Dirigenta de Chiloé y fin del conflicto:

Dirigenta de Chiloé y fin del conflicto: "A nosotros como asamblea nos sacaron de las negociaciones"

Por: Equipo El Desconcierto | 20.05.2016
Marcela Ramos, dirigenta de Castro, denuncia la estrategia del gobierno para terminar el conflicto: negociar por separado y mandar a su aparato político para revolver el ambiente interno.

Ayer se confirmó el acuerdo entre el gobierno y la asamblea de Ancud, la última que permanecía movilizada en Chiloé. Así, se anunció el fin al conflicto que mantuvo a todo el país pendiente de lo que pasaba en el sur. Sin embargo, no todos están conformes.

La estrategia -efectiva- del gobierno de negociar por separado con cada ciudad dio sus frutos. Pero la marea roja y la contaminación de la industria salmonera siguen ahí. En El Desconcierto conversamos con Marcela Ramos, profesora y secretaria de la Unión Comunal de Vecinos Rurales de Castro. Como miembro de la asamblea social de la misma ciudad, asegura que el tema de la contaminación de los mares por parte de las salmoneras es un tema que vienen discutiendo hace años en la zona. "Hay que ir a una playa no más y ver como está la cosa, no hay que ser científico para eso", dice.

La motivación inicial de la movilización, cuenta, es que finalmente se destapara todo y que los responsables asumieran. Pero finalmente no fue así.

- ¿Cómo fue la estrategia del gobierno para bajar la movilización?

El gobierno hizo un trabajo de lujo acá, separando las cosas y haciendo una especie de campaña publicitaria en relación a que la gente, el público asumiera que este era un problema que tenia dos causas y resolviéndolos, se resolvía todo. El primer problema era la marea roja y el segundo es que los pescadores estaban afectados. Nosotros, sabiendo que no eran así las cosas, tratamos de decirles que esto no era así, que el problema no era un brote de marea roja sino un mar contaminado y producto de eso la marea roja florece porque están los nutrientes para que eso pase.

- ¿No fue un triunfo para Chiloé?

Hay gente que está todavía con nosotros y dice eso, "pucha, es que ya les llegó un bono a los pescadores, ya estamos bien", lo sienten como un triunfo. Para mí no es ningún triunfo, muy por el contrario, porque muchas de las negociaciones incluían aumentar las cuotas de pesca de un mar que está sobresaturado de pesca y esa pesca es principalmente para elaborar harina de pescado para los salmones, entonces es un negocio redondo, es increíble la cantidad de mentiras que se esconde tras toda esa palabrería y la gente no lo ve.

- ¿Por qué se llegó a acuerdo entonces?

Porque los que estaban negociando eran los pesqueros, a nosotros como asamblea social, como ciudadanos nos sacaron de las negociaciones. Al  representante no lo invitaban a las reuniones, hacían reuniones ocultas con el gobernador y arreglaban las cosas como para decir "ya, a ustedes los dejamos que pesquen 30 mil en vez de 10 mil", ahora van a poder pescar mas de lo que pescaban antes. Entonces los pescadores, que son gente sacrificada y todo, pero no todos porque en Dalcahue hay un tipo que tiene un montón de barcos, ellos tienen una cosa que se llama cuota de pesca y se las venden a los industriales. Ellos lograron repartirse mejor lo poco que quedaba y dejar a los pescadores más chicos contentos con un bono que les va a durar un tiempito.

¿Cómo se pudo lograr eso?

No entiendo, porque en todas las comunas negociaron de distintas formas, hay varias negociaciones distintas que tienen distintos beneficios. Como lograron separarlos y negociar por sectores, a cada uno le ofrecieron cosas distintas.

- ¿Hay sectores que seguirán movilizados?

Desde el día en que se informó a la gente que se aceptaba la negociación, nosotros esa tarde inmediatamente hicimos una asamblea y empezamos a trabajar en comisiones. En este minuto somos una asamblea de ciudadanos y muchos de nosotros pertenecemos a movimientos sociales y en el fondo es continuar con el trabajo que llevamos haciendo años. Mañana hay una marcha en Castro, el motivo es mostrar nuestro descontento frente a lo que está pasando. Empezamos a las 10 en la plaza con actividades generales y a las 12 vamos a hacer un funeral.

- ¿Cómo fue la injerencia del gobierno al interior del movimiento?

El gobierno mandó a todo su aparato político de todos los partidos que están en este minuto dentro del gobierno, a dividirnos, a inventar cosas, a decirle cosas a la gente como para meter cahuin. Hay un grupo de gente que anda diciendo que nosotros estamos del lado de los que negociaron, es para confundir a la gente. Estamos haciendo una olla común todos los días en la plaza. Hay cientos de cesantes y de despedidos, además ahora las salmoneras quieren presentar recursos de amparo contra el gobernador porque no les prohibían el paso y echándole la culpa a la gente por las pérdidas. Es una cosa espantosa, yo ya no sé en quién confiar, hay gente que yo conocía y creía en ellas porque los conocía de toda la vida y ahora los veo actuar como una especie de ejército, diciendo lo mismo, las mismas tonteras. Arriba del escenario dicen una cosa y abajo dicen otra. Un concejal comunista, un dirigente de profesores socialista, dicen lo que les dicen sus partidos. ¡Están destruyendo la tierra, están destruyendo a chiloé y ellos recibiendo orden de partido! Yo vi y escuché cómo desacreditaban a un compañero de la mesa social mientras daba su discurso, y ellos le decían a los pobladores que en verdad el problema sí era la marea roja, que esto era un asunto de los pescadores y no de todo Chiloé, etcétera.