La sospecha ha caído de lleno sobre el candidato de la ultraderecha brasileña a las elecciones presidenciales, Jair Bolsonaro. Un reportaje publicado este domingo por el diario Folha de S. Paulo señaló al aspirante a la  Presidencia y a tres de sus hijos por un presunto delito de lavado de dinero.

Según el medio, la familia posee 13 inmuebles por un valor de mercado de al menos 15 millones de reales -más de 4 millones y medio de dólares- la mayoría de ellos ubicados en barrios altamente valorados de Río de Janeiro. Las principales adquisiciones se hicieron durante los últimos años, período en el que padre e hijos se dedicaron en exclusivo a la política.

La sospecha de corrupción se deriva del hecho que los principales apartamentos y casas comprados en los últimos diez años registran precios de adquisición muy por debajo de la evaluación de la Municipalidad de Río en la época. En uno de los casos, la ex propietaria vendió a Bolsonaro una casa en  en un condominio a la orilla del mar, en Barra, con perjuicio -por lo menos en el papel- de 180 mil reales (unos 56.000 dólares) en relación a lo que había pagado cuatro meses antes.

Jair Bolsonaro tiene un salario bruto de  33,7 mil reales como diputado federal, unos 10.500 dólares, además del sueldo de R $ 5,6 mil (1.700 dólares), del Ejército. De acuerdo con el diario, el valor real de los inmuebles de la familia representa cerca del triple que éste declaró ante la justicia.

Inmediatamente después de darse a conocer la notica, la familia Bolsonaro se defendió de las acusaciones a través de su blog. Los políticos tildaron las acusaciones de "calumnias" y "mentiras de la izquierda amedrentada". En la publicación, colocaron enlaces para explicar la situación, pero algunos llevan a páginas de Facebook inexistentes.