Amplían búsqueda de niña secuestrada en Licantén: Habrían encontrado huellas de un refugio improvisado
Durante el fin de semana, se conoció la terrible noticia de un engaño premeditado en Licantén. una niña de 11 años salió de su casa junto a su abuelo y un nombre identificado como José Manuel Navarro. Iban en búsqueda de un supuesto tesoro enterrado en el sector de El Quelmen.
Sin embargo, al llegar al lugar, el autodenominado "brujo" -quien cumplió una condena por abuso sexual contra una menor- golpeó al anciano dejándolo inconsciente y escapó junto a la niña, cuyo paradero aún no ha podido ser determinado.
Desde entonces la policía realiza una búsqueda a nivel nacional de la niña, con labores que desde este martes contemplan a un helicóptero policial, nuevos refuerzos desde el GOPE, perros policiales, topógrafos y psicólogos.
Así lo explicó el mayor Aldo Berroni, de la prefectura de Curicó: "Vamos a conformar finalmente un equipo multidisciplinario con el vamos a trabajar 24 horas seguidas hasta encontrar a Emmelyn y su captor", sostuvo.
Si es que no llegase a estar acá (Licantén) porque en algún momento ya se habría retirado, se está buscando en todas las playas a lo largo de todo el territorio nacional", añadió.
Además, el fiscal de Curicó, Mauricio Richards, agregó que habría algunos indicios, por los antecedentes que hemos podido recabar, que estas personas estarían por acá" (en el sector del cerro El Quelmen). La familia encontró huellas de un refugio improvisado al interior del cerro donde ambos habrían pasado la noche.
"Encontramos fecas, encontramos orina fresca que me imagino debe ser de la niña y había una botella con un poco de leche. Era como un líquido, entre leche y harina tostada", relató el padre, Cristián Canales.
Entre policías, voluntarios de Bomberos y los vecinos, se calcula que hay más de 150 personas dedicas a la búsqueda de la pequeña Emelin. Navarro fue un hombre que siempre causó desconfianza en la familia, aunque los visitaba de vez en cuando, recorriendo unos 15 kilómetros a pie.
"A mí no me gustaba que él viniera a vernos, porque nunca avisaba y tardaba mucho en irse", relata Norma Herrera, abuela de la pequeña. "Era raro, no me daba confianza. Siempre andaba engañando a la gente, se hacía pasar por brujo, sanador y yerbatero. Venía a la casa a sanar a mi esposo, pero eran mentiras, nunca hizo nada", sostuvo. Junto a su esposo, cuidaban a la pequeña mientras su madre trabajaba.
En anteriores visitas, Navarro se mostró interesado en la pequeña y aludía a sus supuestos poderes, asegurando que él podía potenciarlos.
"Decía que venía a darle fuerza porque tenía un don, que lo había heredado de la familia. Yo lo reté un par de veces, porque andaba preguntando tanto por ella", recordó la mujer.
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