Se trata de nada menos que el diario más grande de Brasil, el conocido Folha de São Paulo, que dejó en claro su apoyo al gobierno internio de Michel Temer.

El fin de semana pasado, el periódico publicó los resultados de la encuesta Datafolha, señalando que el 50% de los brasileños querían que el presidente interno continúe en su cargo hasta 2018, mientras que un 32% quería que Dilma Rousseff retorne al poder.

Fue el portal The Intercept quienes denunciaron el bochornoso fraude que cometió Folha. Resulta que el diario decidió omitir información importante y que no deja bien parado a Temer. Por ejemplo, que el 62% de los brasileños quiere, antes de que continúe Temer o que vuelva Dilma, que se convoquen a nuevas elecciones.

La polémica se dio en la pregunta "¿qué sería mejor para el país? ¿Que Rousseff vuelva a la presidencia o que Temer continúe en el cargo hasta el año 2018?”. Teniendo que elegir entre una de las dos opciones, el 50% optó por Temer y el 32% por Rousseff, mientras que solo el 3% dijo que quería nuevas elecciones. Esto fue lo que Folha publicó como lo más relevante. Lo clave de la pregunta: el encuestador presenta dos alternativas (Temer o Dilma). Sin embargo, espontáneamente el 3% responde por nuevas elecciones.

A continuación, la encuesta pregunta directamente por esta posibilidad (que se puede dar por una renuncia en conjunta de ambos por una convocatoria del presidente). Y resulta que el 62% quiere que se adelanten las elecciones presidenciales.

Según el editor ejecutivo de Folha, Sérgio Dávila, ese dato "no era periodísticamente relevante". Tampoco lo era al parecer otros datos de la encuesta que el periódico omitió, como que solo el 14% apoya a Temer, el 33% no sabe el nombre del actual presidente o que el 37% asegura que el impechment contra Rousseff fue un verdadero golpe de Estado.

Según la senadora del PT Gleisi Hoffman, la encuesta de Datafolha "quiere crear un clima de que la salida de Dilma es lo mejor para Brasil. Estén atentos, de nuevo tenemos la mano de los medios en este golpe".

Rousseff fue desplazada de la presidencia en mayo pasado, pese a que actualmente no existen pruebas ni juicios penales en su contra por casos de corrupción, a diferencia de más de la mitad de los congresistas que votó su salida.

En agosto el senado decidirá si la mandataria será definitivamente apartada del cargo o no. Para mantenerse, debe obtener 28 votos a favor. La estrategia de Rousseff corre por convencer a los parlamentarios votar en su contra es votar a favor del cuestionado gobierno de Temer, que lleva adelante un profundo ajuste fiscal. Y apuesta también a que si vuelve a la presidencia, convocará a un referéndum que decida sobre nuevas elecciones en Brasil.