Familiares de DD.DD. ante victimización en Punta Peuco: "Rechazamos cualquier intento de beneficios carcelarios"
Las sociedades sólo cuentan con la justicia como medio civilizatorio para limpiar sus heridas y superar sus etapas oscuras. Es la justicia la que nos protege de revanchismos y venganzas, la que nos abre la oportunidad de reconstruirnos y reencontrarnos como país.
Chile esta hecho del sacrificio y la entrega de hombres y mujeres que fueron nuestros padres, madres, abuelos y abuelas, Víctor Jara, Carlos Lorca, Tucapel Jiménez, Reinalda Pereira (con un avanzado embarazo), Lumi Videla, son algunos de los nombres de miles a los que les debemos la democracia. Por ellos y ellas no claudicaremos en exigir justicia, no traicionaremos su memoria, ni su ejemplo.
En el mundo se ha definido una sola línea jurídica en el derecho internacional, los crímenes contra los Derechos Humanos atentan y hieren a toda la humanidad, precisamente por la gravedad y amenaza universal que representan se declaran imprescriptibles e inamnistiables, sin embargo, vemos senadores de derecha patrocinando vergonzosos proyectos de ley que otorgarían beneficios carcelarios a condenados por crímenes de lesa humanidad, que a nuestro juicio no es más que un indulto encubierto inadmisible para la conciencia ética y democrática de un país, del mismo modo vemos a medios como el diario El Mercurio, o el canal de noticias CNN, entre otros, dando cobertura a versiones de cercanos o familiares de condenados que se victimizan, distorsionando y pretendiendo negar verdades ya demostradas de manera indesmentible.
No es por venganza que Hess y otros criminales nazis, así como el dictador Videla en Argentina murieron en la cárcel castigados por sus horrorosos crímenes. Por el contrario, es precisamente para defendernos de actos de barbarie que el principio de la justicia se considera un valor supremo que no se relativiza. La edad no exculpa a los criminales.
En el caso de Chile, la justicia ha llegado tardíamente y en proporciones menores a la gravedad del daño infringido. Los torturadores y asesinos de la dictadura que nos han negado incluso el derecho de recuperar los restos de nuestros seres queridos, nunca han dado una señal de arrepentimiento por el infierno que construyeron, jamás una colaboración para encontrar la verdad. Para colmo en sus condenas se han aplicado medidas de media prescripción y pagan sus penas en un penal especialmente construidos para ellos como es Punta Peuco. Criminales como estos, sin remordimientos ni arrepentimiento alguno, representan sin duda un peligro para la Patria, una señal nefasta para nuestras futuras generaciones puesto que siguen reivindicando como actos patrióticos a la tortura, el asesinato, el lanzamiento de chilenos y chilenas a mar. ¿Cuántas familias y sobre todo mujeres se han suicidado o han muerto después de enfermedades largas y dolorosas, cargando con la pena de esta pesadilla, sin llegar a saber el destino de sus hijos, padres, maridos o esposas? ¿Cuánto de este dolor se sigue manteniendo por los pactos de silencio y la complicidad entre asesinos?
Muy grave es para la construcción de la conciencia moral de un país pretender trastocar la historia transformando a los victimarios en víctimas y pretendiendo espuriamente colocar a un valor supremo como la justicia al nivel de un acto de revanchismo o venganza, eso daña seriamente el alma de un pueblo. Nuestras madres, en un elocuente acto de superioridad moral, siempre han defendido el valor de la justicia respetando para ellos todos los derechos que estos torturadores jamás les respetaron a nuestros padres. Si hay enfermos en Punta Peuco pues que reciban la atención médico que necesitan, que se respeten sus derechos, pero eso nada tiene que ver con indultos encubiertos, ellos deben pagar las penas en la cárcel, la gravedad de sus crímenes no admite otra opción. Además, esperamos que los derechos de todos los presidiarios se respeten en todas las cárceles de Chile sin excepción, seguir reproduciendo la desigualdad e inequidad de trato hasta en las cárceles de nuestro país, es una vergüenza que no estamos disponibles a avalar.
Por lo tanto, rechazamos categóricamente cualquier intento que pretenda otorgar beneficios carcelarios que impliquen libertad para asesinos condenados por crímenes de lesa humanidad, consideramos impúdico que ese esfuerzo llegue al punto de recurrir a un gobierno extranjero como el de Donald Trump.
Ya nada puede devolver la vida de los que amábamos tanto, ni borrar el sufrimiento al que fueron sometidos con torturas y soledad hasta la agonía, nada puede reparar la muerte inmerecida de chilenos y chilenas nobles alejados a la fuerza de sus seres queridos, la imagen terrible de cuerpos lanzados al mar, incluso de mujeres embarazadas y la ignominia cruel de pretender negar su existencia, ese infierno nadie podrá borrarlo, pero nuestro dolor lo hemos transformado en esa capacidad humana que a fuerza de memoria, amor, verdad y justicia impida que otras generaciones de chilenos vuelvan a vivirlo, esta lucha ya no es por nosotros, es por los que están y los que vendrán, es por un Chile más humano.
“La impunidad premia el delito, induce a su repetición y le hace propaganda, estimula al criminal y contagia su ejemplo” (Eduardo Galeano).
Los Derechos Humanos, la Justicia necesaria e intransable
¡Por Chile Verdad y Justicia!
Hijos, hijas y nietos de Detenidos Desaparecidos por la dictadura cívico-militar de Pinochet