VIDEO| Las denuncias del poblador que encaró a ex alcalde de Valparaíso por incendios y recibió un "¿te invité yo a vivir aquí?"
En abril de 2014, Osvaldo Wilson, trabajador porteño, encaró al entonces alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, por las condiciones insalubres en las que se encontraba su barrio luego de tres semanas sin agua producto del incendio que afectó a varios cerros de la capital de la quinta región; enrostrándole al edil que nunca se había hecho cargo de los problemas que afectaban la población. La respuesta de Castro, que fue registrada en vivo por las cámaras que se encontraban en el lugar, fue insólita: "¿Te invité yo a vivir aquí?" fue lo que le contestó el edil.
Semanas después, Wilson asistió de invitado al programa Mentiras Verdaderas y en el estelar denunció las negligencias que condujeron a la mayor tragedia incendiaria que recuerde el puerto. "No hubo limpieza en las quebradas, nunca se preocuparon de decir 'vamos a tener un plan de contingencia para casos de incendio', nunca", afirmó Osvaldo Wilson, criticando también las deficientes medidas de emergencia que implementó en ese momento la Municipalidad: "A la gente que se le perdió la licencia de conducir, el alcalde les está cobrando trece mil y tantos pesos por renovarla (...) están cobrando por algo que se quemó, por último dame el perdonazo".
El poblador afirma que durante ocho años estuvo viviendo en una mediagua que se le ofreció como residencia temporal, pero que luego "se transforman en vivienda eterna". "Pero lamentablemente como somos pobres, tenemos que adaptarnos a eso", dice Wilson. Para él, el negocio de las inmobiliarias es el que está detrás de los incendios: "donde nosotros vivimos, para las inmobiliarias son unas minas de oro", afirmó; y añadió que "el mejor negocio que hay en Chile es la pobreza".
El incendio que se desató durante la jornada de este 2 de enero de 2016, volvió a revivir el debate de las condiciones que permiten que año a año siniestros como este afecten a la población y se propaguen de manera desmedida. Las críticas apuntan a la antigua administración y a la falta de políticas públicas por parte del gobierno para acabar de una vez por todas con una ya tradicional postal de fuego, humo y precariedad en una ciudad que es patrimonio de la humanidad.