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Absuelven a periodista que denunció a fotógrafo Jorge Aceituno por violencia hacia su pareja

Absuelven a periodista que denunció a fotógrafo Jorge Aceituno por violencia hacia su pareja

Por: El Desconcierto | 25.08.2017
En febrero de este año, Marianela González difundió a través de un blog una crónica que tituló "Acuso que el fotógrafo Jorge Aceituno es un cobarde agresor de mujeres", en la que denunciaba haber sido testigo de un episodio de violencia del fotógrafo de 60 años hacia su pareja de 25.

La mañana de este viernes se conoció la sentencia del juicio a partir de la querella por injurias graves que interpuso el reconocido fotógrafo Jorge Aceituno en contra de la periodista Marianela González, y que finalmente absolvió a la acusada.

En febrero de este año, la periodista difundió a través de un blog una crónica que tituló "Acuso que el fotógrafo Jorge Aceituno es un cobarde agresor de mujeres", en la que denunciaba haber sido testigo de un episodio de violencia del fotógrafo de 60 años hacia su pareja de 25 y entregaba detalles al respecto.

El episodio que González relató sucedió en el edificio ubicado en Barrio Brasil en el que ambos residían entonces, y se basó además en los testimonios de vecinos y en un libro de registro que daba cuenta de incidentes anteriores. Por lo tanto, el juicio contó con los relatos de los residentes que presenciaron el hecho y que respaldaron la versión de la periodista, y también la vocera de la Coordinadora Ni Una Menos, Elena Dettoni, quien tuvo contacto con la víctima luego de la agresión.

El fotógrafo respondió con una denuncia debido a que, según señaló, la publicación le trajo problemas en su trabajo y vida personal, y la argumentación de su defensa se centró en desacreditar el relato y su carácter "periodístico" debido a que no había sido publicado a través de un medio de comunicación.

Sin embargo, el 7º Juzgado de Garantía de Santiago determinó que la acción de González "estuvo exenta de dolo" y "se estableció que su intención era develar un comportamiento a su juicio reprochable, constitutivo de violencia de género, y que se fundó en hechos reales y probados en el juicio".

De este modo, la periodista quedó exenta de una pena de dos meses de presidio y una multa de 600 mil pesos. "Uno como periodista nunca se tiene que sentir amedrentado y no puede convertirse en testigo mudo", afirmó, y sobre la sentencia señaló que "demuestra que siendo bien ético y bien preocupado, uno puede lograr un buen resultado".

El relato

En su texto en primera persona, la periodista cuenta que "la madrugada del 17 de enero, me despertó el llanto de una mujer. Era un gemido suplicante que me apretó el pecho y me provocó angustia. Me acerqué a la ventana y agucé el oído para encontrar el lugar de dónde provenían los sollozos, entonces la escuché preguntar ¿Qué me diste? ¿Qué? y una voz de hombre balbuceó algo que no pude comprender".

González llamó a Carabineros y una patrulla llegó al edificio, tocó dos veces el timbre en el departamento aludido y luego se fueron. Los alcanzó y uno de ellos le explicó que la mujer "estaba acostada y bien, que un “caballero” abrió la puerta y le explicó que su pareja estaba con la regla". Ante sus insistencias y la negativa de los carabineros de regresar al departamento, decidió ir ella misma.

"Dejé mi dedo pegado al timbre y conseguí que alguien abriera. ¡Sorpresa! era Jorge Aceituno, un fotógrafo que se hizo famoso durante la década de los ochenta, por su trabajo con directores de teatro, y que terminó convertido en profesor de las escuelas de periodismo y cine de la Universidad de Chile, y de fotografía en el Instituto Profesional Arcos", relata.

Luego de una breve conversación que fue cambiando a un tono más hostil, el fotógrafo accedió a que la periodista viera a la mujer que estaba adentro. "Estaba acostada, tapada hasta la cabeza. La tomé suavemente por los hombros para voltearla y me encontré con una niña. No supe si estaba drogada o en shock, pero tuve que sujetar su cabeza y acariciar sus mejillas para hacerla reaccionar", cuenta.

Se enteró de que la víctima tenía 25 años y "traté de convencerla para que saliera de ese lugar y Aceituno me tomó por el brazo con agresividad, me zamarreó, me dijo que ella no se iría e intentó sacarme de la habitación, pero no pudo".

Cuando volvió a la entrada del condominio, le explicó a los policías que la joven estaba muy afectada, pero uno de ellos le señaló que ella era mayor de edad, que estaba por su voluntad y que si no tenía moretones no podía hacer nada. "Así funciona la ley, le dijo, y se marchó sin hablar con ella ni hacer el mínimo intento por ayudarla".

Tiempo después se enteró de que Aceituno y la joven se fueron del edificio. "Solo espero que, en donde se encuentre, se cruce con personas que hayan leído esta denuncia y que sepan que el vecino artista y sensible es en realidad un cobarde agresor de mujeres y que la tímida muchacha que camina a su lado necesita ayuda y protección", concluye.