Dominga y aborto en tres causales: La doble cara de los “triunfos”
Para muchos y muchas, este día lunes 21 de agosto ha sido importante para Chile. El Comité de Ministros rechazó el proyecto minero Dominga y el Tribunal Constitucional no acogió un dos de los requerimientos presentados por los congresistas de derecha en contra del proyecto de despenalización del aborto en tres causales, por lo que se transformará en ley de la República. Pareciera que se avanza hacia la protección de derechos fundamentales y que hoy Chile es más justo, mas democrático y un largo y tedioso etc.
Mientras en La Moneda los personeros de la casta política más progre alzan las palmas aplaudiendo estos “logros”, escucho paralelamente que Piñera es definitivamente sobreseído por la Corte de Apelaciones en el caso Exalmar- Dominga. Una de las razones para rechazar la arista Dominga fue la no indagación -por parte de la fiscalía- de antecedentes claves en torno a la relación que existiría entre la decisión de eliminar el Proyecto Barrancones el año 2010, bajo el Gobierno de Piñera y el beneficio que esto habría significado para la Minera Dominga, siendo este último un negocio en la que estaba involucrada la familia Piñera-Morel y que, justamente, se proyectaba en el mismo sector donde pretendía levantarse Barrancones.
Por otro lado, mientras muchas compañeras celebran la futura despenalización del aborto en tres causales gracias a los seis votos en contra de los requerimientos presentados por parlamentarios de la derecha en el Tribunal Constitucional, leo que se aprobó por parte de este mismo tribunal, con ocho votos, los requerimientos a favor de la objeción de conciencia. Recuerdo que en Uruguay uno de los problemas más complejos que tiene la real aplicación del aborto legal es justamente que el gremio médico utiliza la objeción como una razón para no atender a las mujeres que desean abortar.
A todo esto, hay que agregar que en el Wallmapu comenzó el juicio oral contra 11 mapuches, entre ellos la machi Francisca Linconao. Un juicio precedido por un proceso sumamente irregular que incluye, por ejemplo, denuncias de presiones y tortura por parte de uno de los testigos claves y el reiterado cambio de medidas que ha tenido que padecer la machi Francisca. Esto en un contexto de militarización permanente del territorio.
Entonces, ¿Chile avanza hacia una mayor justicia?
Queda claro que toda una institucionalidad se levanta para dar con una mano lo que quita con la otra. Por eso siempre dudo de estas decisiones que parecen una hermosa medalla, un regalo inesperado, para reconciliar al gobierno de turno con los y las de abajo. Una medalla que tiene su otra cara, la que a veces se nos oculta tras la impresión, las luces y el festejo, la que representa la realidad que está teñida de control, injusticia y violencia estatal, facilitando con ello el enriquecimiento de los mismos de siempre.
Lo único que vale la pena celebrar en este contexto, es la decisión de cientos de personas que desde distintas zonas fueron al Wallmapu a acompañar a la machi Francisca y a los demás imputados. Lo único que vale la pena celebrar, es la organización permanente de redes feministas y lesbofeministas que luchan contra el control y la violencia sobre nuestros cuerpos. A ellos y ellas mi saludo, porque su estar organizado permite tener esperanzas en que algún momento de esta historia, se lograrán espacios reales de justicia.