No sólo en Orlando: La brutal masacre que ocurrió en mayo en un bar LGBT en México
Mientras siguen las reacciones a la matanza de 50 personas en el bar LGTB Pulse de Orlando, EE.UU, se abre la discusión sobre los motivos que llevaron a Omar Mateen, hijo de un radical islámico, usuario de apps de redes sociales LGBT y asiduo visitante del mismo bar Pulse, a asesinar a 50 personas. Figuras como el candidato republicano a la presidencia de EE.UU, Donald Trump, inmediatamente apuntaron al Estado Islámico y a una amenaza interna de seguridad. Sin embargo, las cifras de violencia homofóbica en nuestro continente hacen necesario poner el foco en la doble condición de las 50 víctimas: latinos en EE.UU y miembros de la comunidad LGBT
Appreciate the congrats for being right on radical Islamic terrorism, I don't want congrats, I want toughness & vigilance. We must be smart!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 12 de junio de 2016
Traducción: "Gracias por las felicitaciones por estar en lo cierto con el islamismo radical terrorismo, pero no quiero felicitaciones, quiero dureza y vigilancia. ¡Debemos ser astutos!"
En los últimos quince meses la Organización de Estados Americanos (OEA) registra 600 muertes de personas lesbianas, gays, bisexuales o transgénero en los 25 países que la conforman. Además, un informe de la alianza AIDS halló que el 80 por ciento de los activistas transgénero en Latinoamérica han denunciado ataques físicos en su contra. Desde 2008, más de mil 700 personas de la comunidad LBGT han sido asesinadas en Centro y Sudamérica, de acuerdo a la organización europea de Monitoreo de Asesinatos Trans.
Mientras tanto, una reciente masacre homofóbica ocurrió en el estado de Veracruz, México. La madrugada del 22 de mayo hombres armados entraron al bar LBGT llamado La Madame y abrieron fuego indiscriminadamente contra las cerca de 180 personas que allí se encontraban.De inmediato, siete personas cayeron al suelo muertos y otros 12 resultaron lesionados, mientras que los demás fueron presas del pánico, al tiempo que el caos invadía el club. Al igual que en EE.UU, las autoridades rápidamente atribuyeron el atentado a otros motivos. En este caso, el fiscal general de Veracruz lo atribuyó a una disputa entre bandas de narcotraficantes, por lo que una vez capturado el pistolero no continuaron investigando.