“No me extraña nada. El siempre está asociado con este tipo de gente”, señaló a este medio el querellante en el caso Karadima, Juan Carlos Cruz, luego de que hoy El Desconcierto revelara la defensa que hace el cardenal Francisco Javier Errázuriz de sus gestiones y reuniones con Luis Fernando Figari, laico consagrado creador de la orden de los sodalicios hoy recluido por abusos sexuales reiterados.

El periodista, quien fuera uno de los primeros denunciantes del ex párroco Fernando Karadima, recordó el rol que jugó Errázuriz en lo que la iglesia de El Bosque. “Incluso si es como Errázuriz dice, que no sabía sobre Figari, no puede no haberse enterado después. Él es un encubridor, es conocido por eso y por privilegiar el beneficio suyo y de la iglesia antes que el de las víctimas”.

Juan Carlos Cruz se refiere a la gran polémica que ha enfrentado la agrupación católica Sodalicio de Vida Cristiana. Desde 2015, en un guión que parece calcado de la historia de Marcial Maciel y los Legionarios de Cristo, Luis Fernando Figari y las altas figuras sodálites han sido perpetradores en casos de abusos sexuales y de poder que tienen en jaque a la Iglesia Católica peruana.

Cruz incluso recuerda que “el superior de los sodalicios se reunió varias veces con Karadima en El Bosque. Son todos una red impactante de protección y encubrimiento al abuso”.

Hoy el Sodalicio de Vida Cristiana tiene en Santiago de Chile a Jaime Baertl como presidente de la Universidad Gabriela Mistral, además del Colegio Saint Joseph y dos comunidades en Lo Barnechea y Maipú. Baertl fue quien compartió el alto mando de la orden junto con Luis Fernando Figari -recluido en Roma- y Germán Doig, muerto en 2001. Sobre ambos pesan un sinnúmero de acusaciones de abuso sexual.

Al respecto, Juan Carlos Cruz critica que una agrupación de ese tipo tenga a su cargo la formación de jóvenes y niños. “Creo que es peligroso porque sabemos que no han sido transparentes en las investigaciones. Estoy en contacto con víctimas y están tremendamente acongojados y angustiados con este tema”, explica.

Además, durante la semana, el papa Francisco se reunió con el obispo de Osorno Juan Barros, involucrado en el encubrimiento al sacerdote Karadima. Paralelamente, se supo que ha manifestado su intención de visitar Chile y Perú.

“Creo que mientras no solucione las cosas en Chile, el papa no tiene nada que venir a hacer aquí. Animar la fe, según dice, es en estos momentos avalar lo que están haciendo los obispos delincuentes que tenemos, como Barros, Koljatic o Valenzuela”, zanjó Juan Carlos Cruz.

Por último, el hoy activista contra el abuso sexual también criticó la reciente revelación de la secreta medida del papa Francisco que rebajará, aún más, las penas contra los sacerdotes pederastas.

“Es un verdadero bofetón a todas las víctimas de los curas pedófilos y una bajeza de parte del papa. Es una misericordia selectiva con los propios pero no hacia las víctimas. La misericordia incluye justicia. Ellos no están enfermos, saben lo que hacían y merecen castigos duros, no retiros dorados donde siguen siendo sacerdotes. Es una aberración y encuentro que nos tenemos que levantar todos contra una institución que desde la cabeza para abajo permite una aberración de ese tipo”, asegura.