Rafael Muñoz, activista de Stop Sida: “Educar a una sociedad en el respeto a la diferencia es un largo proceso”
Rafael es activista del VIH/SIDA en España y estuvo en Santiago invitado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile. Su visita se gestó gracias a Valeria Stuardo, académica de la Escuela de Salud Pública quien dirige un inédito proyecto de investigación denominado “VIBIMOS VIH Chile, vigilancia bioconductual y monitorización del VIH/SIDA en Chile”. La iniciativa busca levantar información para la vigilancia de segunda generación del VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual ITS en poblaciones de difícil acceso en la Región Metropolitana. ¿Qué población de difícil acceso? Mujeres trabajadoras sexuales, hombres que tienen prácticas sexuales con otros hombres, población gay, bisexual y personas que se consideran heterosexual pero que tienen prácticas sexuales con personas de su mismo sexo.
Rafael arribó a Chile inundado de emociones y cumpliendo una amplia agenda de trabajo colaborativa que implicó participar en el segundo año de proyecto VIBIMOS VIH Chile que este 2016 estudiará la prevalencia del VIH y otras ITS como la sífilis y la hepatitis B en hombres que tienen prácticas sexuales con otros hombres. En ese marco asociativo, valorando las experiencias comparadas, Rafael habló de su valorado trabajo en la Asociación Stop Sida de Cataluña con organizaciones comunitarias de Chile como Fundación Savia y RED OSS de Conchalí.
En medio de sus muchas reuniones y encuentros locales, buscando conocer su labor y las arduas luchas relativas al VIH/SIDA y las diversidades sexuales en España, conversamos con Rafael Muñoz en su positivo paso por Chile.
¿Cómo te presentas al público chileno?
Soy Rafael Muñoz, pertenezco a una asociación en Barcelona que se llama Stop Sida, que nace del movimiento LGTB en el momento que irrumpe el VIH. Un movimiento que estaba mínimamente organizado. Una parte de nosotros nos dedicamos a trabajar el tema de la prevención del VIH y nos especializamos desde el voluntariado. Nos profesionalizamos en la prevención porque desde nuestra propia asociación salieron otras necesidades de las personas que vivían con VIH. Estas mismas personas que pertenecían a la asociación se agruparon y crearon Gays Positivos. En la misma sede donde trabajamos formando parte de la misma coordinación, que era la Coordinadora de Gays y Lesbianas, pero trabajando desde la vivencia personal y desde las necesidades que tenían las personas que vivían con VIH. Una parte de nosotros, Stop Sida, se siguió dedicando a la prevención en el colectivo LGTB y Gays Positivos a la atención de las personas que vivían con VIH.
¿En qué contexto nace Stop Sida? ¿Cuál era la situación de los colectivos LGTB y la situación de las personas viviendo con VIH en ese momento?
El año 1981 se deroga la ley de vagos y maleantes en España con la que se penalizaba a las personas homosexuales. Ahí empieza un incipiente movimiento gay porque hasta entonces prácticamente era imposible porque había persecución por las leyes. Aunque ya empiezan el año 70, 75, las primeras protestas. Pero a raíz de que cae esa ley el movimiento empieza a articularse. La suerte que tuvimos, entrecomillas, es que ya teníamos un pequeño movimiento de defensa de derechos cuando nos encontramos con un problema de salud inmenso con la aparición del VIH…
Emergencia que hace más compleja la lucha de los movimientos…
Sí, claro, la lucha comienza a dualizarse en los 80. En el tiempo que aparece el VIH había ese movimiento LGTB de derechos y asumió, una parte de él, que había un problema de salud importante que nos estaba afectando, y fue el nacimiento de las asociaciones de lucha contra el Sida en los colectivos gays. En la que yo pertenezco ahora, Stop Sida, partió llamándose Gays por la Salud y ya luego cuando se creó la Coordinadora de Gays y Lesbianas, que tenía otras inquietudes porque juntaba gays cristianos, a jóvenes, a gente que estaba trabajando en otros aspectos y también estaba Stop Sida. Del colectivo Stop Sida, con el tiempo, nace Gays Positivos. Es decir, el poco movimiento que había fue suficiente germen y paraguas para que el movimiento de lucha contra el VIH/SIDA dentro del colectivo LGTB empezara a arrancar. Y esa es una referencia, yo no lo viví, pero hubo asociaciones gays que querían separar el tema del VIH/SIDA con el tema LGTB. Porque, claro, había una estigmatización, ahí pegaba lo de las tres hache que decían: hemofílicos, homosexuales y heroinómanos. Querían desligar el VIH/SIDA de la lucha política.
En Chile ha ocurrido lo mismo… ¿Qué crees tú?
Yo creo que es un error. Entiendo la buena voluntad que podían tener, por el estigma, razones que sigue estando. Pero siendo prácticos, el VIH/SIDA a nosotros nos está afectando. Yo siempre le digo a la gente: “El VIH, en África, no es un problema homosexual”. Así nace Stop Sida, empieza a coger cuerpo y empiezan las autoridades que tienen un problema de salud pública que no saben cómo meterle mano, o si saben, pero era un tema que estaba ligado a mucha… como decirte… muchos títulos de prensa muy candente. Y las autoridades empiezan a ver que necesitan de las asociaciones, porque ellos pueden tener los recursos económicos o los recursos técnicos pero no tenían la entrada a la comunidad. Y la entrada a la comunidad éramos la propia comunidad. Y ahí empezaron a aparecer los primeros proyectos colaborativos, tanto de investigación como de acción. Yo he ido a repartir muchas veces condones por los locales, saunas, parques, por todos los sitios. Los condones que nos daban, en este caso, la Generalitat, el Departamento de Salud de Cataluña, evidentemente sin el logotipo de la Generalitat.
Más allá de la publicidad en el preservativo alguien tenía que ponerse con los condones…
Claro, a nosotros nos daban carta libre con la condición de que ellos no estuvieran visiblemente en algunos materiales. En algún folleto que digan “no me discriminen”, muy bien, pero es que algunas de las publicaciones que hacíamos el material era una polla abierta con un condón para ponerlo en las taquillas de los saunas, evidentemente pues ahí no quedaba bien el sello del gobierno. Ellos te lo pagan pero… Entonces, hubo muy buen entente, tanto con el ayuntamiento de Barcelona y con la Generalitat. La verdad es que nos apoyaron y se apoyaron y yo creo que esas cosas funcionan bien cuando las dos partes ganan o colaboran. Y desde ahí pues fuimos ocupando cada vez más espacios. Yo creo que la prevención se delegó mucho en la población LGTB. Hicieron macro campañas a la población general, muy bonita, que han quedado en el recuerdo. Pero tú tienes que trabajar con poblaciones vulnerables, dónde la tasa de infección es alta, donde hay un estigmas por ser gay y un estigmas por ser seropositivo. Cuando hay desconfianza con los poderes públicos, las organizaciones cívicas, la ciudadanía, debemos hacer un papel que un funcionario no entra porque no lo conocen, no conoce el medio, no conoce el lenguaje, no conoce las inquietudes y si alguna vez conocen algunas, se asustan.
Tu trayectoria ha sido de activista homosexual a especialista en salud comunitaria…
Exacto, yo era un militante de base y sigo siéndolo, hubo un momento en que se necesitó hacer un estudio en comunidad LGTB por parte de la administración pública y buscaron a un militante para que lo desarrollara un poco, era para tres meses, hoy día llevo veintitrés años. Entonces es verdad que tengo un poco la visión desde la salud pública y la militancia. Yo soy técnico en laboratorio, soy el técnico de análisis químico y luego hice clínico. Mira, era un plus para trabajar en la comunidad LGTB y empecé haciendo estudios en el kaposi que era una infección que estaba arruinando, aparte de matando, arruinando con la muerte social, por el estigma que producía y estuve tres años haciendo una investigación. Dentro de la investigación empecé a llevar otros proyectos, fui encajando, empezaron a salir proyectos que se van repitiendo cada cierto tiempo con lo cual mi presencia fue interesante y a la vez en mi asociación aporté en la visión desde la salud pública, desde que trabajé con evidencia científica, recolectando datos para hacer proyectos, para poder focalizar mejor las campañas y donde quieres hacer la incidencia de cada modelo.
Háblanos un poco de tu trabajo original…
En el año 92 empiezo a trabajar. Yo lo que hago son talleres, básicamente, educador de pares, desde la igualdad. Nosotros partimos con la educación entre pares. Tuvimos también colaboración con los hospitales, aunque nosotros, asistencia como tal, nunca hemos hecho el tema de medicación, otra cosa es la reivindicación de la medicación, la adhesión al tratamiento, eso sí, pero para eso está el GTT, el Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH de Barcelona. No se trata que todos hagamos todo, hace falta que nos especializamos bien cada uno y respetemos el trabajo transversal de todo. Si yo tengo una organización como GTT que son maravillosos, que trabaja bien con la población, pues lo que tengo que hacer es derivar, les encargo el caso, “que mira no te puedo atender”, pero te voy a dar un teléfono. Con los hospitales hemos hecho lo mismo “mira que te derivamos.” Teníamos puerta abierta para el acceso porque se perdían casos y teníamos puerta abierta y acompañábamos para que la persona que se le ha hecho la prueba que ha salido positivo, pero que no está confirmado, entre al sistema de Salud. Seguimos en el año 92, yo me especializo en talleres de sexo más seguro y básicamente en lo que estábamos era promocionando el preservativo, incluso, promocionando la sexualidad no tan penetrativa, mas erótica, que te lo puedes pasar muy bien sin hacer falta que entre nada en ningún sitio. Pues eran talleres de fin de semana, nos reuníamos, nos seguimos reuniendo, ha cambiado la visión, pero en su momento tuvieron su papel. Luego hacía talleres en los fines de semana, talleres en las saunas, adaptados al espacio.
“En Catalunya no sale gratis gritarte maricón”
De los derechos de la diversidad sexual en España sabemos bastante porque ustedes han sido un referente para nuestra comunidad. En ese marco, muchos imaginan o imaginábamos el llamado “primer mundo” donde no existe discriminación, los homosexuales se casan, adoptan niños, pero resulta que la homofobia sigue siendo parte de la vida diaria, tanto así que tienen que crear observatorios, centros de investigación, entonces, no todo está hecho…
En el caso del matrimonio igualitario es de esas veces que se ha legislado antes que se haya avanzado socialmente. En general, la sociedad avanza y luego el legislador, legisla. Pues en este caso el legislador legisló bien. En este caso fue fantástico, pero que salga que hay derecho a matrimonio igualitario no quiere decir que la calle sea igualitaria. Porque siguen habiendo casos de homofobia. Hace un tiempo la Generalitat arrancó con una iniciativa porque existía el observatorio contra la homofobia y los conocimientos, palpaban mucho más la realidad y así se logró tramitar en el parlamento de Cataluña una Ley en Contra de la Discriminación y la Homofobia. Yo participé como representante de mi organización, aunque era en apoyo de “estamos aquí”, pero el tema lo llevaron mucho más las asociaciones que estaban trabajando directamente el tema de la homofobia en la calle, que era más palpable, yo podía tener mucho más conocimiento del tema de la serofobia, la fobia al seropositivo. Y sacamos la Ley contra la Homofobia, la tramitamos en el Consejo Municipal, pero sobre todo en el Consejo Nacional. Creamos una figura que era el Consejo Nacional LGTB en Cataluña donde se reúnen políticos del gobierno con organizaciones LGTB. Nos propusieron algo así como una Ley contra la Violencia de Odio, generalista y nosotros nos opusimos, dijimos que sí, que bien, nos parece bien que haya una ley contra la discriminación sea la que sea, pero que nosotros queremos una ley contra la homofobia que castigue los delitos y las agresiones por homofobia, no sé si representan el primero o es el segundo de los casos de agresión junto a violencia de género con las mujeres.
¿Eso dicen las estadísticas oficiales…?
Estoy hablando de España, los datos que yo vi, últimos. Lo más importante de aquella Ley fue el reconocimiento de que la homofobia era delito de odio, que se creó y se legisló, por lo cual había un fiscal por los temas de delito de odio y una fiscalía que se especializa. Un tema que fue muy polémico, el tema de la inversión en la carga que es que tú no tienes que demostrar que te han hecho un acto homófobo sino denunciar que lo han hecho y el agresor tiene que demostrar que no lo ha hecho. Siguiendo el mismo espíritu de la ley de violencia de género, en este caso el vulnerable es el gay, LGTB, hablo gay pero, son bisexuales transexuales, lesbianas. Y luego se recogieron otra serie de elementos que tienen que ver con la educación, con el registro de caso, con los agravantes del delito y si la quieres conseguir podría ser interesante que la miraras, para que veas. Salían temas en esa misma ley, temas del VIH/SIDA como la serofobia. Uno lo tiene que ver desde la educación, que para nosotros es la asignatura pendiente, tanto en VIH/SIDA como en LGTB, que se trabajara la diversidad de opción sexual, de opción de pareja, la diversidad de familia. Pues todo eso está en esta Ley. Esta estuvo muy bien, fue un éxito de la unión de todas las organización LGTB, por eso yo defiendo la unión del trabajo asociativo claramente, quiero decir que tenemos un poco la obligación, las organizaciones civiles de articularnos cuando tenemos un objetivo claro y luchar, por lo menos, por el mínimo común denominador de esos objetivos comunes. Esa ley salió apoyada por todo el Consejo Nacional y el Consejo Municipal también y todas las organizaciones. Otra cosa importante que tiene que ver con VIH/SIDA, es que todas las organizaciones reunidas a través de la plataforma 1º de diciembre impulsamos el Acuerdo Nacional contra la Discriminación del VIH/SIDA. Fue un hito, una lucha que llevamos mucho tiempo pidiendo que se legislara o que se viera una intervención del Parlamento de Cataluña. Fue el único acuerdo que ha hecho el parlamento de Cataluña durante ese año. Eso significa un trabajo político con los partidos políticos, presionando como sociedad civil para que pudiéramos sacar lo que considerábamos que era justo. Muchas veces las acciones tienen que estar respaldada o tienen que estar verificada por evidencia científica, aparte de la autoobservación que siempre es limitada. Cuando tienes una base científica tienes más peso para tomar decisiones y para exigir responsabilidades, de ahí la importancia de los estudios.
Una sociedad que ha ido avanzado en términos de legislación, con una sociedad civil más activa con diversidad sexual que tienen derecho, ¿por qué pese a todos esos avances siguen habiendo casos dramáticos, terribles de homofobia y que hace necesario no detenerse en la lucha?
El cambio de mentalidad cultural y nacional se trabaja desde niño y mientras la educación no este reconociendo la igualdad de los LGTB la igualdad de la mujer, la igualdad del diferente… La educación tiene un proceso. Allá hay por ejemplo una asignatura, que evidentemente cuando entró el nuevo congreso se la cargo, era la Educación de la Ciudadanía, donde hablaban de las diferentes familias y vino otro partido político y la cambió. El proceso educativo no es un proceso que es de un día para otro. Educar una sociedad en derechos humanos, en los valores, en el respeto a la diferencia es un largo proceso. También habría que recoger estadísticas, en las encuestas poblacionales actuales la actitud frente al hecho LGTB ha mejorado muchísimo, pero que hayan cuatro cabrones que sigan dando guerra, esperemos que sean los menos. Ahora existe una ley que te protege por delito de odio, no sale gratis gritarte maricón en Cataluña. La clave, la educación. Mi país ha cambiado mucho pese a la herencia católica y a la herencia cultural. El Partido Popular se opuso al aborto, se opuso al divorcio, todo lo que son libertades se opuso. Lo que pasa es que nosotros tenemos una derecha europea que puede ser económica, pero también hay una derecha ideológica española que es terrible. Con una derecha económica, pues puedes estar más o menos de acuerdo pero tiene que ver con el poder económico, la riqueza y tal, pero esa derecha ideológica no, es como la reserva espiritual de no se sabe dónde, que encima se queda trasnochada. La derecha nuestra es así. El presidente Rajoy no tocó nunca la ley del matrimonio igualitario aprobada anteriormente, pero su partido la llevo al tribunal constitucional. Cuando estaba Zapatero entró en marzo y en mayo saca una ley y sabe que le quedan cuatro años para que la sociedad la vaya incorporando.
¿Ha sido dura la crisis económica en España?
Muchísimo… Yo era presidente de Stop Sida en ese momento y ¡estamos vivos!, pero nos hicieron daño y emocionalmente también, porque cuando tienes que recortar recursos, recortas todos los recursos, recortar en todo el trabajo perventivo que llevabas años realizando. Por suerte la asociación pudo parar el golpe. Y luego tuvieron la mala borra, que no se puede decir más feo, de sacar un Real Decreto en el que prácticamente se excluye de la asistencia a un millón de personas que vivían en España porque no tenían su situación administrativa regulada, todos migrantes. Esta decisión nos ha creado problemas bestiales. Nosotros nos reunimos con el Comité 1º de diciembre. Me tocó ir como presidente de la asociación a hablar con la Ministra pidiéndole la derogación de esa ley. Estaba tan mal hecha la Ley que era acceso sólo de urgencia y mujeres embarazadas y niños. Yo escribí un artículo para una revista y lo puse en la página web de Stop Sida donde digo que con VIH o con la sífilis o con todas las enfermedades transmisibles, si no hay prevención, no hay diagnóstico y no hay tratamiento, ya no es que fastidies a la persona que la padece, es que estás poniendo en peligro a toda la ciudadanía. Aparte, la base en la que está hecha ese Real Decreto es cutre, es una mierda, mala leche, porque había racismo, si no tuviera papeles, según ellos, si no estaba regularizado, no tenía acceso a la salud universal. Eso nos ha tenido de cabeza, hemos tenido que habilitarnos porque eso fue un modelo nacional, habían algunas comunidades autónomas como Cataluña que no lo iban a aplicar, entonces, nos han generado mucho trabajo burocrático, ahora tenías que empadronar, estar en un listado, entonces, vas al hospital, un lío que no tenía ninguna razón de ser. No había una razón económica importante, y es cutre. Es cutre, es rancio. Aparte de razones sanitarias hay razones humanitarias para derogar ese Real Decreto. ¡Se nos está perdiendo el norte! Pues ahí seguimos peleando, gestionando de todas maneras con la Generalitat y el gobierno de Cataluña. Tuvimos que negociar y fueron sensibles a lo que se estaba demandando. Precisamente una parte importante de las asociaciones reciben y están formadas por inmigrantes.
¿Qué te trae a Chile?
Estoy invitado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, vengo a mostrar nuestras experiencias como organización LGTB y lucha contra el SIDA. Estoy trabajando con la Dra. Valeria Stuardo que es investigadora y está adaptando proyectos que hemos realizado de vigilancia epidemiológica y viendo las colaboraciones que hay desde una institución como el CEEISCAT (Centre de Estudis Epidemiològic sobre les ITS i Sida de Catalunya) con una organización como es Stop Sida. Entonces, yo vengo básicamente a mostrar nuestra experiencia, a poner en valor que, si se hace bien, es muy interesante la colaboración con centros de investigación, tanto de salud como investigación social. Este tipo de estudios nos aportan unos datos que son evidencias con las que podemos hacer realmente prevención o atención dependiendo de lo que se necesite. Ha sido una colaboración muy fructífera, tanto para el conocimiento científico, como para que ese conocimiento científico que se genera en la investigación, al final lo devolvamos como producto a la comunidad.
¿De qué se trataba el estudio que hicieron en Stop Sida?
Era un estudio de vigilancia epidemiológica y conductual. Entre otros datos que aportó, se relacionaban que contra peor vives tu sexualidad, tu homosexualidad en este caso, aumentan tu prácticas de riesgo y tus exposiciones. La persona que vive más libremente su sexualidad, generalmente tiene la tendencia a cuidarse más, es agente de prevención. El que la lleva reprimida, que no la ve nadie, no la sabe sus padres, se expone más. Entonces yo hablé frente a los parlamentarios y relacioné, dije, si no paramos esta homofobia y no logramos una igualdad, no solo legal, que ya la tenemos, sino en la calle... es una cosa muy seria, porque tiene que ver con el VIH/SIDA, pero yo que últimamente hablo, no sólo de VIH/SIDA, sino de salud sexual. ¿Cómo vive una persona que está negando su propia sexualidad permanentemente?, confundiéndola o mintiéndola, eso no es sano en términos de salud, no es sano, ya no sólo de VIH/SIDA, o te espabilas y terminas ahorita con tacones y vamos a lo que sea el toro o llevas una doble vida. Si no consigues información, será más difícil hacer prevención, no vas a ir a hacerte la prueba o puedes ser más compulsivo.
¿Cómo se ve Chile desde Barcelona, cómo se ve en avances socioculturales?
La referencia que tengo de Chile, como país de Latinoamérica que hay mejor calidad de vida, unos servicios públicos, y que más o menos hay una sanidad pública. Sé que se ha sacado una ley de parejas y espero que sigáis insistiendo en la Ley de Matrimonio Igualitario, nosotros igual la sacamos pero poquito a poco. Porque al final, supongo que a vosotros les habrán hecho lo mismo que nos hicieron a nosotros, una ley de parejas de hecho, que desde mi punto de vista, es una ley de segunda categoría.
En Chile, una cosa es agregar una ley nueva que es el Acuerdo de Unión Civil, que el que quiere lo toma y lo otro es modificar completamente el Código de Familia, modificar el matrimonio, que es lo que se piensa en Chile, a los parlamentarios les aterra pensar que el matrimonio no es de un hombre y una mujer…
Hace muchos años hicimos una campaña que se llamaba: “Democracia es igualdad”, planteando las siguiente interrogantes: ¿Por qué me das un status diferente? ¿Por qué yo tengo un status diferente que mi hermana? ¿Por qué continúan legalmente marcando una diferencia? Esos argumentos que has dicho tú, nos lo dijeron todos allí y el parlamento no tuvo que cambiar ninguna ley, simplemente, dijo, el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer o entre hombres y entre mujeres. Y a partir de ahí ni una coma más. La constitución española, si no recuerdo mal, decía así: todo hombre y toda mujer tiene derecho a contraer matrimonio, pues, ya está, hazlo con quien quieras. La ley, la constitución, que es la carta magna, te decía todo hombre y toda mujer tiene derecho a casarse. En ninguna parte decía que te casaras con un hombre o con una mujer.
Ha sido una transformación profunda…
Sí… Pasó la manifestación LGTB del día 28 de junio y ver a todas esas familias LGTB con niños en un tren es de lo más. Me lo cuentan a mí o te lo cuentan a ti hace más de treinta años y tú dices, imposible. Por eso esa manía como hacer leyes a media, su manía es no llamarle matrimonio, pues mira, la mía es que se llame matrimonio. Estábamos hablando de matrimonio civil, claro. No se han arruinado las familias en España, no nos hemos comido a los niños y la ciudadanía es un poquito más feliz. Al final estamos consiguiendo, que es el objetivo nuestro como movimiento, la igualdad legal y que el agredir a una persona por su orientación sexual o menospreciarla está mal visto. Y estos señores que son jefes del Estado tienen que tener la deferencia con todos sus ciudadanos, entre ellos gays y lesbianas. Mi sobrino o cualquier chaval con 16 años, ve una película, pues se casan hombres, le invita su primo que se casa con un chico, empieza a normalizarse, y es esa normalización la que nos va a ayudar. Entonces yo invito siempre a la gente que si va a casarse, que invite a la familia y amigos, que lo normalice. Porque hay un trabajo legislativo, pero también hay un trabajo, chiquitito, de cada uno de nosotros que es básico. La normalización desde la diferencia. Yo puedo entender algunos discursos que somos iguales pero somos diferentes, pero por lo que lucho es para que tengamos los mismos derechos.
Foto: Campaña pública “Stop LGTBIQfobia. Stop Serofobia. Stop Sida”. La violencia, discriminación, exclusión, estigmatización y los prejuicios que las personas LGTBIQ sufrimos debido a la vivencia de la orientación sexual o identidad de género nos debilita el sentido de estima personal y de pertenencia a la comunidad y nos conduce a muchas de nosotras a ocultar o suprimir nuestra identidad y a vivir en el miedo, la vergüenza, la culpa y la invisibilidad.
Más información: http://www.stopsida.org/
https://vimeo.com/61172232