La tarde del pasado viernes se encendieron las alarmas en en el sector de Lo Curro, en el oriente de la capital: un trabajador cayó desde 10 metros de altura en la construcción de una casa, en la comuna de Vitacura, y falleció debido a la fractura que sufrió en su cráneo.

Se trataba de Sergio Hurtado Ponce, de 53 años, 8 hijos y de nacionalidad colombiana, quien se encontraba en el país indocumentado, y que no contaba con medidas de seguridad al momento del accidente: estaba trabajando con un montacargas pero no tenía puesto un arnés de seguridad ni usaba casco al momento de caer al vacío, consigna una publicación de Ciper Chile. Hurtado fue trasladado con vida a la clínica Las Condes, pero murió en el lugar a las pocas horas.

El obrero colombiano trabajaba en los retoques finales de la casona que Alexis Sánchez está construyendo en Santiago. Y su muerte además dejó en evidencia una serie de irregularidades y explotación por parte de la constructora a cargo, Inmobiliaria Edificio Lo Curro, que se constituyó únicamente para el proyecto que actualmente construye para Sánchez

Propiedad de Juan Pablo Anguita –arquitecto, casado, 63 años–, de familia vinculada al negocio inmobiliario y él mismo con una serie de actividades económicas en el área, la constructora reclutaba a obreros extranjeros a quienes pagaba cerca de 15 mil pesos diarios, en efectivo, y sin ningún tipo de contrato. En contraste, los contratistas reciben aproximadamente 25 mil pesos por trabajador.

De hecho, al momento del accidente,  gran parte de los trabajadores optó por huir del lugar: también están indocumentados y alertados por la inminente llegada de los servicios de salud y la policía, temían que si alguna autoridad los fiscalizaba, pudieran ser expulsados del país. 

Además quedaron en evidencia las condiciones materiales del lugar: los trabajadores contaban con un sólo baño, hecho de tablones de madera, sin puerta y con papeles higiénicos esparcidos en el suelo; con dos duchas que tampoco tenían puertas; en una obra sin prevencionista de riesgos ni comité paritario, sin guantes, cascos o arneses de seguridad.

De hecho, en la publicación se consigna que el sociólogo Pablo Huneuus, quien vive justo arriba de la construcción, señaló que en una ocasión él mismo les regaló orejeras a unos cuantos jornaleros haitianos, quienes trabajaban en medio de un infernal ruido sin ninguna protección.

Sin embargo, Anguita, el empresario a cargo de la constructora, descartó responsabilidades en la muerte de Hurtado: "Esa persona trabajó y se cayó por mala suerte de él, por una acción indebida de sobre exigir un monta carga, se resbaló. Fue un accidente. Nada más. Él no murió aquí, falleció en la Clínica Las Condes. Aquí no ha muerto nadie. Era una persona bien remunerada, fue una mala cueva terrible. Era una persona muy querida acá. El edificio está con recepción final y no hay ningún problema", dijo.

Según el Servicio de Impuestos Internos (SII) el avalúo actual de la propiedad es de 356 millones de pesos. Los trabajadores de la obra comentaron que el año pasado el futbolista fue varias veces a supervisar la construcción, y que está al tanto de sus detalles. En tanto, el representante de Alexis Sánchez, Fernando Felicevich, afirmó a la misma publicación que la casa en Lo Curro sigue siendo propiedad de la empresa de Juan Pablo Anguita, "por lo que allí ocurra es responsabilidad de esa empresa".