Pablo Venegas, rector de la UAHC: "Ningún estamento debería estar excluido en las decisiones de una comunidad universitaria"
En plena marcha, el proceso eleccionario en el que académicos, funcionarios y estudiantes de la Academia escogerán a sus decanos, directores de escuela y a los representantes del Consejo Superior Universitario; luce la triestamentalidad como una excepción dentro del circuito de las universidades chilenas.
Hace bastante poco, en junio del 2015, recién fue derogado el decreto militar (DFL2) que impedía la participación de los estudiantes y trabajadores de la educación superior en cualquier instancia a nivel universitario. Sin embargo, ya desde 1996 la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y en la primera rectoría de José Bengoa se realizaban elecciones participativas a nivel de escuelas, donde profesores y estudiantes conformaban estos claustros paradójicamente prohibidos por ley.
El 2012 se iniciaron las elecciones generales triestamentales para la máxima autoridad del plantel como un mecanismo que persiste hasta hoy. El rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Pablo Venegas, celebra una característica que, asegura, es un sello heredado y pulido desde la fundación de la Academia por parte del Cardenal Raúl Silva Henríquez.
“En la Academia siempre ha existido una opción por los valores y la participación es parte de esta matriz cultural. La triestamentalidad surge a partir de una comisión que se generó hace varios años como un proceso de democratización donde se aprecia la incorporación de los distintos estamentos y se discuten las atribuciones del Directorio y el Consejo Superior”, explica.
Así, este ecosistema representativo da cuenta de un Directorio que vela por temas de orden patrimonial, grandes líneas estratégicas y financieras de la universidad. Otras opciones de índole académica quedan alojadas en un Consejo Superior, mientras que la participación de los estudiantes incide en las elecciones de autoridades, por ejemplo.
Un proceso histórico
El rector sintetiza la triestamentalidad como un proyecto que está en continua conversación y debate. Un proceso abierto que obedece a la participación comunitaria. “Una representación relevante de las partes –dice- que en el caso de los alumnos dentro del Consejo Superior siempre parecerá insuficiente. Sin embargo, si comparamos ese espacio con la situación de otras universidades es una ponderación muy alta. En el Consejo Superior cuentan con dos estudiantes por Facultad y eso configura casi un tercio de esa representación”, agrega.
El proceso eleccionario de este año es histórico ya que los estudiantes se presentan por primera vez como candidatos al Consejo Superior, algo que tiene muy expectantes a la autoridad y a la comunidad académica. “Esto confirma el supuesto de que las universidades tienen la misión de formar profesionales, pero también fortalecer la democracia de un país. En ese sentido las instituciones, además de un currículum formal también educan según la forma en que se vive al interior de ellas. A través del cómo estamos operando democráticamente y de la participación en la toma de decisiones. Esa es nuestra principal expectativa”, indica el doctor en Psicología en la Universidad Católica de Lovaina.
–¿En qué otros aspectos de la vida académica nota esta idea de participación y comunidad?
–Creo que eso es algo que se plasma con más claridad en los Consejos de Escuela donde, por reglamento, profesores contratados y a honorarios junto a los estudiantes participan en decisiones relevantes de política estratégica o de orden más coyuntural de los mismos alumnos.
En estos consejos se evalúan los Planes Operativos Anuales (POA), que se construyen y sancionan en comunidad como una herramienta de planificación estratégica a un año con sus principales actividades. Las escuelas también ven casos puntuales de estudiantes que han reprobado más de un ramo o la autorización de situaciones académicas donde los compañeros entregan sus argumentos y deciden sobre situaciones especiales.
-¿Le parece que la discusión de la Reforma Educacional a la Educación Superior considera el fortalecimiento de esta participación triestamental?
-Originalmente fue uno de los temas que estuvo presente en el proyecto de la reforma junto al fin del lucro, el fortalecimiento de la calidad y la democracia interna. Pero finalmente, este último aspecto sobre la participación “fue podada”. Esa es una de las críticas que tenemos sobre este proyecto de reforma que no contempla la participación de los estudiantes y de los distintos estamentos en el gobierno universitarios. Al menos no lo instala como un requisito o como una forma de innovación.
El texto quizás debería ser explícito en decir que las universidades deben comprometerse y generar instancias de participación en la toma de decisiones de los distintos estamentos en las decisiones relevantes de la institución. Esto, junto a una indicación de la proporción de esa participación que probablemente podría variar en cada institución según su carácter o historia, por ejemplo. Sin embargo, ningún estamento debería estar excluido de las decisiones de una comunidad universitaria.