Vocero de Donald Trump ya cumplió más de una semana sin salir ante las cámaras
En diciembre, Sean Spicer pasó de ser el director de Comunicación del Comité Nacional Republicano, instancia en la que incluso había criticado al actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a ser su secretario de prensa y jefe de comunicaciones.
Desde que entró al cargo, cambió la actitud de buenas relaciones con la prensa que había tenido durante 45 años de carrera asumiendo la postura confrontacional y el discurso de las "fake news" -noticias falsas- de Trump. De hecho, ha tenido una serie de desencuentros con el diario The New York Times, prohibiéndole su entrada a una de sus conferencias diarias y señalando, a propósito de un artículo de ese medio, que "le deben una disculpa al Presidente Trump".
La desesperación de Spicer por posibles filtraciones acerca del presidente ha sido tal, que incluso ordenó que se revisaran los celulares de los empleados de la Casa Blanca. Una medida que incluso el mismo Trump -que ha planteado una serie de dudas sobre la idoneidad de Spicer para su cargo- dijo que él no habría hecho lo mismo.
Pero otra de las razones por las que se han puesto dudas sobre la gestión de Sean Spicer es el hecho de que ya cumplirá ocho días sin dar una conferencia frente a las cámaras, algo que ha prohibido en sus recientes declaraciones públicas.
Un ejemplo son las últimas declaraciones en las que señaló que el presidente Barack Obama habría espiado conversaciones de Trump previamente a las elecciones de 2016. De estas declaraciones de Spicer hay registro de audio, pero no de video.
En la conferencia sin cámaras del día de ayer, el portavoz dijo: "He escuchado de varios de ustedes que hemos ido muy lejos en cuanto a permitir el acceso de la prensa a eventos (...) pero creo que este presidente ha sido extremadamente transparente".