Así viven en los guetos verticales de Estación Central: 40 pisos, mil departamentos y torniquetes para entrar
30 edificios en diez cuadras, 40 mil nuevos vecinos y tres mil autos más recorriendo sus calles. Esas son las cifras que han resultado del boom inmobiliario en la comuna de Estación Central, donde constructoras como Senexco, Paz Corp, Fundamenta y Paz Corp han aprovechado la ausencia de un Plan Regulador Comunal para construir pequeños departamentos (algunos hasta de 17 metros cuadrados) para aprovechar al máximo el espacio y la altura.
Un ejemplo de estos llamados "guetos verticales" es el de calle Coronel Souper 3202, el cual tiene 42 pisos y cuenta con 1.131 departamentos. Otro es un edificio en construcción de inmobiliaria Su Ksa, de 42 pisos, emplazado en Avenida Libertador Bernardo O'Higgins 3832, justo al frente del Terminal de Buses Sur: 42 pisos, 732 departamentos. Y otro más es el megacentro comercial que se planea construir en la histórica "esquina de los circos" de Alameda con General Velásquez, el cual ha sido denominado "el Costanera Center del sector poniente": 40 pisos, 3.237 departamentos, 49 locales comerciales y 449 estacionamientos.
De acuerdo a un reportaje de El Ciudadano, el boom inmobiliario de Estación Central data del 2008, cuando la administración de Gustavo Hasbún (UDI) cambió el uso del suelo del sector para permitir la construcción del Edificio Titán sobre unas antiguas canchas de fútbol.
En casi una década, se han aprobado 28 proyectos inmobiliarios, además de otros 19 que están "en calificación" y uno "en admisión". Las inmobiliarias que dominan el mercado se han enfocado en el segmento socioeconómico C3 y D, en una comuna que posee una estación de trenes, tres terminales de buses, un campus universitario de 32 hectáreas y una población flotante estimada entre 300 mil y 600 mil personas diarias.
Filas en el ascensor
Desde que el intendente Claudio Orrego viralizó una imagen de un edificio ubicado en Las Rejas 65, el tema estalló y el inmueble fue calificado de "gueto vertical" por la prensa. 24 pisos, 24 departamentos de entre 20 y 40 metros cuadrados, tres ascensores y doce máquinas en el servicio de lavandería. Sin embargo, el "megaedificio" considera cuatro etapas más que, cuando finalicen, superará los seis mil departamentos.
Diez meses lleva viviendo en ese edificio María Santos (35). Convive con otras 360 familias y acusa que hay ruido, falta de privacidad y hacinamiento, hechos que la han llevado a tomar la decisión de cambiarse de casa. Si durante el día son las construcciones de otros edificios lo que molestan a María, en la noche son los televisores y las discusiones lo que no la dejan dormir. “Tengo siempre las ventanas cerradas porque se ve todo. Y el fin de semana es imposible dormir, el ruido es el que más agota, estresa”, afirmó.
María tiene la suerte de vivir en el tercer piso y no sufre tanto por esto, pero en su testimonio a La Segunda reveló que para tomar el ascensor se forman largas filas, sobre todo en horario peak, donde se puede esperar hasta 20 minutos sólo para tomar uno de los tres disponibles.
Para controlar la entrada y salida de personas, cuenta, se instalaron torniquetes para controlar a las personas (se activan con una tarjeta). “En la mañana se llena y uno se demora en salir, hay que hacer fila como en el Metro”, dice.
Jober es un residente peruano que también habita el edificio. En conversación con La Tercera relata que en el lugar no hay áreas verdes para niños y que el único espacio común es el de los estacionamientos. Él reafirma los dichos de Santos sobre los tiempos de espera: "los ascensores siempre fallan, hay tres y quedamos solo con dos, sobre todo en la hora punta, tipo 6 de la tarde hay filas. Hay gente que vive en el piso 23 o 24, y ha tenido que esperar hasta una hora de repente”, cuenta.