edad, estado civil y dirección particular, además de geolocalizar el lugar desde donde se habría viralizado el video: La Red TV. 

Desde la unidad también hacían seguimiento a las fake news que circulan en redes y que atacaban a la presidenta Michelle Bachelet. Así, quien también aparece en la mira de los uniformados es Verónica Nieto Infante, a quien Smith identificó  como la titular de una cuenta que frecuentemente escribía contra la mandataria –@pago_de_chile–, y en un reporte, entrega su estado civil, domicilio particular, causas judiciales, y los bienes que tiene junto a su marido. El informe agrega que la gran mayoría de los tuits se publican desde la sede de la UDI en Santiago (Suecia 286), donde ella se desempeñaría como secretaria.