Las porfiadas cifras del VIH: Menos uso de condón y test de VIH

Las porfiadas cifras del VIH: Menos uso de condón y test de VIH

Por: Leonardo Arenas Obando | 24.11.2017
Lo que revela la última Encuesta Nacional de Salud es que sólo un 10% de la población usa “condón siempre”. El grupo etario de 15 a 24 años son quienes más declaran su uso (22.1%) seguidos por el grupo 25 a 44 años (11.5%). Otro dato es que quienes tienen más años de educación, declaran mayor uso.

Al parecer, el Programa Nacional de Prevención y Control del VIH/Sida e ITS no tendrá un respiro a fin de año, ni veranito de San Juan entre la primera y segunda vuelta presidencial; más cuando se acerca el Día Mundial de Lucha contra el Sida. Desde la publicidad del aumento de las cifras de notificados por VIH en los últimos cinco años, las críticas se han intensificado y diversificado. Si al principio fue la ausencia de una política de prevención, campañas televisiva sin impacto y escasez de condones, ahora se ha transitado a denuncias por la escasa participación de las comunidades afectadas en el “Nuevo Modelo de Atención de Salud para las personas viviendo con VIH” y en el desabastecimiento de medicamentos, aunque en realidad ha sido una parcelación en la entrega de los antirretrovirales, al parecer por el aumento de las notificaciones y el inicio de tratamiento sin necesidad del conteo de CD4 que ha repercutido en el stock de medicamentos. Sumado a una campaña parlamentaria en el que temas de denuncias se toman la agenda aunque luego se olviden rápidamente.

Las nuevas cifras

Dos son los documentos en donde tenemos nuevos datos.

Hace unos días, la Ministra de Salud, Dra. Carmen Castillo y el Subsecretario de Salud Pública (S), Cristian Herrera, dieron a conocer los resultados preliminares de la Tercera Encuesta Nacional de Salud (ENS 2016) que trae cifras reveladoras respecto de la disminución del uso de condón y en la toma del test del VIH.

Los resultados presentados, que se encuentran disponibles en la página web del Ministerio de Salud, tienen 10 categorías de salud consultadas, siendo relevantes las de sexualidad dado el  intenso debate ya comentado.

El otro documento: Situación Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual (2016), agrupa información del VIH, Gonorrea, Sífilis y Hepatitis B (infecciones de declaración obligatoria) de donde se desprende que han experimentado un alza en los últimos años. En el caso del VIH, según información del Instituto de Salud Pública –ISP-, en el quinquenio 2010-2015 se confirmaron 21.856 nuevos diagnósticos habiéndose experimentado un alza en la tasa anual de 21.04 casos en el 2010 a 28.9 casos en 2015; siendo las regiones Arica y Parinacota, Tarapacá y Metropolitana las que registraron las mayores alzas.

Se mantuvo el grupo etareo de 20 a 39 años como el más afectado por VIH, en donde un 63% se notificó en etapa VIH. Así mismo, la relación hombre:mujer se mantuvo en 6:1 y la transmisión sexual alcanza el 99% de los nuevos diagnósticos.

Citando las estimaciones del Programa Conjunto de Naciones Unidas para Lucha Contra el Sida –ONUSIDA-, nuestro país tendría un universo de 65.000 casos de infección por VIH, de los cuales se encuentran algo más de 40.000 notificados, lo que implica conocer un 61% de las personas que viven con VIH. Esto es bien problemático, porque en febrero de este año, el Programa de VIH estimaba que los casos no conocidos de infección por VIH ascendían a 8.000 personas; aunque ya en 2014, el Informe Misión País que realizó una revisión de la “Cascada del continuo de atención” cifraba en 14.000 la cifra de personas que no conocerían su situación serológica reactiva.

Un reciente tweet de ONUSIDA establece que las estimaciones de las cifras no conocidas por VIH es una por cada tres personas que conocen ser positivas. Es la estimación más baja que conocemos en todo el período de la epidemia. Esto implica que en nuestro país las estimaciones son más bajas que las proyectadas o que no hemos sido capaces de alcanzar la población afectada.

Sorpresas te dan las cifras

Lo que revela la última Encuesta Nacional de Salud es que sólo un 10% de la población usa “condón siempre”. El grupo etario de 15 a 24 años son quienes más declaran su uso (22.1%) seguidos por el grupo 25 a 44 años (11.5%). Otro dato es que quienes tienen más años de educación, declaran mayor uso. Los que han alcanzado la educación superior superando por más de cuatro puntos porcentuales a quienes sólo tienen educación secundaria y por 10 puntos porcentuales a quienes tienen sólo educación básica.

Lamentablemente la Encuesta Nacional de Salud utiliza un parámetro diferente de la Encuesta Nacional de Juventud respecto de los tramos etareos. Pero aun así, es lógico que el uso del condón decaiga en las edades más adultas y menos activos sexualmente. Además recordar que la mayoría son parejas heterosexuales, las que según la Encuesta de INJUV, en algunos casos están buscando agrandar la familia. Habrá que esperar los datos finales para conocer el uso en el grupo de adolescentes.

Respecto del Test de VIH, un 17.2% declara haberse realizado el examen, una disminución considerable respecto de 2009-2010 en donde el guarismo alcanzó 28.8%. Siguen siendo las mujeres las que más se someten al examen de VIH. Lo paradójico es que la diferencia aumento entre 2016-2017 en más de 15 puntos porcentuales respecto a 2009-2010. Por último, el tramo etareo de 24 a 44 años registró una caída de más de 21 puntos porcentuales en esta pregunta, es decir, el grupo más afectado por el VIH.

Conoce tu epidemia

Las cifras de la Encuesta Nacional de Salud son preliminares ciertamente, pero van indicando una tendencia.

A la luz de estos datos, se ha privilegiado a las mujeres en el examen de VIH, en un país en donde la epidemia está focalizada en población gay, hombres que tienen sexo con hombres y mujeres transgéneros. No sirve aumentar el testeo en el sistema de salud si no está dirigida a estas poblaciones, denominadas poblaciones claves para la epidemia o a poblaciones vulnerables, que en el caso de nuestro país se podrían visualizar en las/os migrantes, personas en situación de calle, personas privadas de libertad y usuarios con consumo problemático de drogas y alcohol.

Por eso es que la propuesta de incorporar el test rápido en el sistema de salud no tendrá impacto si es que la normativa no permite hacer campañas de testeo en espacios abiertas, que desestigmaticen el test de VIH, pero además permitir intervenciones focalizadas en lugares de encuentro sexual, trabajo sexual o de escasa llegada del sistema público a través de dispositivos de la sociedad civil.

Observamos con sana envidia en las redes sociales, como organizaciones de la sociedad civil del continente promueven acercarse a hacerse el test de VIH en lugares abiertos (plazas, paseos peatonales, conciertos de música rock) en una fecha tan emblemática como el 01 de diciembre.

¿Acá? Seguimos anclados a procesos administrativos y mentalidades de la década pasada respecto de las innovaciones que la Organización Mundial de la Salud ha recomendado desde hace muchos años atrás. Caminamos a paso de tortuga, pero sin el final feliz de la fábula de Esopo.