Protestan contra conferencia internacional de biotecnología que promueve los árboles transgénicos y negocio forestal
Con una protesta en contra del Congreso de Biotecnología de Árboles de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO) en Concepción, organizaciones territoriales iniciaron esta mañana una semana de movilización en contra del negocio forestal.
La conferencia internacional organizada por la Universidad de Concepción, el Gobierno Regional del Bío Bío, el Centro de Biotecnología de la U. de Concepción e IUFRO, que reúne a investigadores de todo el mundo para promover el desarrollo de la modificación genética de árboles en Chile, busca facilitar procesos industriales extractivistas, bajo la fachada de una actividad científica neutral.
El encuentro es financiado por Celulosa Arauco, del Grupo Angelini, que junto al Grupo Matte, concentran el 70% de las exportaciones de forestales; y por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt), dependiente del Estado. También lo auspician tres empresas trasnacionales: Gondwana Genomics, Suzano Papel e Celulose y SweTree Technologies.
Nicolás Salazar, vocero de la Coordinadora de la Defensa de los Territorios del Bío Bío, alertó que los árboles transgénicos podrían expandir la catástrofe ambiental de las plantaciones de monocultivos de pino y eucaliptus en Chile, que producen impactos devastadores en las comunidades rurales, la salud de la población, el acceso a agua, la agricultura y los bosques. “Somos organizaciones en defensa del agua y de la tierra, que nos movilizamos en contra del negocio forestal, que que ha dejado a comunidades campesinas y mapuche sin agua, destruido la tierra con pesticidas y es responsable de los incendios en nuestra región”.
Al igual que los transgénicos agrícolas, los árboles modificados genéticamente no son para satisfacer ninguna necesidad de la gente, sino que están diseñados solamente para aumentar las ganancias de las empresas.
Lucio Cuenca, Director del Observatorio Latinoamericano de Conflicto Ambientales (OLCA), aseguró que “la industria forestal mediante la modificación genética busca enfrentar algunas dificultades cómo el manejo de plagas, tener especies que se adapten a las nuevas condiciones ambientales producto del cambio climático y árboles que crezcan más rápido, siendo su eje central la multiplicación de las ganancias, sin considerar los impactos a los ecosistemas y las comunidades locales”.
Debido a que estos árboles están diseñados para crecer más rápido y más grandes, utilizarían mucha más agua que otras plantaciones y degradarían más rápido el suelo. Usarían más agrotóxicos, lo que hará que más agua sea envenenada, más tierra contaminada, más animales enfermos o muertos, y la salud de la gente se verá afectada.
En la Región del Bío Bío, las plantaciones forestales sobrepasan las áreas verdes nativas, con más de 1,2 millones de hectáreas.
Edison Neira, vocero de la Coordinadora Penco-Lirquén, afirmó que la catástrofe de los incendios forestales del verano pasado, que dejó al descubierto las redes de negocio y lucro, la existencia de plagas, su descontrol y cobros de seguros, marcó un antes y un después en la percepción de los pobladores sobre el impacto del modelo forestal.
A partir de ese hecho, empezaron a cuestionar la masividad y los riesgos de los monocultivos, que constituyen un grave peligro de incendios forestales, por ser altamente inflamables, grandes propagadores del fuego y porque secan todas las fuentes de agua. “Por mucho tiempo los pobladores de territorios rodeados de plantaciones forestales hemos sido pasivos, a diferencia del pueblo mapuche que lleva mucho tiempo resistiendo a los impactos del modelo”.
Durante la semana de agitación, Neira adelantó que proyectan generar una contra-respuesta de los pobladores a la conferencia IUFRO y uno de los objetivos a largo plazo es eliminar del Decreto Ley 701, con el cual el Estado entrega subsidios directos a las empresas forestales, que han alcanzado hasta el 90% del costo de sembrar sus plantaciones. “Queremos el territorio para los pobladores y nos estamos levantando para defender lo que es nuestro. Desde la Coordinadora Perco- Liquén nos estamos articulando con varias organizaciones por la recuperación de nuestro mar, en manos de los industriales pesqueros, y nuestra tierra, devastada por las forestales, para que nuestros pobladores puedan vivir y desarrollarse, gestar economías locales y reconstruir el tejido social”.
La protesta en las afueras de la conferencia IUFRO es la primera de una serie de acciones, encuentros y conversatorios programados para esta semana en la región del Bío Bío, que pretenden visibilizar los impactos sociales y ambientales del negocio forestal, y alertar sobre la introducción de los árboles transgénicos al medio natural en Chile. Las acciones son convocadas por la Coordinadora por la Defensa de los Territorios, Movimiento por el Agua y los Territorios y la Campaña Internacional Alto a los Árboles Transgénicos.