La campaña feminista para acabar con la conducta machista del "manspreading" en el Metro
El colectivo feminista Mujeres en Lucha de Madrid inició este lunes una campaña para pedir a la municipalidad y al gobierno regional que coloque afiches en el transporte público contra la costumbre del llamado "despatarre masculino".
#MadridSinManspreading es el lema de la iniciativa que busca terminar con la actitud habitual en algunos hombres de abrir excesivamente las piernas cuando están sentados, especialmente en el transporte público, donde suelen ocupar más de un asiento o no dejan espacio para las personas que están a su lado.
Según reporta eldiario.es, la cuenta @Relatofeminista ha servido de escaparate para visibilizar esta invasiva costumbre a través de fotografías que suben las usuarias
#MadridSinManspreading
Gracias a todas sois geniales lo de hoy ha sido hito pic.twitter.com/4QyngxtfYi— MicroFeministas (@Relatofeminista) 5 de junio de 2017
#MadridSinManspreading
Y otraaaa pic.twitter.com/LKoP4eASZ3— MicroFeministas (@Relatofeminista) 5 de junio de 2017
#MadridSinManspreading
En vivo y en directo! pic.twitter.com/K1qFBT80as— MicroFeministas (@Relatofeminista) 5 de junio de 2017
#TheEspatarrers Campaña contra el #Manspreading en #Madrid @Relatofeminista https://t.co/XVorYUHSaG @MADRID #MadridSinManspreading pic.twitter.com/eJYgiIB1F1
— El Diario Creactivo (@DiarioCreactivo) 5 de junio de 2017
"A nosotras siempre nos han dicho que debemos ocupar el menor espacio posible y a ellos no", aseguró Alejandra de la Fuente, una de las impulsoras de la campaña que busca que desde el gobierno local se tomen iniciativas como se ha hecho en Nueva York o Tokio. "Es una costumbre totalmente normalizada y muy común a la que no se le ha dado visibilidad", agregó.
Aunque afirmó que "hay algunas mujeres que también lo hacen", dice que se trata de "una proporción ínfima comparada con los hombres porque es una cuestión de cómo nos han educado. A nosotras siempre nos han dicho que debemos ocupar el menor espacio o a que se nos vea lo menos posible y a ellos no", explica. Y añadió: "Igual que a las mujeres nos han enseñado a sentarnos con las piernas muy juntas (como si tuviéramos que sujetar algo entre nuestras rodillas) a los hombres les han transmitido una idea de jerarquía y de territorialidad, como si el espacio les perteneciese".